jueves, 2 de agosto de 2012

REFLEXIONES DE MÓNICA: PODEMOS SOPORTAR EL ABUSO VERBAL Y MÁS

Desde siempre me han incomodado mucho las personas que en sus conversaciones elevan el tono de voz más de la cuenta. Quiero decir, aquellas personas que cuando hablas con ellas, utilizan los gritos y las malas maneras para dirigirse, en algunas ocasiones, a los demás. Seguro que todos conocéis a alguien que a veces se comporta así. 

Hoy me apetece hablar de este tema porque creo que es muy interesante. Hace unos días tuve una situación de éstas. En una reunión coincidí con alguien que se comporta habitualmente de esta manera. Chilla si se le lleva la contraria, gesticula exageradamente... Tengo que reconocer que a mí estas situaciones siempre me han incomodado mucho y... sabiendo la manera de comportarse de esa persona, siempre la he intentado evitar. Como veis otra de las tapaderas que utilizamos, si algo nos incomoda lo intentamos evitar... 

Lo que pasó es que esta vez fue imposible evitar esa reunión y en esa reunión se dijeron cosas que no le gustaron nada a esa persona en cuestión, con lo cual tuvo uno de sus ataques de ira bastante potente... en aquel momento, yo me bloqueé completamente y no fui capaz de articular palabra sobre lo que tenía que decirle. Cuando se dirigía a mí, lo hacía en plan despectivo, criticando de manera exagerada cosas del trabajo con tono agresivo e irónico a la vez. Tengo que deciros que yo me bloqueé completamente, no fui capaz de defenderme y se me hizo un nudo en la garganta que tardó un poquito en deshacerse... Además por dentro me decía a mi misma: ¡¡Por Dios, no se te ocurra ponerte a llorar ahora!!!, y eso hacía a la vez que el nudo se hiciera más grande!!! La reunión se acabó y yo me quedé un poco hecha polvo por la tensión de aquella situación... 

Ni que decir tiene que en los días siguientes intentaba no coincidir ni en el descansillo del ascensor con esa persona!!, mi conducta de evitación se había afianzado. Incluso evitaba las horas en las que esa persona cogía el ascensor!! 

Estos días he reflexionado mucho sobre ese incidente y he llegado a conclusiones interesantes que quizás nos sirvan a todos para superar situaciones en las que se produce un abuso verbal por parte de otras personas:

-         No es la otra persona con su abuso verbal la que nos produce la incomodidad, es lo que nosotros pensamos sobre esa situación lo que nos produce la incomodidad.

-         En el fondo cuando se está produciendo esa situación, pensamos que no la podemos soportar y eso no es verdad, podemos soportar perfectamente un chorreo verbal de alguien con un tono subido. Simplemente es una situación incómoda, pero ¿por qué vamos a elevar a insoportable lo que solamente es incómodo?

-         ¿Hay alguna razón para tener miedo a alguien que expresa sus opiniones de malas maneras?. No hay ninguna razón, simplemente si que habría que vigilar si nuestra vida corriera peligro, pero si no es el caso, no tenemos por qué tener miedo a esas situaciones. ¿Qué nós podría pasar?

-         La persona que actúa así, no está actuando de manera correcta, pero eso no la invalida 100% como persona. Simplemente está actuando de manera irracional.

-         El evitar, ¿nos ayuda a nosotros a crecer?, ¿nos ayuda en nuestro objetivo de convertirnos en personas emocionalmente fuertes? No, simplemente evitamos el enfrentarnos a situaciones que nos incomodan.

-         Enfrentarnos a situaciones que nos incomodan a la brava, eso sí, habiendo reflexionado previamente sobre el tema, es un ejercicio genial. Porque nos ayuda a perder esos miedos irracionales que nos surgen tantas veces y que no tienen ningún sentido.

-         No podemos controlar como actúan los demás pero si que podemos controlar que las actuaciones de los demás no nos afecten tanto.

-         De todas maneras, es normal que a veces según que situaciones nos sorprendan tanto que no sepamos gestionarlas con calma y tranquilidad. Mantenernos impasibles delante de según que situaciones, sin que nos afecten, tampoco sería normal.  No es un objetivo realista! Eso es lo que les ocurre por ejemplo a las personas que tienen algún transtorno mental.

