domingo, 28 de noviembre de 2010
REFLEXIONES DE MÓNICA: ¿BARÇA O REAL MADRID?
jueves, 25 de noviembre de 2010
REFLEXIONES DE MÓNICA: “WE WISH YOU A MERRY CHRISTMAS…”
miércoles, 24 de noviembre de 2010
PELÍCULAS PARA APRENDER
La peli es importante para nosotros porque habla de las cosas que deberían estar en la cúspide de nuestro sistema de valores: el amor, la diversión, la calma, la belleza... y no el dinero, las posesiones, el éxito, el trabajo, las obligaciones. También habla de ecología. Ya sabéis que la ecología es un pensamiento básico para nosotros, los psicólogos cognitivos: vivir en conexión con la naturaleza, en el sentido más amplio de la palabra, comprender la vida, la muerte y estar contento con lo que se tiene en cada momento...
Ah, en la peli también sale un estelar Burt Lancaster, en uno de sus últimos trabajos, y hace un papelón como secundario por el que le dieron varios premios.
Un abrazo!
Rafael
martes, 23 de noviembre de 2010
REFLEXIONES DE MÓNICA: APRENDER A HACER POESÍA
domingo, 21 de noviembre de 2010
¿QUIÉN ES TU MAESTRO ZEN?
María y Clara son grandes compañeras, la una es la familia de la otra, se apoyan, se quieren, se acompañan en la vida... pero también discuten amargamente y, a veces, hasta son la fuente de grandes quebraderos de cabeza, de fuertes ansiedades.
En psicología cognitiva trabajamos para evolucionar y volvernos personas más sanas y felices; también más fuertes. Y, en el ámbito de las relaciones: ¡podemos mejorar mucho! En concreto, podemos hacer que la relación de amigas como María y Clara se vuelva mucho más profunda y gratificante y que, prácticamente, desaparezcan los malos rollos que les asaltan frecuentemente.
Así, le dije a María:
- ¿Sabes? Yo creo que a Clara te la envía el cielo (o el universo o lo que sea) para que aprendas una lección. De hecho, creo que Clara es, en realidad, más que tu amiga. Es tu maestro zen.
- Ya, venga! Lo que me faltaba oír! -respondió María.
- Sí porque Clara con sus imperfecciones te pone el reto esencial de que descubras que necesitas muy poco para estar bien. Tu maestra Clara te está enseñando, sin darse cuenta, que no necesitas que "la gente te trate bien todo el tiempo", que "no necesitas justicia" todo el tiempo, que no necesitas "completa comodidad" todo el tiempo. La persona madura es aquella que se despoja de las necesidades con facilidad porque sabe que su bienestar no depende de "buenas palabras", "justicia" o "comodidad", sino de ganas de vivir, ganas de aprovechar tu día, ganas de disfrutar de lo mucho que nos da la vida, al margen de todo eso que te quita tu maestro zen.
-Es que a veces es muy difícil aguantarla -decía María..
- Es difícil para ti porque eres débil... porque le das demasiada importancia a la comodidad, la justicia y las palabras amables. Son cosas interesantes, pero no tan esenciales. Tu maestro zen te pide que renuncies a ellas y aún así, estés contenta y sosegada. Así te harás más fuerte y positiva.
La buena de María comprendió al final de este diálogo y se prometió que intentaría aceptar las lecciones de su maestra, que, además, ¡es su mejor amiga!
Un abrazo!!
Rafael
sábado, 20 de noviembre de 2010
CADA DÍA QUE PASA, ¿ESTAMOS MÁS O MENOS LOCOS?
Alguien dijo: “Nunca se ha vivido mejor que ahora”, y recordó que, cien años atrás, sus ancestros habían habitado un pueblo del Pirineo catalán donde la mortalidad infantil era de más del 50%. Otro tertuliano señaló que, después de visitar una zona pobre de la India, se dio cuenta del “milagro de abrir un grifo y disponer de agua caliente”.
Está claro que en términos econométricos hay progreso. Pero, en cuanto a salud mental... ¿somos cada día más felices? La respuesta es un rotundo “no”. Tenemos datos al respecto. (Todos los datos que se muestran a continuación proceden de fuentes contrastadas como el Instituto Nacional de Estadística, el Ministerio de Sanidad y Consumo y la OMS).
- En la década de 1950 había menos de un 1% de personas con depresión en el conjunto de los países de Europa y Estados Unidos. En la actualidad, se sitúa en un 15%.
- Desde 1982 a la actualidad, el porcentaje de depresión en España se ha doblado: de un 7% de la población, hemos pasado a un 14%.
- El consumo total de antidepresivos en España ha aumentado un 107% durante el periodo de 1997 a 2002.
- En la década de 1980, el número de muertes por suicidio y enfermedad mental en España era de menos de 1.000 fallecimientos al año. En 2008, ha sido de 13.000 (número de muertes declaradas; el número real es mucho mayor).
- Finalmente, un dato extraño y escalofriante: la OMS nos advierte de que las autolesiones están creciendo considerablemente en todo el mundo y calcula que en 2020, serán la principal causa de enfermedad junto a las enfermedades infecciosas.
Mis amigos tertulianos coincidieron unánimes en este punto: por alguna razón cultural relacionada con nuestro estilo de vida, retrocedemos en cuanto a bienestar psicológico.
Ecología mental
La moderna ecología –que es diferente a la de hace 20 años- relaciona salud ecológica, salud mental y economía capitalista. De la misma forma que la riqueza material parece estar en contradicción con la supervivencia ecológica del planeta, el capitalismo también se carga en su imparable marcha la salud emocional de las personas.
Si esto es cierto, ¿cómo lo hace? La depredación de los recursos del planeta es obvia, pero ¿cómo depredan “los mercados” la felicidad de cada uno de nosotros?
El mecanismo es el siguiente: la economía capitalista reemplaza los valores tradicionales relacionados con la solidaridad y el goce sano por la vida por valores que yo llamaría “consumer friendly”, esto es, amigos del consumo. De forma velada, pero constante, a través de los medios de comunicación de masas, la sociedad nos suministra ideas relacionadas con: “quien más tiene más vale”, no sólo bienes materiales, sino también inmateriales: éxito, prestigio, juventud, hermosura... pero también incluso salud y amor. Gran estrategia para vender y mantener la máquina de la economía en marcha. Pésimos andamios para construir una sociedad mentalmente saludable.
No obstante, existe una salida. Mediante una decidida auto-educación personal podemos adoptar unos valores más respetuosos con nosotros mismos y los demás. Valores que pacifiquen nuestra mente. Básicamente, se trata de dejar de correr; se trata de conformarse con menos para gozar un poco más de lo que ya se posee; se trata de apreciar lo que nos viene dado, lo que es gratis, como admirar una puesta de sol o jugar con nuestros amigos...
Para dejar de compararse y de vivir apresuradamente, para empezar a gozar de la existencia, la psicología cognitiva ha desarrollado herramientas que “nos permiten cambiar el chip”. En este blog iremos exponiéndolas a lo largo de los días.
Un abrazo,
Rafael
viernes, 19 de noviembre de 2010
EMPIEZA EL DÍA CON BACH
Hoy me siento perezoso y, al mismo tiempo, tengo ganas de comunicarme con vosotros en el ciberespacio. Así que seré breve, pero incisivo (espero).
Tengo un amigo excelente con el que nos intercambiamos emails cada día... A veces, me pasa informaciones o clips de cosas interesantes. Ahí va una de sus últimas sugerencias:
"Mírate esto; es Michael Haeringer, un niño prodigio pianista. No sabe leer una partitura, toca de memoria repertorio de máster, se cae de la silla y no llega a los pedales. http://www.youtube.com/watch?v=wIHRiMD3-GI .
Me encantó el vídeo que os recomiendo que veáis. Yo, a cambio le pasé éste: http://www.youtube.com/watch?v=YXh-8UfB1rk
La música es maravillosa! ¿No es cierto? ¡Y nosotros cabreados por la crisis!
Besos!
jueves, 18 de noviembre de 2010
REFLEXIONES DE MÓNICA: YO VEO “GRAN HERMANO”
martes, 16 de noviembre de 2010
I AM NOT SUPERSTITIOUS!
La superstición, la irracionalidad, siempre acaba pasando factura, aunque existe una tendencia natural en el ser humano a creer en la fantasía. Tenemos un cerebro muy potente, capaz de imaginar novelas, de hacer teorías maravillosas, de construir la ciencia... pero tanta imaginación debe dirigirse bien! Si acabas creyendo que Supermán existe de verdad, quizás decidas tirarte del tejado de tu casa con una capa de Carnaval...
La homeopatía y las flores de Bach son superstición. Oídme bien: todos los ensayos clínicos con esas sustancias han dado negativo, TODOS, esto es, no producen ningún efecto. ¡Si queremos mantener una buena salud, la ciencia de la nutrición nos dará mucho mejores alternativas! Al margen de eso: al médico.
Por cierto, Mónica nos propuso hace tiempo que eligiésemos una canción para ponerla el día de nuestro funeral. Mi elección es
... Superstition! de Stevey Wonder, y a ser posible, la versión que interpretó en 1973 en su estelar aparición en Sesame Street (Barrio Sésamo) http://www.youtube.com/watch?v=_ul7X5js1vE
Junto a Epi, Blas, el Monstruo de las Galletas y la inefable rana Gustavo, un eléctrico Wander nos recomienda:
When you believe in things,
That you don't understand,
Then you suffer,
Superstition aint the way
Lo que significa:
Si crees en tonterías
imposibles de entender,
vas a sufrir: ¡la superstición
no es ninguna solución!
