viernes, 10 de agosto de 2012

REFLEXIONES DE MÓNICA: ¿AYUDAR COMO SEA A LOS FAMILIARES Y AMIGOS?

Muchas veces nos entra la neura de tener que ayudar a los demás y sobre todo a nuestros familiares. Nos llegamos a hacer incluso responsables de su felicidad!!!
Tengo un caso muy cercano, un familiar con tendencia a la depresión, desde siempre ese familiar ha estado en ese estado, muy pocas veces ríe, casi siempre está con cara de pocos amigos y es difícil verle disfrutar de las cosas. Su estado normal es estar ausente de las actividades que se puedan estar haciendo y, su visión de las cosas y de la vida es muy negativa.

Cuando tienes a alguien cercano y querido en este estado nos suele incomodar mucho. Nos podemos llegar a poner muy tristes. No nos gusta ver a un ser querido así. Es como cuando alguien nos llama para contarnos un problema y se nos pone a llorar. Uff!, realmente cuando la otra persona se pone a llorar, nosotros a nosotros mismos nos decimos que “no puede ser que llore”, “tiene que dejar de llorar como sea!!”.

Nos incomoda mucho esa situación por lo que nos decimos a nosotros mismos sobre esa situación, por cómo valoramos esa situación, no por el acontecimiento en sí. Y a veces lo que intentamos hacer como sea es que deje de llorar la otra persona, porque esa situación es insoportable para nosotros!!, pero más por lo incómodo que nos resulta a nosotros esa situación en sí. Es curioso ¿verdad?. No digo que no nos interese lo que le pueda pasar a la otra persona, pero existen una serie de situaciones que intentamos evitarlas como sea, o intentar que duren lo menos posible por la valoración que hacemos nosotros mismos de esas situaciones.

El caso es que a veces con los familiares actuamos de manera curiosa. En este caso que os cuento de este familiar, a mí durante muchos años me entró la neura de hacer todo lo posible para que estuviera bien, organizar actividades, viajes, regalos, cosas en las que ese familiar se pudiera sentir bien y disfrutar. He tardado muchos años en darme cuenta que cada uno somos responsables de nuestros sentimientos, y por lo tanto, de nosotros no dependen los sentimientos de los demás. Todas las actividades chulas que hemos organizado para mi familiar, no le han hecho cambiar, ha seguido igual..., porque realmente uno cambia cuando quiere cambiar, uno sale de la depresión cuando asume que él es el único responsable de estar depresivo. Hasta que eso no ocurra no se producirá ningún cambio.

Con este afán de ayudar a los familiares a veces lo que conseguimos es todo lo contrario, nos convertimos en facilitadores. Tendemos a protegerles en exceso, les intentamos dar un entorno seguro y así lo único que conseguimos es hacerles más débiles emocionalmente. Lo único que está en nuestras manos ante un familiar así, es decirle que en manos de un buen profesional el cambio es posible, pero primero tiene que querer cambiar. A veces con la neura de ayudar y ayudar a nuestros seres queridos lo que hacemos es fastidiarla.

Dom Dimattia un discípulo de Albert Ellis nos dijo hace unos meses en una conferencia: Cuando una persona deja de trabajar y coge la baja por depresión, sería aconsejable que no cobrara ni un céntimo. Un régimen garantista no ayuda a salir de la depresión. Hay que dar las herramientas adecuadas a estos pacientes para que espabilen y se quiten la etiqueta de “soy un pobre depresivo” y salgan de su entorno de seguridad que cada vez se hace más y más pequeño. Cobrar durante la baja no facilita su recuperación.

Es heavy Dimattia, eh?. Pero yo estoy totalmente de acuerdo y he cambiado el chip con mis familiares y amigos. Me encanta escuchar a los demás, pero no quiero favorecer en hacer más débiles a mis seres queridos. Se trata de, si sabes, ofrecerles las herramientas que puedan estar a nuestro alcance para que ellos solos tomen las riendas de sus problemas y nosotros, tener empatía hacia ellos que no es lo mismo que tener simpatía. Teniendo simpatía hacia ellos nos contagiamos de sus creencias y así poca ayuda les podemos ofrecer. Con empatía entendemos lo que les ocurre pero no compartimos sus creencias irracionales.

Resumiendo:

- No somos Dios y de nosotros no depende el bienestar de los demás.
- Uno cambia cuando quiere cambiar sino, no hay nada que hacer.
- No nos incomodan las situaciones sino, lo que nosotros pensamos sobre las situaciones.
- A veces hay situaciones que nos incomodan tanto, como ver sufrir a un ser querido, que intentamos evitar y solucionar esas situaciones como sea. Por ejemplo cuando alguien llora. Podemos soportar que alguien llore y nosotros simplemente estar ahí sin hacer nada y estar bien. Estando nosotros tranquilos podremos dar más sosiego al que nos cuenta sus problemas. Se trata de tener una actitud de empatía y no de simpatía hacia el familiar o amigo.
- Todos si queremos podemos buscar las herramientas para solucionar nuestros problemas.
- Cada uno somos responsables de nuestros propios sentimientos.
- Intentar estar nosotros bien y felices es la mejor ayuda que podemos ofrecer.

Un beso a todos,

Mónica

21 comentarios:

  1. Hola a todos, me siento completamente reflejada en lo que dice Mónica, siempre estoy pendiente de todo el mundo, que estén bién, mi ex marido, mis hijos, mis amigos, mi familia(hermanos...) y es agotador, de verdad , tengo que aprender a ocuparme de mi misma, pero es muy dificil porque todos acuden a mi cuando me necesitan, es realmente agotador , pero no quiero fallarles.
    un abrazo
    tere

    ResponderEliminar
  2. Te pongo un 10 por este artículo, por un lado queremos ayudar y es lo que tú dices si el otro no quiere no se puede, por otro lado cuando somos nosotros los que necesitamos ayuda solo queremos que nos digan lo que nosotros queremos escuchar, que complicado lo hacemos, cuando debería ser tan fácil, sufrimos por los demás cuando ni siquiera entendemos su problema, esto es absurdo. Gracias sigo diciendo que a mi lo que escribes me llega muy dentro, lo leo varias veces, y me hace reflexionar sobre muchas cosas, un biquiño, sigue así, mis felicitaciones

    ResponderEliminar
  3. Hola Mónica, me gustaría que me hicieras un fabor, explicarme los pasos A,B,C, , para trabajar sobre el libro y así empezar en Septiembre las tertulias que comentamos para hacer en Vilafranca, espero que me lo puedas enviar pronto. Muchisimas gracias
    un abrazo
    tere

    ResponderEliminar
  4. Hola Tere! En el otro post te hice un pequeñito resumen de los a, b, c. A ver si lo puedes mirar de allí porque me pillas sin ordenador y no te puedo copiar la resuesta aquí. Mira los comentarios del post de cómo superar el abuso verbal.

    Un besazo!

    ResponderEliminar
  5. Estupendo comentario, Mónica.
    Yo me he pasado 8 años de mi vida, en las Navidades, intentando que mi familia y la de mi marido estuvieran a gusto, que nadie se ofendiera ni se molestara por lo que otro pudiera decir, que nadie metiera la pata, etc. Además de preparar la comida y comprar regalos. Como podréis adivinar, no disfrutaba de las fiestas en absoluto.
    Finalmente, las tensiones latentes estallaron por fin y se armó y me liberé, porque vi que incluso viviendo un gran enfado me sentía mejor que con mi preocupación constante.
    A veces queremos controlarlo todo y a lo mejor ese mismo afán es el que crea los conflictos que tanto queremos evitar.
    Ahora procuro centrarme más en disfrutar de cada situación. Me cuesta, pero estoy en ello.
    Besitos
    Amparo