- Si lloráramos en una reunión de trabajo delante de todo el mundo tampoco sería terrible!!. Somos humanos, el llorar es una conducta humana. No pasa nada si se llora. La historia viene sobre lo que nos decimos nosotros a nosotros mismos sobre el llorar. ¿Qué significa para nosotros el llorar?. Por nuestra educación y cultura, somos muchos los que pensábamos que llorar es igual a ser una persona débil, no apta quizás para ocupar según qué puesto de trabajo... Las lágrimas lo que nos demuestran es que somos humanos y que tenemos sentimientos.

-         Otra conducta que podemos tener en estas situaciones es la de utilizar nosotros también el abuso verbal, los gritos... esto suele ocurrir con frecuencia y entonces con nuestra conducta lo que hacemos es agravar el asunto, puesto que no vamos a mejorar la conducta de la otra persona, sino que seguramente empeoraremos la situación.

- A veces también nos decimos a nosotros mismos: ¡¡¡Es que yo no tengo por qué aguantar eso!!!. En la vida las cosas no nos salen siempre como nos gustarían, ni las personas de nuestro alrededor se comportan siempre como nos gustarían. Justamente el aprender a lidiar con situaciones así nos hará más fuertes emocionalmente.

-         Desde la calma y la tranquilidad podremos ver mejor las soluciones a nuestros problemillas y ¿por qué no?, si somos capaces de dirigirnos tranquilamente a esa persona, será también un aprendizaje para ella, puesto que en el fondo con sus gritos no consigue más que boicotear sus propios objetivos. 

Total que después de todas estas reflexiones he pasado a la acción y me he dicho a mi misma que ya se ha acabado de evitar estas situaciones incómodas, es más, si puedo las voy a buscar, sin hacer nada extraordinario, pero no voy a hacer por evitarlas. Así será una oportunidad para trabajar mi soportantitis y demostrarme a mí misma que este tipo de situaciones las puedo soportar perfectamente.

Ya no voy a evitar más a esa persona, la próxima vez que coincida con ella, no bajaré la cabeza,  la miraré directamente a los ojos y a ver qué pasa... no para desafiarla, ni mucho menos, sino cordialmente, sin perder de vista que esa persona puede actuar de manera locuela pero que eso no la invalida como persona. Y si se dan situaciones de chillidos, gritos, insultos... en definitiva de abuso verbal, serán unas oportunidades fantásticas para mí para practicar lo aprendido!!! 

Un beso a todos, 

Mónica

16 comentarios:

  1. Hola Monica, que buena la entrada de hoy.Me encanta cuando cuentas experiencias como estas porque es mas facil poner en practica lo aprendido. Ademas me viene al pelo porque estoy viviendo algo parecido con alguien con quien trabajo.La pregunta es que decirse a uno mismo en el momento en que te contestan asi y si se ha de asentir con la cabeza, o dar muestras de escuchar. O no contestar nada y mirar al suelo, que hacer? que pensar? justificarse de los ataques? defender tu trabajo? Haber si os ocutren cosillas....como habeis reaccionado vosotros?

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  2. La estrategia que mejor me ha resultado en estas situaciones es no hacer nada, es decir, me quedo mirando con cara de "pasta de moniato" hasta que al otro se le pasa la pataleta. A veces, tras un rato respondo lentamente y hablando muy bajito. Es importante que le cueste oírte.

    Hace unos años, sin venir a cuento, dos individuos que parecían drogados,me empezaron a gritar, haciendo ademán de golpearme. Mi estrategia fue correr lo más rápido posible. No pudieron cazarme. El atletismo es recomendable.

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  3. Genial post, Mónica.
    Yo creo que lo importante, Yolanda, es lo que sientes... no cómo reaccionas. Si reflexionas en profundidad tal y como explica Mónica, no te sentirás tan mal cuando la otra persona te chille y/o te menosprecie. Incluso se puede llegar a estar bastante sereno (y hasta razonablemente contento!); no tanto como si te tratasen bien, pero casi...
    Entonces, tu reacción será elegante y efectiva: hagas lo que hagas, digas lo que digas, quedará bien.
    Pero repasemos: es imposible estar en este universo y no encontrarse con episodios de malos modos verbales, pero está claro que el problema lo tiene la persona que los emite -no nosotros-.
    Tampoco se trata de un pecado mortal -no exageremos-. Se trata simplemente de que la gente se deja llevar por su "terribilitis" y les parece realmente que está sucediendo un ¡desatino! Fíjate que en las guerras las personas matan a otras personas por esas supuestas afrentas hasta que ya no se sabe quién comenzó el lío...
    A todos nos puede suceder. Yo he caído más de una vez en esas actitudes desagradables y pido perdón desde aquí: ¡estaba muy locuelo!
    Y nada más: un feliz agosto y de nuevo, gracias, Mónica por este fantástico post.
    Rafael

