jueves, 30 de agosto de 2012

SER "COOL" DE VERDAD

Estos días he leído una entrevista a una actriz argentina que se llama Maricel Alvarez,sobre todo de teatro, pero también de cine, que me ha encantado. Es una chica súper talentosa que ha salió en Biutiful con Bardem y ha trabajado con Woody Allen.

Le preguntan:

"¿Cómo llevas las menciones a tu fisonomía que se publicaron en diferentes partes del mundo? Por ejemplo, The New York Times dijo: "Con su nariz majestuosa, la actriz no es guapa, pero si cautivadora".

Qué tema la belleza, qué tema, y sobre todo en el mundo del cine. La verdad es que yo no me puedo hacer cargo de cómo me ven los demás.Si respondo a los cánones de belleza del mercado o no, qué se yo. Desde mi punto de vista, para mí, por suerte, nunca fue un tema de peso, pero a lo mejor desde el punto de vista de parte de la cinematografía, es una cuestión de estado. Esos debates en torno a tu físico no tienen mucho sentido. Si mi nariz es grande o pequeña, fráncamente, no es un tema a debatir.
Yo soy actriz con esta cara y esta nariz. No me voya cambiar ni me quiero cambiar. No me sometería a algo tan cruel sóolo para satisfacer las necesidades de un mercado con el que, además, yo no estoy de acuerdo. A mí se me puede criticar la forma de actuar, pero no el tamaño de mi nariz, que me parece un sinsentido".

Yo quiero ser así de guay y cool, como Maricel, como ella porque eso es ser racional y fuerte como Stephen Hawking.
Darle importancia a la belleza física es una tontería porque:

a) Todos la vamos a perder muy rápido. Es algo que se va, mega perecedero.

b) Si quieres tener una autoestima sólida durante toda tu vida, no la bases en la belleza física.

b) En la distancia corta, la realidad, es que lo que nos atrae, nos llena de armonía y buen rollo es el buen rollo, es la energía personal de la gente. ¿Pruebas? Yo he conocido un montón de chicas monas que eran un peñazo y que la gente se aburre con ellas. No quieres estar con ellas, a no ser que seas un peñazo también.

c) Dando importancia a esas chorradas, te pierdes lo bueno de la vida... Digamos que dejas de invertir en lo "precioso" de verdad: buenas conversaciones, disfrutar la naturaleza, tener buenos amigos, hacer cosas artísticas, disfrutar del arte...

Sí, sí, hay una relación inversa entre fijarse en nimiedades y fijarse en cosas valiosas, porque tiempo y energía para ¡todo no hay!

Así que nosotros elegimos: ¿me voya hacer fuerte de una vez como Stephen Hawking o voy a marear la perdiz muchos años de mi vida en torno a la debilidad? Podemos optar de una forma decidida y firme por ser guays, tener una autoestima sólida y contribuir a la cordura, el amor y la diversión en el mundo.

Pero decide: ¿le voy a dar importancia a la belleza física y chorradas por el estilo? ¡No way!

Un abrazo desde Buenos Aires, qué gran ciudad!
Rafael

lunes, 20 de agosto de 2012

LA PERSEVERANCIA

Hola, amigos!
Os escribo desde Buenos Aires donde hace un fresquito fantástico (es invierno).
Hoy me gustaría hablar de la perseverancia, la práctica y la conveniencia de llevar un diario de nuestros progresos racionales.
Éstos días, estoy leyendo sobre los filósofos antiguos: Pitágoras, Sócrates, Platón, Diógenes y el esclavo liberto Epicteto. Cuando hablan de forjarse a uno mismo, de convertirse en personas más fuertes y vibrantes, todos hacen alusión a la práctica, al entreno, a la perseverancia!

En la actualidad, los filósofos son "profesores de historia de la filosofía"... no auténticos filósofos. Porque un filósofo verdadero es una persona que practica lo que enseña, que vive según las directrices de lo que enseña. Pitágoras vivía en comunidad poniendo en común todos los bienes, estudiando, haciendo deporte, meditando y haciendo geometría...

Existen formas de labrarse y hacerse mejores, de aprender a disfrutar de la vida, pero pasan por el trabajo, pasan por entrenarse como si fuésemos diariamente al gimnasio o a la piscina.

Una de las prácticas más provechosas, que ya practicaban los filósofos clásicos, es llevar un diario emocional. Apuntar en una libreta los asuntos que diariamente asaltan nuestras emociones y anotar un esquema del combate racional que hemos llevado a cabo. Poco a poco, día, a día, seremos más y más fuertes.

Un abrazo porteño a todos!!
Rafael

domingo, 19 de agosto de 2012

REFLEXIONES DE MÓNICA: SOBRE LAS RELACIONES DE PAREJA

Hola a todos, hoy os escribo desde un pueblecito de Burgos donde estoy veraneando. Aquí la vida es diferente, se vive en contacto con la naturaleza, no hay prisas. Es genial hablar con las personas mayores del pueblo porque te das cuenta que tienen una fortaleza emocional considerable. Han tenido una vida difícil, algunos pasaron cuando eran pequeñitos la guerra y las penurias de la posguerra y sin embargo, ahí están como campeones y disfrutando de lo que tienen. Aprendieron que cuando uno se cae se puede levantar y solo.

Pero hoy vamos a cambiar de tema, me estoy leyendo un libro muy interesante que me han dejado, “Como mejorar las relaciones íntimas”, es de Albert Ellis. Es un libro difícil de encontrar, pero si lo buscáis lo encontraréis en las bibliotecas. Me ha gustado un esquema que hay y que os voy a transcribir aquí a ver qué os parece.

Un beso a todos,

Mónica.



“LAS SIETE DIRECTRICES PARA UNA BUENA RELACIÓN DE PAREJA Y PARA UNA BUENA COMUNICACIÓN”

 1. Acepte a su pareja “tal como es”: Acepte que, si mantienen la relación es para encontrarse bien juntos, no para arreglar, reformar o perfeccionar a su pareja. Responsabilícese de sus propios sentimientos. Puede permitirse el influir en su pareja, pero no exigirle que tiene que cambiar y dele también la libertad para que influya en usted. Sí, para que le persuada y le informe.

2. Manifieste su aprecio con frecuencia: Reconozca con frecuencia las cosas buenas de su pareja, aunque sea por pequeñas cosas. Encuentre, descubra o, incluso, cree cosas que valora realmente en su pareja. Y hágaselo saber. La sinceridad y la honestidad son muy importantes aquí. Y evite una relación de tipo “asesino”, criticando frecuentemente a su pareja.

3. Comuníquese desde la integridad: Sea honesto respecto a las creencias y las evidencias que estén en desacuerdo con sus propios puntos de vista de lo que está sucediendo. Cuando su pareja tenga razón, admítalo. Sea sincero, pero con tacto. Acepte la existencia de diferentes percepciones de una misma cosa. Establezcan el acuerdo de no castigarse uno a otro, y háganlo honestamente. Acuerden que ambos van a ser honestos, y que van a creer en la honestidad del otro.

4. Comparta y explore las diferencias con su pareja: Explore los desacuerdos con su pareja con el fin de ir hacia una resolución superior que acepte partes de lo dos puntos de vista. O con el fin de estar de acuerdo en el desacuerdo. Además, esté dispuesto a llegar a un compromiso, sin fingir que está de acuerdo cuando, en realidad, no lo está.

5. Apoye los objetivos de su pareja: No renuncie a su propia integridad ni a sus puntos de vista o deseos importantes, pero vaya hasta donde se lo permita su honestidad par apoyar a su pareja, aún cuando usted esté claramente en desacuerdo.

6. Concédale a su pareja el derecho de equivocarse: Respete el derecho de ambos a ser una persona falible (su derecho a cometer errores y a aprender de sus experiencias y errores). No respete sólo su propio derecho a ser un ser humano proclive a equivocarse.

7. Reconsidere sus necesidades como objetivos: Objetivos que puede alcanzar con posterioridad. Cuando no consiga lo que quiere o desea, recuerde que no tiene por qué conseguir lo que quiere, ¡ahora o nunca!



martes, 14 de agosto de 2012

CONFERENCIA EN BUENOS AIRES

CONFERENCIA EN BUENOS AIRES

Queridos amigos bonaerenses!
El próximo 22 de agosto a las 19h. daré una conferencia en la librería Cúspide, en el barrio de Recoleta.
La entrada es gratuita y después firmaré libros.
Y si alguien se anima, después podemos ir a tomar tapas y cerveza!
Hasta pronto!!
Rafael

viernes, 10 de agosto de 2012

REFLEXIONES DE MÓNICA: ¿AYUDAR COMO SEA A LOS FAMILIARES Y AMIGOS?

Muchas veces nos entra la neura de tener que ayudar a los demás y sobre todo a nuestros familiares. Nos llegamos a hacer incluso responsables de su felicidad!!!
Tengo un caso muy cercano, un familiar con tendencia a la depresión, desde siempre ese familiar ha estado en ese estado, muy pocas veces ríe, casi siempre está con cara de pocos amigos y es difícil verle disfrutar de las cosas. Su estado normal es estar ausente de las actividades que se puedan estar haciendo y, su visión de las cosas y de la vida es muy negativa.

Cuando tienes a alguien cercano y querido en este estado nos suele incomodar mucho. Nos podemos llegar a poner muy tristes. No nos gusta ver a un ser querido así. Es como cuando alguien nos llama para contarnos un problema y se nos pone a llorar. Uff!, realmente cuando la otra persona se pone a llorar, nosotros a nosotros mismos nos decimos que “no puede ser que llore”, “tiene que dejar de llorar como sea!!”.

Nos incomoda mucho esa situación por lo que nos decimos a nosotros mismos sobre esa situación, por cómo valoramos esa situación, no por el acontecimiento en sí. Y a veces lo que intentamos hacer como sea es que deje de llorar la otra persona, porque esa situación es insoportable para nosotros!!, pero más por lo incómodo que nos resulta a nosotros esa situación en sí. Es curioso ¿verdad?. No digo que no nos interese lo que le pueda pasar a la otra persona, pero existen una serie de situaciones que intentamos evitarlas como sea, o intentar que duren lo menos posible por la valoración que hacemos nosotros mismos de esas situaciones.

El caso es que a veces con los familiares actuamos de manera curiosa. En este caso que os cuento de este familiar, a mí durante muchos años me entró la neura de hacer todo lo posible para que estuviera bien, organizar actividades, viajes, regalos, cosas en las que ese familiar se pudiera sentir bien y disfrutar. He tardado muchos años en darme cuenta que cada uno somos responsables de nuestros sentimientos, y por lo tanto, de nosotros no dependen los sentimientos de los demás. Todas las actividades chulas que hemos organizado para mi familiar, no le han hecho cambiar, ha seguido igual..., porque realmente uno cambia cuando quiere cambiar, uno sale de la depresión cuando asume que él es el único responsable de estar depresivo. Hasta que eso no ocurra no se producirá ningún cambio.

Con este afán de ayudar a los familiares a veces lo que conseguimos es todo lo contrario, nos convertimos en facilitadores. Tendemos a protegerles en exceso, les intentamos dar un entorno seguro y así lo único que conseguimos es hacerles más débiles emocionalmente. Lo único que está en nuestras manos ante un familiar así, es decirle que en manos de un buen profesional el cambio es posible, pero primero tiene que querer cambiar. A veces con la neura de ayudar y ayudar a nuestros seres queridos lo que hacemos es fastidiarla.

Dom Dimattia un discípulo de Albert Ellis nos dijo hace unos meses en una conferencia: Cuando una persona deja de trabajar y coge la baja por depresión, sería aconsejable que no cobrara ni un céntimo. Un régimen garantista no ayuda a salir de la depresión. Hay que dar las herramientas adecuadas a estos pacientes para que espabilen y se quiten la etiqueta de “soy un pobre depresivo” y salgan de su entorno de seguridad que cada vez se hace más y más pequeño. Cobrar durante la baja no facilita su recuperación.

Es heavy Dimattia, eh?. Pero yo estoy totalmente de acuerdo y he cambiado el chip con mis familiares y amigos. Me encanta escuchar a los demás, pero no quiero favorecer en hacer más débiles a mis seres queridos. Se trata de, si sabes, ofrecerles las herramientas que puedan estar a nuestro alcance para que ellos solos tomen las riendas de sus problemas y nosotros, tener empatía hacia ellos que no es lo mismo que tener simpatía. Teniendo simpatía hacia ellos nos contagiamos de sus creencias y así poca ayuda les podemos ofrecer. Con empatía entendemos lo que les ocurre pero no compartimos sus creencias irracionales.

Resumiendo:

- No somos Dios y de nosotros no depende el bienestar de los demás.
- Uno cambia cuando quiere cambiar sino, no hay nada que hacer.
- No nos incomodan las situaciones sino, lo que nosotros pensamos sobre las situaciones.
- A veces hay situaciones que nos incomodan tanto, como ver sufrir a un ser querido, que intentamos evitar y solucionar esas situaciones como sea. Por ejemplo cuando alguien llora. Podemos soportar que alguien llore y nosotros simplemente estar ahí sin hacer nada y estar bien. Estando nosotros tranquilos podremos dar más sosiego al que nos cuenta sus problemas. Se trata de tener una actitud de empatía y no de simpatía hacia el familiar o amigo.
- Todos si queremos podemos buscar las herramientas para solucionar nuestros problemas.
- Cada uno somos responsables de nuestros propios sentimientos.
- Intentar estar nosotros bien y felices es la mejor ayuda que podemos ofrecer.

Un beso a todos,

Mónica