    ResponderEliminar
  6. Vivo con mi hija de dieciocho años y desde hace un año y medio sufre un transtorno mental que le altera el animo.Antes era una chica alegre con ilusiones y totalmente autonoma. No puedo estar del todo de acuerdo con el articulo, creo que somos muchos los familiares que tenemos que apoyar dia a dia a personas que por si mismas no se levantarian de la cama, no se asearian, no harian nada...
    En lo que si estoy totalmente de acuerdo es que hemos de trabajar emocionalmente(pensar en estar bien primero nosotros ,hacernos fuertes) y no hacernos daño mutuamente, sobreprotegiendo a quienes queremos.
    Me siento orgullosa de ayudar a mi hija, de estar a su lado cuando me necesita, de alejarme lo justo para no dañarnos y aunque el camino es largo, la recuperacion es mi mejor recompensa

    ResponderEliminar
  7. Hola mi nombre es Cristina,
    Mi marido es hipocondriaco. Tiene épocas mejores y peores, y últimamente cuando le da el bajón me siento mal porque me "aburren" estas situaciones.

    Se que no podré nunca entender como se siente un hipocondriaco, yo soy bastante positiva y activa, y en estos momentos siento que me corta las alas, que en casa me encontraré a una persona triste y sin ganas de hacer nada, y me siento mal por sentirme "aburrida" o por no saber como ayudarle, intento que salga que haga algo, digo que parece un alma en pena.
    ¿Cómo podemos actuar los que estamos cerca de personas así para que nos quiten la energía? yo hasta le he propuesto ir a una terapia conjunta para que me diga a mi como tratarle.
    Por cierto, yo escribo desde Madrid, intentaré convencerle para hacer terapia "on line"
    Muchas gracias,
    no sé ni como estoy escribiendo esto...

    ResponderEliminar
  8. Me cuelo aquí en tu conversación con Mónica: perdón.
    Pues tu marido tiene un problema, pero no es tan serio. Ámale, cuídale en la medida que disfrutes haciéndolo (más no) y disfruta tú de tu vida.
    Vivir con alguien neurótico o enfermo de alguna otra cosa puede ser bueno. Yo conocí a una chica bastante neurótica que sólo se encontraba bien cuando tenía un novio más neurótico que ella. Entonces, se olvidaba de sus neuras para cuidar y animar al otro: y era feliz!!
    Tú puedes aderezar tu vida con millones de actividades fantásticas, valiosas y divertidas. Tú marido es solo una parte de tu vida.
    Beso!!
    pd: en El arte de no amrgarse la vida encontrarás las herramientas para vivir con un neurótico: amor, humor y surrealismo.
    Rafael

    ResponderEliminar
  9. Genial que la ayudes y disfrutes del proceso. Yo creo que entonces co-laboras, más que ayudas... Tu obtienes un aprendizaje muy valioso a cambio: genial!
    Pero si no lo hicieras, tu hija se tendría que buscar la vida y ésa sería otra vía de mejora para ella... a lo mejor incluso mejor...

    En fin, ayudar está bien si:

    - Es más una colaboración en la que los dos obtienen cosas: diversión, aprendizaje, amor, energía...
    - Cuando no cercenamos la capacidad de aprendizaje del otro con tanta ayuda...
    - Cuando no "mimamos" atontolinando a los niños, jóvenes y personas mayores...
    - Cuando no esperamos nada a cambio; solo lo hacemos por disfrute y crecimiento personal (porque los demás no tienen porqué agradecer nada)
    - Cuando no nos descuidamos a nosotros mismos impidiéndonos ser felices.

    Más o menos, creo esto, aunque debe haber muchas excepciones, eh...
    Beso veraniego!!
    Rafael

    ResponderEliminar
  10. De colarse en conversaciones nada de nada!! Me siento súper orgullosa de que tú comentes mis posts!! Todo un lujazo!! Las mejores respuestas que podemos dar a nuestros lectores, son sin duda, las tuyas.
    Besos

    ResponderEliminar
  11. Gracias Rafael por contestar,
    la verdad es que descubrí tu blog y página después de comprar el libro de "El arte de no amargarse la vida" para mi marido (pero que no quiere leer).

    Al parecer su problema de hipocondría va relacionado con depresiones, (y no es la primera vez que le pasa, tiene 36 años y le ha pasado varias veces "gordas", siempre en verano y claro, todo el mundo de vacaciones, menos nosotros),

    Cada capitulo del libro que leo, veo que él podría ser el protagonista de todos: es hiperromántico, todo lo ve blanco o negro, y dentro de las cosas que "necesitas" es saber que yo estoy o voy a estar con él si una de esas enfermedades que cree tener fueran ciertas (¿pero no es suficiente depués de 18 años juntos?)

    El problema es que cuando eso pasa para su mundo, se queda en casa y sigue "pensando" (seguramente negativamente, por cierto); y yo, intento cuidar de mi pequeño, que siga siendo tal alegre, y hacer mi vida, pero
    ¿como se puede aderezar lavida con millones de actividades fantásticas, valiosas y divertidas, mientras la otrapersona no es feliz? yo me siento mal cuando hago algo y me "siento bien" o por no poder disfrutar de actividades juntos, y es duro abrir la puerta de casa y que la persona a la que más quieres te reciba apático, triste... y no poder ayudarle.

    Ahora le han mandado pastillas, está más tranquilo, pero sigue encerrado en casa, no deja de pensar, yo ya he sacado varas ideas del libro, que te agradezco por cierto, para la próxima conversación que quiera hablar, pero como podría convencerle de que tuviera una terapia contigo? (a distancia, estamos en Madrid). Dice que quiere afrontarlo solo, (lo que sea q crea que tiene), y hasta septiembre no volvera al psiquiatra.

    Siento haberme extendido tanto, pero gracias, escribiros me ha ayudado a no sentirme sola. (Pienso que voy a pedir cita para mi...)
    Cristina

    ResponderEliminar
  12. Dile de mi parte que él solo no puede con la hipocondría. He tratado a muchísimos casos y hay que ser muy machacón y persuasivo para hacerles cambiar; ¡se trata de los casos más costosos en cuestión de tiempo!
    No son graves como depresiones fuertes, pero la madre! algunos hipocondríacos son cabezones con ganas!
    Pero todos, todos, pueden cambiar!
    De todas formas, tú tienes que aceptar que, por ahora, él es así y:

    - sí que tiene buenos momentos
    - nadie es tan importante, ni siquiera tú
    - que tú disfrutes de la vida, es bueno para él, porque así no pensará que está arruinando la tuya sientiéndose todavía más culpable.

    Abre tu mente y hazlo así!!
    Rafael

    ResponderEliminar
  13. Hola me llamo Noemí y al contario de tu opinión Mónica, pienso que las palabras del señor Dimattia son totalmente desafortunadas.
    Actualmente, estoy pasando por una depresión de la que estoy intentando salir con terapia, con el libro “el arte de no amargarse la vida”, entre otras cosas. Ésta, no me ha permitido continuar con mi trabajo y he tenido que coger la baja, porque he llegado a perder la capacidad de poder realizar mis tareas como lo hacía anteriormente (seguramente si no lo hubiese hecho habría llegado a poner en peligro la vida de alguna persona).
    Las personas que padecemos depresión, al menos en mi caso, no dejamos de trabajar porque si, ni queremos llevar una etiqueta. Lo hacemos porque realmente nuestra capacidad de concentración y razonar disminuye notablemente, es imposible desarrollar tu vida con normalidad y además, me ha generado más estrés y ansiedad. Aunque no pueda desarrollar mi vida normalidad, no puedo obviar que tengo facturas que pagar y que la ayuda a mi recuperación también me supone un gasto, porque la terapia también cuesta dinero. No todo el mundo tiene un entorno que le apoye.
    La depresión es un problema de salud al igual que si te rompes un brazo, uno te imposibilita cognitivamente y el otro físicamente, por lo que pienso que no hay que menospreciarlo.

    ResponderEliminar
  14. Muchas gracias,
    QuizÁs la q tenga prisa sea yo.
    El tiene cita en septiembre pero quiere hacerse pruebas de todo, y no me dice porqué.
    Yo le digo q se lea el libro e intento q se plantee empezar la terapia online quizás poe creer q vosotros le entenderíais a la primera y un mes q empezaría antes.... pero sólo consigo qué se enfade conmigo...
    Cristina

    ResponderEliminar
  15. El comentario del Sr. Dimattia es un poco más que "heavy". Da la sensación de que se toma un poco " a la ligera" el tema de la depresión. Recuerda más a un empresario español que a un psicólogo profesional. ¿Dónde está la empatía?