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  4. Hola Mónica,
    me a gustado mucho tu post. Yo también he pasado por situaciones similares...y se pasa mal.
    Recuerdo a mi jefa gritando, exagerando las cosas, y humillando, y yo sentada delante de ella sin atreverme sí quiera a pestañear, con un nudo en la garganta y las lágrimas a punto de saltar. Me sentía menos q nada.
    Pero eso era antes... Ahora ( y gracias a Rafael ) he aprendido a ser más fuerte y ya no dejo que los malos modos de la gente me afecten. Siguen sin gustarme...pero no me duelen como antes. Intento estar tranquila y escuchar con educación, y sí no estoy de acuerdo en algo, amablemente se Lo digo. El resultado no es siempre el que yo desearía...pero eso no me impide estar bien.
    Realmente las personas que actúan así es por que tienen un problema...bien sea por inseguridad, mala leche contenida o cualquier otra cosa...pero ese ya es su problema, no el mío.
    A mi me funciona, incluso mi jefa al verme tranquila y sin miedo, también se relaja y ahora las broncas son mucho más light que las de antes...
    No dejemos que este tipo de gente nos amargue el día!

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  5. Gracias por vuestros comentarios. Voy a aprovechar esta experiencia para practicar mucho y ya os contaré! :-)

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  6. Con Rafa siempre conseguimos dar una vuelta más al asunto, es genial!!!

    En mi caso lo que me queda por trabajar es que aún tengo esa creencia irracional de que: “Tratar así a la gente es intolerable!! y nadie debería comportarse así!!, debería predominar la solidaridad en el trabajo, en la vida y... en definitiva, no deberían existir las injusticias...”

    ¿Cuántos deberías he escrito?, pues unos cuantos... todo eso que yo digo es bueno que sea deseable y es preferible, ¡¡claro que sí!! Pero transformando esas preferencias en exigencias, con mi rigidez lo que consigo, es que cuando se dan estas situaciones en el trabajo por ejemplo, yo lo pase mal y hasta hace muy poco, vivía estas situaciones como insoportables de lo injustas que eran!! Ahhgg!! Qué rabia!! y luego esa rabia se convertía en tristeza... Cuidado con vivir tan pasionalmente y con extrema rigidez según que ideas…por nobles que parezcan…porque no son más que exigencias que nos van a dar más problemas que otras cosas...

    En la vida estas cosas pasan y, como dice Rafa pretender que este abuso verbal no exista es un objetivo muy poco realista. Por lo tanto, no nos queda otra cosa que aceptar que estas cosas pasan. Pero si nos amueblamos bien y conseguimos pensar de manera racional, nuestros sentimientos nos acompañarán y nuestra conducta irá acorde. Claro que podemos aguantar estas situaciones incómodas, e incluso las podemos ver hasta cómicas!!

    Funciona cuando alguien está en pleno ataque verbal, el tener un pensamiento racional alternativo como por ejemplo: “Menuda forma de actuar más locuela, no se da cuenta de que boicotea sus propios objetivos... Es posible que la gente haga lo que esa persona quiere por miedo, pero a la primera de turno van a pasar de él/ella”

    Un error que yo cometo muchas veces, sobre todo me ocurre en el ámbito familiar, es intentar convencer al que está terribilizando y que por tanto está muy, muy enfadado de que se equivoca pensando y actuando de esa manera. Eso chicos, ¡¡no funciona!!! Je, je... Rafa siempre nos dice que delante de alguien que terribiliza hay que aplicar el amor, humor o surrealismo. Intentar convencer a alguien en plena terribilización es gastar energías de manera absurda! Hay que dejarlo estar, ya se dará cuenta, si quiere, de que puede mejorar su manera de ver la vida.

    Conclusión, amueblarnos nosotros bien y ver todas estas experiencias de abuso verbal como unas oportunidades geniales para practicar lo que estamos aprendiendo en esta Escuela.

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  7. Me parece muy interesante la idea de ver esas situaciones como formas de entrenamiento. Creo que ese planteamiento es suficiente para distanciarse y generar calma.

