Cuanto más duros por fuera, más frágiles por dentro.
El chaval que me acompañaba quería preguntar a una dependienta, pero se sentía muy inseguro. El chico, que sabía pelearse, bacilar, sobrevivir en ambientes muy hostiles... ante una dependienta de una tienda se sentía frágil y vulnerable ¿Qué lenguaje usar? ¿Me entenderá? ¿Se reirá de mí?
La dependienta notó su inseguridad, le vio joven, no le gustaría sus pintas, y le contestó mal y muy borde.
Ahí quedó todo, seguimos nuestro camino. Al rato de estar dando vueltas por el centro comercial el chaval reventó;
- Me estoy rayando Julio, ¡que hija de puta!, la tenía que haber contestado y haberla mandado a tomar por culo.
Se sentía muy ofendido, se estaba comiendo la cabeza y eso le provocaba el cabreo, y se estaba poniendo muy nervioso ