REFLEXIONES DE MÓNICA: “LOS CONTROLADORES TIENEN QUE PAGAR MUY CARO LOQUE HAN HECHO...”

Los protagonistas de este puente de la Constitución sin duda alguna han sido los controladores aéreos. El pasado viernes quedó cerrado el espacio aéreo español porque los controladores aéreos no acudieron a sus puestos de trabajo. A partir de aquí, empezaron a ser noticia en los medios de comunicación y sólo se hablaba de: Los controladores aéreos, de AENA, del Gobierno y del estado de alarma. Empezaron a ser, a través de las informaciones que nos daban, los seres más malvados del universo y,  deberían pagar muy caro por lo que han hecho...

He recogido algunos de los comentarios hacia los controladores que han ido saliendo estos días en los medios de comunicación. Se han dicho cosas como éstas:

- “Un pequeño pero salvaje grupo de trabajadores ha tenido secuestrado a nuestro país durante más de 24 horas, son los controladores aéreos, con un comportamiento de auténticos piratas del aire...”

- “estos matones del aire no han hecho una huelga, sino que lo que han hecho ha sido no acudir, a su puesto de trabajo, sin importarles el respeto debido a las personas a las que se deben, de las que cobran...”

- “España no se puede permitir el lujo de verse secuestrada en movimientos aéreos por unos tipos de baja estopa moral, si es que les queda alguna...”

- “En ocasiones, algunos colectivos se permiten el lujo de poder poner al país de rodillas de vez en cuando, humillándonos a todos, al país de los ciudadanos, de esos millones de personas que nos dedicamos a trabajar, producir, crear riqueza, pagar impuestos e intentar llegar a final de mes...”

- “No sé legalmente que se les puede hacer, pero opino que todos aquellos que han dejado a los ciudadanos colgados, a los hoteles vacíos, compañías aéreas paradas,.. se les aplique el despido sin indemnización, van a saber lo que es bueno...”

- “Pepe Blanco se lo debería tomar en serio y encontrar la posibilidad de despedir a todas estas sanguijuelas que se creen que han nacido diferentes...”

- “Algunos controladores están aprovechando la oportunidad que ofrece Internet y los blogs para expresar sus opiniones...”

- “Qué canallada más grande, a ver si el gobierno les castiga como se merecen...”

Los pocos controladores que han hablado, no demuestran tampoco mucho cariño en sus declaraciones, es el caso por ejemplo de Cristina Antón que expresa a través de su blog sus opiniones:

- “Me decís que pobrecitos vuestros parientes, que no podéis ir a verlos. Yo he tenido un fin de semana libre en nueve putos meses. Han operado a mi madre tres veces y la he visto cinco días Y os atrevéis a decirme que vuestras familias son más importantes que la mía...”

¿Qué os parecen estas opiniones?. En todas estas declaraciones incluidas la de los controladores se respira bastante ira. Realmente durante estos días no se ha parado de juzgar a este colectivo, no se ha juzgado sólo su acción de no ir a trabajar, acción que no fue muy elegante por su parte y, que ocasionó muchos trastornos a mucha gente, sino que también se ha juzgado su integridad como personas, se ha juzgado todo su ser. “Es imposible que un colectivo pueda cobrar tanto, es terrible lo que han hecho y lo deben pagar muy caro”. Seguramente este colectivo actualmente tampoco lo esté pasando muy bien...

Hay un post de hace unos días escrito por Rafael:“Calma con Dragó” en el que nos decía que nunca seremos felices sino dejamos de juzgar. Igualmente esto que ha ocurrido con los controladores enlaza muy bien con el tema de la última conferencia en Can Déu, donde se trató el tema de la justicia. Tenemos un amor desmesurado a la justicia y muchas veces por culpa de ese amor perdemos la serenidad y lo que es más curioso eso no nos ayuda a resolver nuestro problema. No tenemos que olvidar que no necesitamos la justicia para ser felices.

Tenemos que aprender a juzgar sólo las acciones de las personas no su integridad, así como aprender a rebajar nuestro nivel de justicia porque siempre en la vida van a haber injusticias y lo tenemos que aceptar.

Ante una adversidad como la provocada el pasado viernes por los controladores, no tenemos que terribilizar, es una adversidad, una incomodidad, pero no hay que exagerar, no es terrible, no es igual que quedarse sin brazos ni piernas ¿verdad?.

Con calma y serenidad si que podremos encontrar una solución. Hay que reflexionar que cuando nos encontremos con menos justicia de la esperada eso no es tan grave. Si los controladores hubieran valorado así su situación laboral, sin exagerar, seguramente habrían optado por otras opciones para protestar y no hubiran fastidiado a tanta gente. Independientemente de su acción, no tenemos que caer en el insulto o la crítica salvaje o pensar que se les tiene que dar un fuerte castigo, sólo por un concepto de justicia.

Gandhi decía:

“Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego..." 

"A la violencia lo más fácil es responderle con violencia...”

Un beso a todos,

Mónica