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  8. Como siempre Mónica gracias por este post, yo pienso que la persona que utiliza ese tipo de abusos lo hace como si se pusiera un escudo, para tapar otras cosas, digamos que esa postura le da poder y se siente más fuerte, sigo pensando que el problema lo tiene él, pero tampoco se le puede rechazar por ese comportamiento, seguramente otras virtudes tendrá, nadie es perfecto, nadie lo somos, y a veces las debilidades se tapan así y se puede llegar a sentir el rey del mambo, también se puede arrepentir, simplemente actua así, porque es una costumbre, a lo mejor ni siquiera se da cuenta de lo borde de su actuación. A veces le damos demasiada importancia a las cosas, y ahí es cuando las exageramos, las cosas tienen la importancia que uno quiera darles. Me inclino a que te lo tomes con humor, no le des una categoría que no tiene. Gracias por seguir ahí, los que te leemos lo agradecemos un montón, biquiños

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  9. hola a todos, me parece genial el post de Mónica, pero yo planteo el caso contrario, cuando una persona en vez de ggritar y perder los extremos, te hace perder los extremos porque no habla, puede pasar días sin dirigirte la palabra, eso también es acoso "no verbal" y es duro, en este caso que creeis que se tendría que hacer?
    abrazos
    tere,

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  10. En mi opinión, no es tan malo que no te hablen. Tú a lo tuyo y ya está. Una vez más, si te dices a ti misma: "Es terrible; no lo puedo soportar...", entonces, lo pasas muy mal, pero no hay necesidad de ello!
    Rafael

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  11. Gracias Rafael, tienes toda la razón, solo hace falta pararse y pensar en ello, y parar ese terribilismo, seguiré tu consejo. Muchisimas gracias. un saludo
    tere

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  12. Hola mónica, te agradecería que cuando puedas me indiques como se hacen los pasos A,B,C, para poder estar preparada y aprenderlos bién, como ya te comenté a ver si podemos formar un grupo de tertulias aquí en Vilafranca. muchas gracias
    un abrazo
    tere

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  13. Me parecen muy bien tus consejos Mónica ante tal situación.
    Si me permites creo que cabría añadir algunas estrategias para evitar el maltrato y el abuso. Aunque nos podemos decir a nosotros mismos indefinidamente que la situación es tolerable corremos el peligro de adaptarnos a una relación poco saludable de forma disfuncional.
    A veces hay que poner límites a algunas situaciones y el maltrato es una de ellas. Los pensamientos son importantes pero también lo son la ética, los valores, la filosofía, etc...

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  14. Es muy sencillo Tere.
    A: Es un acontecimiento concreto.
    C: Es lo que tú sientes en ese preciso momento.
    B: Es lo que tú piensas en ese preciso momento, lo que tú te estás diciendo a ti misma sobre ese acontecimiento concreto.

    Si en C, tenemos una emoción insana: ira, depresión, ansiedad, seguramente encontraremos en B alguna exigencia: debería hacer las cosas bien, los demás me deberían tratar bien, en la vida las cosas me deberían salir bien.... Estas B, las tenemos que cuestionar y debatir con argumentos lógicos y darnos cuenta que con nuestros pensamientos rígidos lo que nos provocamos es un malestar emocional.

    No es el acontecimiento el responsable de nuestro malestar emocional, es lo que pensamos sobre ese acontecimiento lo que nos causa un malestar emocional.
    En C también nos pueden salir emociones sanas: tristeza, enfado, nervios. Estas emociones son sanas porque no nos bloquean.

    Las emociones no se cuestionan, son las que son, lo que es interesante es aprender a cuestionar los pensamientos (las B).

    En los libros de Albert Ellis encontrarás esto mucho mejor explicado. En "Ser feliz y vencer las preocupaciones", por ejemplo o en otros. Incluso encontrarás fichas.

    Ya me informarás como va la organización de las tertulias, qué chulo!!!, y si necesitas cualquier cosa aquí estoy.

    Besitos

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  15. Gracias Roberto por tu apreciación. Yo creo que si reflexionamos que no tiene ningún sentido tener miedo a casi nada y que podemos aguantar las incomodidades (siempre que nuestra vida no corra peligro, porque entonces si que hay que irse), entonces tendremos la calma suficiente para intentar encontrar la mejor solución al asunto.

    Besos,

    Mónica

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  16. Muy interesantes reflexiones en especial en los tiempos que corren con tanta gente terribilizando por ahí; pienso que nadie nos puede dañar (verbalmente) si nosotros no le damos permiso, partiendo de ahí podremos estar frente a sientos de miles de María Patiño sin sentir nada, jajajaja. El silencio con cara de póker que propone Alberto Sánchez es una buena estrategia a mi me funciona.
    Estaría bien un mundo sin deberías ni tendrías, a que si?

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