ENTREVISTA: Richard Monvoisin, que enseña zetética: explicación racional de fenómenos paranormales
"La homeopatía y las flores de Bach son eficaces... placebos"
Tengo 33 años. Nací en Toulon. Enseño Didáctica de la Ciencia en la Universidad de Grenoble. Puedo verificar un milagro, pero no la fe. Soy escéptico en ciencia como Pirrón y en política como Chomsky. Verifique sus creencias: no hace falta ser un científico, sólo un ser racional
Eso de zetética suena a paraciencia...
Pero es lo opuesto: viene del griego zetein (examinar). La zetética aplica el método científico para dar explicaciones racionales a fenómenos paranormales y verificar creencias empíricamente, con experimentos. Por ejemplo. Hemos probado que la homeopatía no tiene efectos terapéuticos clínicamente demostrables, ni tampoco las flores de Bach ni otras muchas terapias alternativas...
¿Cómo lo han probado?
Con estudios clínicos, por supuesto.
¿O sea, que no sirven para nada?
Sirven, pero no más allá del efecto placebo.
¿Qué quiere decir?
que a muchos de quienes las toman, les hacen bien, pero no por su efecto clínico, sino sólo por el psicológico.
No es eso lo que dicen los homeópatas.
Nosotros no afirmamos nada sin probarlo. Hacemos experimentos o divulgamos otros ya conocidos, pero sin juzgar a nadie, y en eso me diferencio de un pionero de la zetética, el Nobel de Física Georges Charpak...
Fue huésped de La Contra.
Y gran científico, pero trataba con paternalismo a quienes creían en esas terapias.
Supongo que algunos pacientes seguirán usándolas, pese a la zetética.
Sí, y están encantados con su efecto placebo, pero la zetética les muestra que es el único que tiene. Después, ya sabiéndolo, podrán elegir entre los hechos y sus creencias.
Parece justo y necesario.
Es imprescindible, pero incómodo. En Francia, la homeopatía es un lobby protegido por varios ministros que tienen intereses en una gran multinacional de productos homeopáticos y ningún interés en difundir los resultados de los ensayos clínicos.
¿Por qué la gente cree en su eficacia?
Porque es más cómodo creer que verificar, ergo tomamos más decisiones irracionales que racionales. Muchos creen que si creen se curan y en parte es cierto por el efecto placebo. Lo mismo nos pasa con otras creencias, no sólo terapéuticas, sino políticas y económicas. Yo les animo a que las pongan a prueba con sus propios experimentos.
Díganos cómo.
Para verificar cualquier creencia, empiece por deconstruirla: remóntese a sus orígenes para localizar sus fuentes y aclare después su cui prodest (a quién beneficia).
Si un estudio dice que el tabaco rejuvenece, comprobar si lo paga la tabaquera.
Eso no invalidaría necesariamente sus conclusiones, pero si al final resultara falso, explicaría a quién beneficia su falsedad. Si verifica, por ejemplo, la eficacia clínica de la terapia de las flores de Bach, verá que en sus orígenes sólo está la pura intuición de un señor inglés, Edward Bach, que clasificó a los humanos en siete categorías...
Eso ya lo hacía Hipócrates.
... Y asoció sus bacilos intestinales con ciertas propiedades de 36 categorías de flores. Y hoy aún no tienen más que esa intuición para fundar esa creencia terapéutica.
Pues no son terapias baratas.
Cuanto más pagas por un placebo, más efectivo es. El dinero, el tiempo y el esfuerzo que cuesta una terapia dudosa la refuerza.
Miel sobre hojuelas para el terapeuta.
Insisto en que la zetética debe verificar, experimentar, mostrar y difundir resultados, pero no juzgar ni condenar a nadie: las falsas creencias son como muletas irracionales para muchos humanos, por eso no hay que quitárselas de golpe, sino demostrarles que pueden andar sin ellas... Si quieren.
En algo hemos de creer.
A menudo el propio terapeuta cree sinceramente en sí mismo. En mi universidad hicimos un experimento para demostrar la eficacia de un terapeuta por magnetismo.
¿Curaba con las manos?
Él y sus pacientes juraban que sí. Y es muy difícil verificarlo con un test clínico serio, porque necesitas voluntarios enfermos de la misma dolencia en el mismo grado; un test doble ciego y... En fin, es muy complejo.
¿Entonces...?
Cuando alberguemos dudas sobre creencias, podemos recurrir a experimentos no tan sofisticados: "Si usted cura con el magnetismo de sus manos - le dijimos al magnetista-,podrá detectar también si una persona está o no en la misma habitación con usted aun sin verla: sentirá su energía, aunque no vea a la persona".
¿Aceptó?
Le propusimos experimentarlo con cien personas y aseguró que acertaría el ciento por ciento de las ocasiones. Y... El tipo era fantástico: sudaba, temblaba, se retorcía... Si hubiera elegido meramente al azar, habría acertado el 50 por ciento de las pruebas: esto es 48, 49 o 51, 52... Si hubiera acertado 63 veces, hubiera sido paranormalmente bueno; y si sólo hubiera adivinado 37 ensayos, sería paranormalmente malo. Y... Acertó 52.
Paranormalmente normal.
Y lo publicamos. Fue pedagógico: si desafiáramos con experimentos sencillos nuestras creencias económicas, políticas y personales, cambiaríamos nuestras vidas.
Debe usted de tener muchos ejemplos.
¿Por qué compra determinadas marcas? ¿A quién vota? Teste sus creencias: apunte, mida, compare y verá que muchas de sus creencias carecen de razones.
lunes, 15 de noviembre de 2010
REFLEXIONES DE MÓNICA: ¡LO QUE ME SUCEDE ES TERRIBLE!
viernes, 12 de noviembre de 2010
EL TREMENDISMO DE EL PAÍS
Veamos los 4 titulares principales de la portada de ayer:
- "La presión de los mercados pone a Irlanda al borde del abismo"
- "Cataluña exige su dinero a la SGAE"
- "El presidente envía a Argel a Moratinos en plena crisis del Sahara"
- "El PP reclama que los inmigrantes en paro vuelvan a sus países"
Fijémonos en los enunciados: "¡Abismo!", "Exige", "Crisis", "Reclama"... ¿No os ponéis nerviosos con solo pronunciar estas palabras? Y es que la sociedad terribiliza mucho. Mediante estos titulares nos vamos alimentando los unos a los otros con un tremendismo que no nos hace ningún bien.
OK. Irlanda tiene problemas de financiación y deuda... y es muy posible que aumente el paro y que se tengan que apretar el cinturón... pero de ahí al... ¡abismo! (sea lo que sea que signifique) hay un trecho muy grande.
Exagerar los peligros y las alarmas nunca es una buena estrategia. No nos conviene hacer las cosas por miedo en vez de por sano deseo de divertirse... El miedo llama al miedo. Si queremos convertirnos en personas sanas, fuertes y equilibradas tenemos que apreciar más lo que poseemos, ¡todos los días! ¡a cada rato!
Sin embargo, en la contraportada de El País de ayer también se podía leer un texto sano, reparador. Era una entrevista con Shujaa' Graham, un afroamericano que estuvo 3 años en el corredor de la muerte por un delito que no cometió. Al final de la entrevista, se puede leer:
" Emocionado, se seca el sudor de su cráneo y borra las lágrimas con sus manos, al tiempo que dice: 'Cuando salí estaba muy enfadado. Frustrado en realidad. Pero tuve que dejar atrás mi odio. Tenía que hacerlo para seguir adelante. Si no, ahora estaría destruido'.
Estas palabras de Graham son palabras sabias, muy diferentes a las exigencias absolutistas de los titulares de portada. La vida nos da y nos quita... y no pasa nada... incluso está bien que sea así... Si aceptamos ese hecho, podremos disfrutar de las maravillas que siempre, siempre, hay a nuestro alrededor.
Un abrazo.
Rafael
jueves, 11 de noviembre de 2010
REFLEXIONES DE MÓNICA: ¿FERNANDO ALONSO SERÁ GANADOR AUNQUE NO CONSIGAEL MUNDIAL?
2- Si por circunstancias varias quedara tercero sería un poco más tonto que el segundo y si quedara cuarto un poquito más y quinto un poquito más, con lo cual no podría estar ni contento ni tranquilo porque sería bastante tonto y ser tonto es algo muy malo.
3- Si por un desastre del universo quedara el último ya sería horrible y horroroso porque sería el más tonto de la galaxia, un verdadero inútil , una persona despreciable, un desgraciado que no merecería estar en este mundo.
domingo, 7 de noviembre de 2010
REFLEXIONES DE MÓNICA: ¿ENTENDEMOS BIEN EL TIEMPO?
“Hombres y mujeres e incluso niños demasiado pequeños para caminar, llevan una máquina pequeña, plana y redonda bajo sus vestidos, atada a una cadena de metal pesado, colgada alrededor del cuello o la muñeca, una máquina que les dice la hora. Cuando este ruido del tiempo pasa los papalagi se lamentan: Terrible, otra hora se ha esfumado!!, y , entonces, como norma, ponen una cara sombría, como la de alguien que vive una gran tragedia. Sorprendentemente, porque inmediatamente después comienza una nueva hora. Nunca he podido comprender esto pero creo que debe ser una enfermedad. Lamentos comunes entre la gente blanca son: el tiempo se desvanece como el humo, o el tiempo corre, dame un poco más de tiempo...
En Europa hay poca gente que tenga realmente tiempo. Tal vez nadie. Por eso la gente corre por la vida como una piedra lanzada. La mayoría camina mirando al suelo y balancean los brazos para llevar mejor el paso. Parece que piensen que un hombre que camina rápido es más valiente que otro que lo hace poco a poco... creo que el tiempo se les escurre de las manos como una serpiente deslizándose por una mano húmeda, sólo porque tratan de aferrarse a él. No dejan que el tiempo venga a ellos, sino que corren detrás con las manos abiertas. No se permiten malgastar el tiempo tumbados al sol. Siempre quieren mantenerlo en sus brazos, hacerle y dedicarle canciones e historias. Pero el tiempo es tranquilidad y paz amorosa, gozo de descansar y de yacer imperturbable en una alfombra. Los papalagi no han entendido el tiempo y, por consiguiente, lo han maltratado con sus prácticas bárbaras... cojamos sus pequeñas y redondas máquinas del tiempo, pisémoslas y digámosles que hay más tiempo entre le alba y el ocaso del que un hombre normal puede gastar”.
¿Os sentís identificados con esta manera de entender el tiempo?, yo sí, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos no paramos de correr, vamos a trabajar corriendo, comemos corriendo y vamos a recoger a los niños al cole o a hacer otras actividades corriendo. Cuando llegamos a casa también intentamos darnos prisa en arreglar todas las cosas para podernos ir a dormir rapidito... para estar preparados para correr al día siguiente... y les decimos cosas a los niños como éstas “Venga, venga a cenar deprisa..., corre, corre que hay que dormirse pronto..., no pueden ser las 10 y que todavía estés despierto...” ¿Parece una maratón no?. Estamos pendientes todo el día de esa máquina pequeña que describe el jefe samoano, pendientes del reloj... ¿y cuando disfrutamos?.
Pero en nuestras manos está el cambiar esta manera de entender el tiempo e intentar disfrutar un poco más de todo lo que hacemos durante el día. En “La Escuela de Felicidad” se menciona el movimiento slow y Carl Honoré dice “Detente, haz las cosas más despacio, organízate para hacer menos pero mejor, si te detienes aparece un tiempo de reflexión que hace replanteártelo todo”.
En nuestro trabajo, en las escuelas, en otras actividades... tenemos que cumplir un horario porque nuestra sociedad actual está establecida así, pero no hay que perder la perspectiva de las cosas. Hay que aprender a disfrutar más de nuestro entorno, de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestro trabajo... y eso no lo vamos a conseguir corriendo. Tenemos que dedicar más tiempo a lo más importante y dejar para después todo lo demás y lo único importante es nuestra capacidad de amar.
Hay que intentar aprender a ralentizar nuestra vida y a disfrutar más de lo que hacemos, aprender a detenernos.
En “La Escuela de Felicidad” Carl Honoré lo resume muy bien “No hay mayor pérdida de tiempo que desperdiciar una vida corriendo”.
Chicos!!, vamos a intentar que nuestro día a día no sea una maratón sino un paseo tranquilito y priorizar, cuando nos apetezca, el sacar tiempo para tumbarnos al solete como decía el jefe samoano, porque el tiempo es tranquilidad y paz.
Besos a todos,
Mónica
miércoles, 3 de noviembre de 2010
ENTREVISTA CON OSCAR PISTORIUS, UN EJEMPLO OLÍMPICO
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"¡Fuego, fuego!", despiertan los amigos del colegio al niño Oscar Pistorius (Johanesburgo, Sudáfrica, 1986), hoy velocista paralímpico, gastándole una terrible broma tras haberle escondido las prótesis sobre las que se sostiene desde que a los 11 meses tuvieron que cortarle las piernas a la altura de las rodillas por una malformación.
"¡Deténgase! ¡Deténgase!", le gritan a Pistorius siempre en los aeropuertos, porque mientras va de un lado a otro, trotamundos incansable en su intento de alcanzar la marca mínima para competir como uno más en los Juegos Olímpicos, siempre hace saltar las alarmas de los controles con el metal de sus piernas. "¡Explosivos! ¡Explosivos!", parecen ladrar los perros el día que le detienen y esposan en Ámsterdam porque sus prótesis despiertan sospechas, ese olfato canino entrenado, tras una sesión de tiro en Johanesburgo con el objetivo de mantenerse en forma para la caza de antílopes, su otra pasión.
Conclusión: "Veo gente que se siente engañada, que siente que la vida les debe algo, que tienen una actitud dura. Recibo e-mails contándome que el hermano de alguien ha perdido sus piernas y está deprimido, pero las cosas pasan por una razón. Hay que decidir entre disfrutar lo que uno tiene o estar amargado por lo que no. Es una decisión sencilla, ¿no? O eres positivo, o hundes a todo el mundo a tu alrededor", dice Pistorius, récord mundial y oro paralímpico en 100, 200 y 400 metros en la clase T-44, mientras sorbe una Coca-Cola tras explicar sus experiencias en la Semana del Deporte Inclusivo, organizada por Sanitas en Madrid.
La madre de Pistorius, que en 2008 consiguió que se reconociera su derecho a competir en los Juegos si lograba la marca mínima, está muerta. A los 11 años, le dejaba conducir su coche. Con frecuencia, le dejaba cartas de ánimo en la sandwichera. Y así, de a poco, esculpió una personalidad expansiva que se resume, entre otras cosas, en cómo alecciona al fotógrafo mientras posa: "¡Genio! ¡Eres un genio!", le grita.
"Mi madre estaba loca", se ríe. "Me enseñó que no debía compararme a los demás, que siempre habría gente mejor y peor que yo, que debía centrarme en ser la mejor versión de mí mismo". "Hay mucha gente que tiene minusvalías, pero no solo físicas. Hay gente con vallas en su vida", razona después de trasladar la cita del comedor a la terraza para huir de los cigarrillos. "El deporte enseña a los niños a ser humildes en la victoria, a tener dignidad en la derrota y a trabajar", añade tras contar esas anécdotas de hombre sin piernas porque huye de la compasión malentendida, porque se siente igual que cualquiera, y porque discutir sobre la normalidad de su vida, en el fondo, le parece anormal, de tan normal que la ve él.
Llegan los huevos estrellados: "¡Esto sería genial para un día de resaca!", se ríe. Antes, saca el pasaporte y muestra su foto, la de un hombre con la cara amoratada y la nariz destrozada: tuvo un accidente en una lancha y hubo que sacarle de ahí en helicóptero. Antes, se estrelló un par de veces con su moto, que es la misma de Rossi, pero adaptada. Y siempre, con esas piernas futuristas a las que le dicen cheetah, compitió por correr más rápido, por llegar antes, por ser el primero. "Sí", suelta mientras apura el café, "es verdad que me encanta la velocidad".
LOS APUNTES DE MÓNICA: MANTENERSE CUERDO EN ESTE MUNDO IRRACIONAL
Ella es enfermera desde hace casi veinte años de un hospital psiquiátrico, ayer me explicaba que antes los pacientes que llegaban a urgencias de su hospital eran pacientes con unas patologías la mayoría de las veces muy definidas, patologías de libro me decía ella. Pues bien, ahora el tipo de pacientes que llega a urgencias está cambiando desde hace un tiempo. La mayoría de pacientes que llegan ahora son pacientes con problemas difusos de ansiedad o depresión debidos a las circunstancias de su vida. ¿Qué quieres decir le pregunté?, pues que sus circunstancias familiares (estructura familiar, trabajo…) son muy duras y no lo saben encajar de la manera apropiada. ¿Es curioso no?.
En nuestras manos está en ver o no terrible lo que nos sucede en esta vida y somos nosotros los que tenemos la llave para cambiar esos pensamientos. Está bien tener trabajo y tener una familia estructurada, pero no olvidemos que sólo necesitamos estar vivos para ser felices. Perder el trabajo no es tan importante, podemos ser muy felices sin trabajo. En una situación de indigencia en un país como el nuestro, si mentalmente estuviéramos sanos, podríamos llegar a ser muy felices y tener la oportunidad de hacer muchas cosas por nosotros y por los demás.
Es verdad que nuestros políticos, los medios de comunicación…. no nos ayudan mucho y pintan el quedarse sin trabajo como la pérdida de la integridad como seres humanos. Es absurdo pensar así, primero porque no es verdad que el trabajo esté relacionado con nuestra integridad como personas y segundo porque si nos quedamos en el paro, pensando así no vamos a solucionar nada. En cambio si quitamos presión a este asunto, nos tranquilizaremos y será más fácil encontrar el camino para buscar un nuevo trabajo.
Estamos en un mundo irracional pero no nos lo tenemos que creer y convencernos de que somos nosotros los que tenemos la llave para cambiar nuestro diálogo interno.
Mil besos,
Mónica
martes, 2 de noviembre de 2010
EL DÍA DE MI MUERTE, PONED ARETHA FRANKLIN, POR FAVOR
Si una cosa tenemos segura en nuestra vida es que algún día vamos a morir, así es la vida, todo tiene un principio y un final, todo es perecedero. Si conseguimos integrar esto en nuestro pensamiento y no negar la muerte sino verla como algo natural, veremos las cosas con más tranquilidad. La muerte forma parte de la naturaleza, por tanto no debe ser tan mala, es un estado neutro que hay que aceptar, así es la vida!!
“Y es que la muerte nos puede ayudar a ponerlo todo en perspectiva. Si lo peor que nos puede suceder ya está asegurado, ¿por qué temer? ¿Hay algo por lo que realmente merezca la pena que nos preocupemos?... Tomar lo positivo que te da la vida, pero sin apegarse a ello. Aceptar las circunstancias negativas e inevitables, pero sin apegarse tampoco a ellas. No exagerar, no dramatizar, jugar a vivir. Aunque parezca paradójico, es la actitud más responsable en la vida”
(La Escuela de la Felicidad. Rafael Santandreu).
