" Si vas a
Troya llevarás grandes gestas que te darán gloria inmortal pero morirás
prematuramente ; si te quedas en tu casa vivirás una vida larga y tranquila y
morirás de viejo rodeados de quienes te habrán querido de manera que solo ellos
te recordarán y cuando se vayan también desaparecerá tu nombre".
"Con la
flecha clavada en el talón el Pélida recordaba la piel de Briseida, los prados
con Quirón, la cola de la túnica de su madre, la risa de su padre... Abrazado a
esas remembranzas ahora los veía como los tesoros más preciosos que se pudiera
tener. Le parecía que más valía ser un siervo en el campo que reinar entre
todos los muertos y ocupar en el mundo de los vivos un instante fugaz de
nostalgia".
La mitología
griega no sólo es un pozo fascinante de aprendizaje sino que para mi es
una fuente imprescindible para satisfacer las exigencias de mis hijos a la hora
de reclamar su cuento cuando les toca conmigo. Aunque en la parte del
derrocamiento de Urano por parte de Cronos hubo que poner bastante tacto...
Yo como siempre
me hago rogar un poco les digo ¡ni los
dioses pusieron tantos trabajos a Hércules! , pero la verdad es que como padre
no hay momento en el que me sienta más feliz que cuando me toca contarles el
cuento. Y como es de esperar , luego otro y otro...hasta que nos quedamos todos
dormidos.
Muchas personas a
lo largo de su vida han perseguido la fama como fuente de felicidad, aun
sabiendo que podría acortar su vida.
En una encuesta hecha a atletas :Death in the Locker se llegó a
la conclusión que más de un cincuenta por ciento de los
deportistas tomaría una droga indetectable que “les garantizase ilimitadas
victorias deportivas durante cinco años, incluso aunque fuesen
seguidas por muerte súbita.
La fama es una cualidad neutra. Ni buena ni mala. Hay quien la busca y hay
quien la rehúye.
No sé si os creeréis que empecé a usar mascarilla en la seguridad social (
antes sólo la pantalla), para que la gente no me reconociera por la calle
Mayor. ¡ Algunos hasta me enseñaban la boca para que les dijera que arreglo
tenía!. Y los que habían tenido una mala experiencia conmigo, a recurrir
al running!!
El problema es identificar la fama con la felicidad. Vemos a los famosos y
nos imaginamos que llevan una vida fácil, perfecta... Vamos , que lo tienen
todo!!!
Y nosotros ¿como vamos a ser felices con nuestras carencias?. No somos tan
guapos , tan elegantes, tan ricos, tan extrovertidos...
Leí hace un mes en el País que
"Hollywood ya no oculta sus depresiones". La lista de nuestros
modernos Aquiles es interminable :
Brad Pitt , Ben Affleck, Brooke Shields, Gwyneth Paltrow ,
Sarah Michelle Gelle, Anne Hathaway, Ashley Judd, Zach Braff o Maureen
McCormick,Catherine Zeta-Jones, Jon Hamm ,Owen Wilson ... Como
reconoce en la misma entrevista, mientras que todos desearíamos ser Brad Pitt,
él, por el contrario, preferiría cambiar su nombre y desaparecer en el
anonimato...
Homero nos enseñó hace unos 2800 años que no es la fama lo
que nos da la felicidad sino el apreciar las pequeñas cosas y el amor a la vida
. Y ojalá no esperemos a darnos cuenta
de esto cuando nos entra la lucidez en la cercanía de la muerte.