martes, 29 de enero de 2013

REFLEXIONES DE MÓNICA: CRÓNICA DE LA ÚLTIMA TERTULIA EN BARCELONA

Hola a todos!!, el pasado lunes día 21 tuvo lugar otra de nuestras tertulias en Barcelona, esta vez estrenábamos Centro Cívico,  Can Déu y la verdad que fue un lujazo, una sala enorme para nosotros solos!!! Pero lo guay es que la llenamos, había más de 70 personas!! increíble!!


Uno de mis propósitos es aún con tanta gente no perder el ambiente familiar y yo creo que lo logramos y lo lograremos en el futuro, todo depende de cómo enfoquemos la tertulia.


Esta vez tenía preparado el capítulo número 12 del libro de Rafael, pero me pareció que para que la gente que venía por primera vez, supiera de qué iban las tertulias, pues era interesante el hacer un pequeño resumen de cómo funcionamos, de lo que tratamos y sobre todo dar cuatro cosas de la TREC. ¿Qué pasó?, pues que consumimos las dos horas sin darnos cuenta y no pudimos hacer nada de lo que teníamos preparado!!!, la gente participó enormemente y tuvimos aportaciones muy muy interesantes, hasta hicimos algún A,B,C!! increíble!!!


Para las próximas tertulias intentaré respetar el tema que toca, así que lo trabajaremos al principio y luego abriremos las tertulias a que cada cual pueda decir o preguntar lo que le interese.


Os dejo con los apuntes que preparé para el día 21 y que trataremos en la siguiente tertulia de Barcelona que será el día 18 de febrero, a las 19:00 horas en Can Déu.


Un beso a todos y muchas gracias por participar!!!


Mónica


RESUMEN DEL CAPÍTULO NÚMERO 12 DE "EL ARTE DE NO AMARGARSE LA VIDA": SUPERAR EL MIEDO AL RIDÍCULO.


TERTULIA DEL 21 DE ENERO DE 2013


 


- La vergüenza es un problema más grave de lo que nos pensamos. Por vergüenza nos podemos perder muchas cosas.


- El temor a hacer el ridículo es el temor número 1 de nuestra sociedad.


- Para combatir la vergüenza tenemos dos vías: Primero: No darle importancia a la sensación de ridículo, que es normal la emoción de la vergüenza y que es imposible eliminarla del todo. Segundo: Entender que nuestra imagen social es muy poco importante, si esto lo pensamos en profundidad, tendremos muy poca sensación de ridículo porque nos importará muy poco lo que los demás piensen de nosotros.


- La experiencia de hacer el ridículo,  no es tan mala, no es una sensación tan desagradable, de hecho nunca nadie se ha muerto por hacer el ridículo!!


- Existen unos ejercicios conductuales llamados "los ejercicios de la vergüenza", que consisten en experimentar una y otra vez la sensación de ridículo hasta perderle el miedo. El objetivo es perderle el miedo a la vergüenza y darnos cuenta de que después de haber hecho el ridículo la vida sigue igual.


- El origen de la vergüenza es la necesidad inventada de mantener una cierta imagen positiva basada en logros o capacidades. Nuestra valía se basa en nuestra capacidad de amar y no en nuestras capacidades o logros. Las personas emocionalmente fuertes se centran en lo realmente valioso y no en su imagen. Las personas con carisma tienen en común su sólida independencia de la opinión ajena.


- Para llegar a lo más alto hay que saber estar abajo y estar bien. No necesito ser rico, elegante, guapo para tener valor. Tener esta filosofía de vida es muy importante porque es imposible no "ser menos" y es que en un círculo determinado podemos encajar perfectamente pero en otro seguro que no encajamos.


- Si no nos dejamos engañar por las apariencias y valoramos por encima de todo nuestra capacidad de amar, la autoimagen deja de ser importante. Las personas más maduras y fuertes son aquellas que pueden visualizarse con hándicaps y ser felices.


- Así que cuando alguien nos diga: "Pero qué tonto eres", nosotros pensaremos y diremos: OK, es posible pero estoy orgulloso de no necesitar ser listo. Al margen de eso ¿quieres colaborar y hacer cosas divertidas conmigo?


- Si alguien nos falta al respeto, le daremos muy poca importancia a las palabras feas. Mucho más importante que los logros y capacidades es la capacidad de amar y en segundo lugar las ganas de hacer cosas valiosas.


- La imagen no es tan importante como nuestra capacidad de disfrutar de la vida y hacer cosas valiosas.


- Si somos muy sensibles a las opiniones de los demás, bromas... también nos afecta a nuestra capacidad de desarrollarnos. Es normal que los demás se rían un poco de nosotros. También nosotros nos podemos reír de ellos.


- Nuestra fortaleza no está en defenderse de las críticas ajenas sino en estar por encima de ellas. La imagen personal no es tan importante porque siempre encontraremos gente que no la respete.


- La solución no es defender nuestra imagen a capa y espada sino no darnos tanta importancia ¿para qué sirve la imagen?, la mejor filosofía es la que defiende que todos tenemos el mismo valor independientemente del sueldo, habilidades, imagen...


- Uno de los miedos que tenemos ahí muy metidos, es el miedo a hablar en público, para superar este miedo funciona el visualizarse en la peor situación, es decir que lo hacemos fatal, pero aún así podemos estar bien, puesto que yo soy algo más que esa conferencia.


- Cuando tengamos que hablar en público y eso nos suscite algún temor podemos decirnos: si no sale bien ¿aún puedo ser feliz?, ¿es tan importante para mí este discurso?, ¿si no lo hago bien, podría tener una vida interesante?


- Los valores que yo tengo son: ¿hablar en público bien? o ¿el amor a los demás?, las personas ¿me deben valorar por mis habilidades o por mi capacidad de amar?


- Es interesante rodearse de buenos amigos que éstos son aquellos que nos aman aún con todos nuestros defectos. Por lo tanto tampoco hay que tener miedo a hacer el ridículo con ellos.


- La vergüenza y el ridículo son sensaciones molestas, pero experimentadas de vez en cuando no son el fin del mundo.


- La vergüenza, el miedo al ridículo también se basa en que tenemos la creencia irracional de que necesitamos la aprobación de los demás. Nos tenemos que liberar de esta creencia irracional. Nos liberamos de la necesidad de aprobación de los demás cuando comprendemos que estar abajo no es  ningún problema. Estar abajo y estar bien es estar arriba.


- La vergüenza y el temor al ridículo se vencen pensando que nuestra imagen no es tan importante más que enfrentándose a ese miedo.


- Nadie necesita a nadie, así que tampoco necesitamos la aprobación de los demás.

4 comentarios:

  1. Este es uno de los capítulos que más me gustan. En el fondo lo que hay es orgullo herido. Es miedo a que nos consideren menos o nos menosprecien, aunque no nos lo manifiesten directamente.

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  2. Exacto, Alberto!!!!! Es la lucha que mantenemos por ser más. ¿Por qué? Por que desde pequeños se nos ha juzgado y valorado por nuestros logros y nos hemos identificado con nuestra imagen exterior. Estamos desconectados de nosotros mismos, del gozo de ser nosotros, y necesitamos una satisfacción sustitutiva: ser más. Para ser más hemos de mostrar "lo bueno" y reprimir "lo malo". Somos como un producto que estamos publicitando y en ello nos perdemos a nosotros mismos. EN LA LUCHA CONTRA NOSOTROS MISMOS NO PUEDE HABER UN GANADOR.
    Todo esto os lo escribo desde mi propia experiencia y el darme cuenta de ello me ayuda muchísimo. Estoy re-aprendiendo a disfrutar siendo yo, aquí y ahora.
    Besos
    Amparo

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  3. jose manuel jimenez30 de enero de 2013, 20:47

    en el fondo no aceptar criticas o sentirnos molestos porque se rian de nosotros no deja de ser un bajo nivel de acepacion de la frustracion.
    seria interesante comenzar por volver a poner los principios de estar vivos... respirar, beber, comer... somos animales sociables y necesitamos de la comunicacion, pero no necesitamos que nos halaguen, ni necesitamos que no nos ofendan, si nos ofenden es mejor pensar que si supiesen realmente como somos, nos ofenderian mas (humor surrealista), cosas asi, nos haria menos vulnerables a lo que no depende de nosotros como es el pensamiento/accion de los demas.

    saludos

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  4. Después de leer el texto, (hace unos días me lo reenviaron por face), mi opinión sería: Me ha dejado el una opinión dividida.

    Por un lado pienso que como dice Mónica esto es una crisis MORAL , entre otras cosas, y por supuesto creo, que debe de haber alguien que se lo diga. Igual que cuando mi hija hace algo malo, sus padres se lo decimos, hay una consecuencia.

    por otro lado, creo, que los políticos en este caso, no deberían de ser responsables de nuestras debilidades emocionales ., si estamos bien amueblado , esa cuestión no estaría haciendo tanto daño, se vería con mucho enfado la situación , pero con menos problemas de ansiedad y depresión.
    un accidente, una enfermedad... mil cosas que ocurren a diario no son justas pero no tenemos a quien echarle la culpa.

    Mirar uno de mis hermanos, es militar permanente en el pardo y ahora por la crisis se encuentra en AFGANISTAN, hablamos cada 2 días , es alucinante las fotos que envía... las mujeres no tienen derecho a nada, los niños con 8 años ya están con armas y como me decía en una conversación el otro día. "Aquí la vida no vale nada, puedes robarle la vida a quien sea por nada y no pasa nada"...

    creo que nos hemos acostumbrado a sabrevalorar lo que es justo y lo que no... así que para mi este tema, ni blanco ni negro, me quedo con un GRIS CLARITO.

    un abrazo!!

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