    ResponderEliminar
  16. Hola, esta reflexión de Mónica, es un lujo para la sensibilidad de las personas, realmente todos nos sentimos identificados, tengo un hijo de 17 años con trastorno de personalidad, cree que es totalmente incapaz de relacionarse con los demás, y que cuando lo hace, solo finge. Le intentamos ayudar, tanto familia como profesionales, y él solo se aferra a su idea irracional de que nadie le acepta, él es normal, pero no lo cree así; en la actualidad está leyendo el libro “El arte de no amargarse la vida”, pues ha tenido una recaída emocional, se ve identificado, pero no cambia su idea, ¿cómo le podríamos ayudar, sin caer en la reflexión en la que se centra este comentario?.

    ResponderEliminar
  17. Hola Noemí, primero disculpa si en el post hay algún comentario desafortunado. Me interesan mucho los problemas emocionales y pienso que la depresión como el resto de problemas emocionales son problemas de salud. Claro que sí! Lo que Dimattia quiere decir es un poco más complejo de explicar. Salir de la depresión es del todo posible. Con ayuda de un buen terapeuta se puede romper ese círculo en el que se ha entrado. Pero el buen terapeuta no te va a consolar, va a entender por lo que estás pasando perovte va a poner las pilas. A veces las emociones nos bloquean tanto que hasta no somos capaces de continuar con nuestra vida normal. Para salir de la depresión hay que hacer un cambio cognitivo (de manera de pensar) y también conductual. Cuanto antes recuperemos nuestra rutina mejor y en cuanto nos desbloqueemos es interesante volver a trabajar, habiendo perdido el miedo a volver a trabajar. Este paso si estamos cobrando una baja seguro que nos cuesta más que si en casa no entrara ningún ingreso. Dimattia se refiere a eso. Es un psicólogo que ha curado muchos casos de depresión. No es que desvalore el tener una depresión, da consejos para una curación más rápida.
    En cualquier caso disculpas y si que tiene que quedar clara una cosa: de la depresión se puede salir y el terapeuta está para ponerle las pilas al paciente no para consolarle y eso conlleva que el paciente va a escuchar y a tener que hacer cosas que a veces no le van a gustar.

    Muchos, ánimos y sobre todo intenta ser perseverante en tu trabajo.

    Un beso

    ResponderEliminar
  18. Hola Francisco, yo creo que le puedes ayudar dándole mucho amor y poniéndole en manos de un buen profesional que le ayude. Y ademàs la mejor ayuda es que tu hijo a ti te vea feliz, eso será un gran aprendizaje para él.

    ResponderEliminar
  19. Hola. Me llamo Elísabeth y no estoy del todo de acuerdo. Tengo una hermana con un 95% de discapacidad física y psíquica. Hago todo lo que puedo por verla feliz. Ella es una persona muy sensible y con tendencia a la depresión y yo intento que su día a día sea feliz. Ella no tiene capacidad suficiente para organizar su vida, mucho menos su felicidad. Por supuesto que lo hago de todo corazón y no como una obligación.

    ResponderEliminar
  20. Genial artículo Mónica, me llega en el momento adecuado, ahora que estoy genial a raíz de trabajar mucho el arte de no amargarse la vida, a veces puedo haber intentado que mi gente cercana estuviera estupendamente, y eso no depende de mí, y hasta me puede llegar a estresar, lo mejor que puedo hacer es seguir tan bien, quererlos y aceptarlos completamente porque ya son maravillosos, aunque tengan fallos(como yo también tengo fallos), y en todo caso, sugerir de vez en cuando y sin ser pesado renunciando siempre a que cambie nadie. Estás haciendo un trabajo genial en el blog para mucha gente que desea estar feliz, un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  21. Muchas gracias David!!!!!
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar