miércoles, 15 de diciembre de 2010

YO, SACRALIZO!

Como decía Andrés Montés, el comentarista friki de La Sexta, "la vida puede ser maravillosa". En los monasterios zen de enseña a conseguir vivirla de esa forma y el método consiste en "sacralizar" las actividades cotidianas, esto es, hacerlas sagradas.

Cuando barres los pasillos del monasterio, tienes que hacerlo despacio, prestando toda atención a lo que haces, con elegancia, maestría y eficacia. ¡Toda una obra de arte en la disciplina del barrido! Cuando planchas la ropa en la lavandería, lo haces con cariño, cuidado y amor... Y así con todas las tareas del día.

La idea de sacralizar tu vida consiste en hacer algo mágico de cada día, sacarle todo el partido posible... No hacer por hacer, deprisa, sin amor! Nada de hacer las cosas sólo para obtener un resultado! Si no atender al proceso, al camino... ¡ahí está la felicidad!

Los psicólogos hacemos nuestra esta propuesta zen y la recomendamos en forma de prescripción. A veces, decimos: "El próximo deber es que intentes sacralizar tres tareas cada día". Y eso es solo el principio porque a la larga, de lo que se trata es de hacer sagrado todo tu día!

Un abrazo!
Rafael

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