Hola a todos!!, el pasado 21 de enero nuestros amigos de Málaga tuvieron su tercera tertulia!!!, os dejo con el resumen que han preparado que es estupendo!!!.
Todavía no tienen fecha para la siguiente tertulia que seguramente será la primera quincena de febrero, en cuanto nos digan la fecha la anunciaremos en el blog.
Como siempre muchas gracias a nuestros amigos de Málaga y en especial a Marilú, Miguel y Verónica por el gran trabajo que están haciendo.
Un beso a todos,
Mónica
3ª tertulia Escuela de Felicidad en Málaga
¡Estupenda tertulia!, así, de entrada. Comenzamos las tertulias de Escuela de Felicidad 2013 en Málaga en un nuevo espacio, una de las aulas de la Academia Newton Septium (Paseo de Los Tilos, muy cerca de la estación de autobuses), donde nos reunimos un buen grupo de tertulianos dispuestos a mirar este nuevo año de un modo más racional.
Antes de comentar un poco cómo transcurrió esta primera tertulia, queremos agradecer al propietario de la academia su detalle al permitirnos utilizar sus instalaciones, ¡muchas gracias Daniel!.
Al asistir a esta tertulia personas que no estuvieron en las anteriores, comenzamos por presentarnos y hablar un poco de la razón y el origen de las tertulias, para a continuación entrar de lleno en el tema propuesto para este mes, concretamente el capítulo primero de El arte de no amargarse la vida “Transformarse es posible”.
Nuestra compañera Marilú (¡muchas gracias!) estuvo conduciendo la tertulia y proponiendo diferentes preguntas que propiciaron un debate continuado durante la hora y media de tertulia, en el que pudimos participar exponiendo nuestro punto de vista y proponiendo nuevas preguntas de forma que el tema se estuvo retroalimentando continuamente gracias precisamente a la intervención de cada uno de nosotros.
Se daba la circunstancia de que algunos tertulianos, al no haber asistido a la anterior, no habían leído el primer capítulo, pero entre las opiniones de todos pudimos darle un buen enfoque racional a esta propuesta, la de transformarnos para ser más felices, y llegamos a la conclusión de que es posible, ¡por supuesto!.
Comentamos acerca de ideas como:
- Cada uno de nosotros es capaz de ir avanzando para vivir mejor, plenamente, intentando dejar atrás una vida “normal” por otra más plena, cada uno según sus deseos
- ¿Tenemos los recursos necesarios para esta transformación?
- Muchas limitaciones nos las creamos, imponemos y creemos nosotros mismos
- Nuestra forma de pensar determina nuestras emociones
- Ante un mismo hecho cada persona puede responder de forma diferente según su diálogo interior
- Los miedos cotidianos nos envuelven y limitan
- A veces “desmenuzar” esos miedos puede ayudarnos a vencerlos
Se comentó en diferentes momentos la importancia de ser objetivos en algo fundamental: no nos afecta lo que nos sucede, sino lo que pensamos sobre lo que nos sucede.
Curiosamente al poco de comenzar la tertulia el tema principal derivó en un debate (¡estupendo!) sobre los miedos y cómo nos limitan, destacando dos por encima de los demás: el miedo a perder el empleo o no encontrar uno, y el miedo a la soledad.
Debatimos sobre los miedos racionales e irracionales, y aunque las opiniones eran variadas, estuvimos de acuerdo en que una cosa eran los miedos racionales “de serie” como son los que nos puedan quedar de nuestros orígenes como seres humanos en un medio bastante complicado en la prehistoria (el típico miedo a “que viene el león a comerme”), y otros los que nosotros vamos formulando, “criando” y alojando en nosotros mismos al no mantener un pensamiento racional al respecto, los miedos irracionales, que son los que nos limitan cada dos por tres.
Trabajamos sobre un caso práctico de miedo ante un posible despido, de una persona a la que cada mes estaban llegándole noticias de que “al mes siguiente esto va a ir fatal, nos vamos a enterar…”. Esa persona podía irse hundiendo ella misma esperando mes a mes para ver qué pasaba pues “tenía claro” que algo malo pasaría (el despido posiblemente), u optar por mantenerse en calma y simplemente pensar que si al mes siguiente le llegaba esa mala noticia, pues ya se ocuparía entonces, y que después de todo, no era el fin del mundo…
Igualmente dedicamos un buen rato a debatir acerca del miedo a la soledad, siendo una cuestión en la que aparecieron opiniones diversas pero que coincidían en dejar claro que estando nosotros solos no hay motivo real para estar ni sentirse mal, si podemos compartir ratos con gente ¡estupendo!, pero estar solo no significa estar mal.
Para la tertulia de febrero propusimos el capítulo 2 de El arte de no amargarse la vida, “Piensa bien y te sentirás mejor”, y así continuar con el ritmo del libro para ir repasando sus capítulos uno a uno. En cuanto concretemos el lugar y el día disponible (comentamos que esta sala es estupenda para las tertulias), lo anunciaremos, esperando que podamos vernos en la primera quincena de febrero.
Para terminar, propusimos un sencillo ejercicio de inteligencia emocional con el que practicar a diario si es posible hasta la próxima tertulia, y luego contar cómo nos ha ido; trataba de cómo darnos cuentas de que cada día tenemos un buen número de ocasiones en que nos sentimos bien, preguntarnos qué sentimos en esos momentos para identificar los momentos positivos, e irle ganando terreno a los momentos negativos y neutros, clasificando racionalmente cada uno en su sitio.
Un auténtico placer haber compartido esta nueva tertulia, y animar a todos a trabajar en estas próximas semanas para no amargarnos la vida. ¡Nos vemos en febrero!.