Un ejercicio muy bueno es pensar en nuestra propia muerte, yo os propongo una cosa ¿por qué no le ponéis música a vuestra muerte?, ¿qué música os gustaría que sonara el día de vuestro funeral?, ¿una música triste o alegre?
Comentando este tema con unos amigos salió de todo y nos echamos unas buenas risas... Yo ya he escogido mi música y es la canción “Think” de Aretha Franklin, y me gustaría que sonara bien fuerte!!! Sería genial que con esa canción el día de mi funeral, la gente se olvidara un poquito de sus penas e incluso se arrancaran a bailar... ¿ Y vosotros cual vais a escoger?
Un beso a todos,
Mónica
lunes, 1 de noviembre de 2010
LA ACEPTACIÓN INCONDICIONAL
Resumen de la conferencia de Rafael Santandreu en Can Déu el 25/10/2010: “LAS RELACIONES HUMANAS”.
- IMPORTANCIA:
Aprender a llevar mejor las relaciones humanas en diferentes ámbitos como la pareja, el trabajo, la familia, los amigos… es importante. Pero lo primero que hay que saber para llevar mejor las relaciones es que no necesitamos a la gente para estar bien y ser felices. Si queremos mejorar nuestras relaciones con la familia, amigos, trabajo… hay que aprender que no necesitamos a nadie para estar bien, por lo tanto si por lo que sea las cosas nos van mal, lo podemos dejar estar porque no les necesitamos.
En la vida las cosas nos las tenemos que tomar con ligereza, no hay que terribilizar. Cuando pensamos que una relación es para nosotros muy esencial, nos estamos metiendo presión y la presión es el enemigo número uno de la paz interior. Hay que aprender a sacarse presión.
Por lo tanto “nadie necesita a nadie”. Es bueno intentar mejorar las relaciones, pero si al final no lo conseguimos, pues mala suerte, hay otra gente en el mundo y si no estamos con nadie, tenemos que saber que solos también podemos ser muy felices.
- ACEPTACIÓN INCONDICIONAL DE LOS DEMÁS:
Para llevarse bien con los demás hay que aceptar incondicionalmente a los demás y eso tiene cuatro pasos:
1. Aceptar la parte positiva del otro.
2. Esquivar su parte negativa.
3. Definir si quiero estar o no con él.
4. Sugerir el cambio.
1. ACEPTAR LA PARTE POSITIVA DEL OTRO:
En una entrevista que le hicieron a la actriz Mª Luisa Merlo, ella afirmaba que tenía los mejores amigos y le preguntaban : ¿eso no es exagerar? A lo que ella respondió: “No, es verdad que tengo los mejores amigos, pero para tener los mejores amigos tengo un secreto: pedir a mis amigos lo que me pueden dar y no pedirles lo que no me pueden dar”.
Nosotros cometemos el error de pedirles a nuestros amigos todo y no podemos ser buenos en todo, no somos perfectos, nadie es perfecto. Por ejemplo, el amigo que se acuerda de todos los cumpleaños, seguramente no será el amigo al que podrás llamar a las 3 de la mañana para pedirle consuelo delante de un problema. Por tanto, no podemos pedirle TODO a nuestros amigos porque seguro que en algo nos van a fallar y si les vamos rechazando por sus fallos, al final nos quedaremos sin amigos porque no encontraremos al amigo perfecto.
Las relaciones humanas son como un collage que está formado por diferentes piezas y cada pieza nos aporta una cosa distinta.
2. ESQUIVAR SU PARTE NEGATIVA:
Para llegar a la aceptación incondicional de los demás, hay que esquivar las partes negativas de esa persona, nos tenemos que olvidar de esa parte negativa, nadie es perfecto, intentar que esa parte negativa no nos afecte.
Por ejemplo tenemos un amigo que siempre llega tarde, pues esquivar esa parte negativa sería no quedar con él en la calle en pleno invierno. Si tienes un amigo que si le prestas dinero no te lo devuelve, pues hay que aprender que en ese ámbito no le podemos ayudar.
No podemos cambiar a la gente. Cada uno somos como somos, pero nosotros muchas veces nos emperramos en cambiar a la gente para tenerlo todo y al final lo que ocurre es que nos vamos quedando solos, porque acabamos rechazando a la gente.
Todos podemos dar unas cosas y otras no, por lo tanto piénsatelo mucho antes de rechazar a nadie. Hay que intentar no rechazar a nadie nunca. Solemos rechazar a las personas con mucha facilidad. Cuando exigimos, exigimos y rechazamos y rechazamos, se convierte en una espiral. Todo el mundo tiene algo precioso para darnos.
La aceptación incondicional de los demás también tiene que ver con la aceptación incondicional de uno mismo. Si aceptamos incondicionalmente a los demás, también nos aceptaremos incondicionalmente a nosotros mismos cuando fallemos. Si somos muy exigentes con los demás, también lo seremos con nosotros mismos. Por lo tanto la aceptación incondicional de los demás también es aceptarse incondicionalmente a uno mismo y entender que los demás no nos tienen que exigir tanto.
Tenemos que intentar ser más flexibles con nuestros amigos, pareja… pero ellos también lo tienen que intentar ser con nosotros. Por lo tanto tenemos que frenar a amigos y familiares que nos exigen demasiado porque sino la vida se convierte en algo muy complicado.
Un ejemplo es lo que ocurre en las cenas de Navidad, se organizan cenas que no nos apetece nada ir pero nos vemos obligados a ir porque sino nos criticarán y no seremos una buena hija, una buena hermana… Pero hay que renunciar a eso, si no quieres ir a un evento no vayas. Seguro que nosotros podemos organizar algo a nuestro gusto con esa gente y lo haremos con ilusión y disfrutando. Si no exigimos tanto dejaremos que las cosas fluyan y todo irá mejor.
3. DEFINIR SI QUIERO ESTAR O NO CON ESA PERSONA:
En la pareja tenemos que aceptar a la otra persona tal y como es. A veces las parejas se quejan una de la otra, pues estaría bien que no terribilizaran y aceptaran que tienen media pareja si la otra mitad la ven llena de fallos. Pero tener media pareja es mejor que no tener nada ¿no?. Tenemos que fijarnos en lo que tenemos y en lo que podemos hacer y no en lo que no tenemos y no podemos hacer. No sirve de nada quejarse, no nos va a llevar a una solución.
Para acostumbrarnos a aceptar los fallos está bien reflexionar: “todos tenemos muchas habilidades para estar con una persona aunque falle”, otra cosa es que queramos estar o no con esa persona, porque solos también estamos bien.
Si no dramatizamos las cosas malas, no nos diremos cosas como “me quiero separar porque no lo soporto más”, está claro que podemos soportar a la otra persona y podemos estar bien si esquivamos su parte negativa, otra cosa es que queramos o no estar con esa persona. Si no terribilizamos veremos las cosas mucho más claras.
4. SUGERIR EL CAMBIO:
Me gustaría aceptar a mi pareja y que ella me aceptara a mi, pero para mejorar realmente lo mejor es sugerir y no exigir. Hay que acostumbrarse a pasar todas las quejas y exigencias a sugerencias y decirnos cosas como “cariño me gustaría que ….(hicieses o no hicieses tal cosa)… pero si no lo haces yo te querré siempre y yo voy a ser feliz porque no es necesario que tú hagas tal cosa… para que yo sea feliz”.
De esta manera se suelen conseguir más cosas de la otra persona porque al no exigir nada, la otra persona no se resiste y suele ceder. Cuando nosotros exigimos algo, nos amargamos y nos hacemos débiles a nosotros mismos y también hacemos más complicado que la otra persona cambie.
Un ejemplo de esto es “el fenómeno de la cola del pan”. Cuando alguien se cuela en una cola de un supermercado por ejemplo es efectivo decirle “mire, señor o señora, se está colando, pero le dejo que pase primero”. La otra persona entonces lo que suele decir es: “no, se está colando usted, pero pase primero”. La conclusión es que al final somos nosotros los que pasamos primero, en cambio si nos enfadamos seguramente empeoraríamos la situación y es probable que esa persona no cediera y acabara colándose.
Cuando decimos las cosas exigiendo, estamos transmitiendo que eso es muy importante para nosotros, en cambio si no exigimos sino que sugerimos, pues le quitamos importancia a las cosas y es más probable que las otras personas no se resistan y acaben haciendo lo que sugeríamos. Esto funciona con los amigos, compañeros de trabajo, familia, pareja, niños… Además, cuando sugerimos a las otras personas y estas deciden cambiar, esto tiene mucho mérito y se valora más que si exigimos y la otra persona acaba cediendo.
Esto con los niños también funciona, al niño que se le dice siempre las cosas exigiendo, luego todo se le tiene que decir exigiendo para que haga caso. Eso sí, con los niños hay que actuar siempre de la misma manera porque si una vez sugerimos y otras exigimos lo que vamos a conseguir es confundirlos. La mejor educación es la que sugiere no la que exige, pero nos da miedo de que si a nuestros hijos no les exigimos ciertas cosas no las vayan a cumplir. Lo ideal con los niños es sólo sugerir, pero hay que ser muy repetitivo y cuidado con no exigirles a ellos pero si a otro miembro de la familia, porque entonces les estaremos confundiendo. Lo peor es hacer las cosas a medias porque entonces generan confusión.
Tenemos que aceptar que el mundo es imperfecto. Cuando no aceptamos las imperfecciones del mundo, nos estamos peleando con la humanidad y si intentamos organizar cosas perfectas aún la podemos liar más y pueden surgir comportamientos radicales…
A veces nos inventamos conceptos como el de puntualidad o justicia, y les damos mucha importancia… Un poco de importancia a estos conceptos está bien pero demasiada no, porque entonces ya estamos exagerando.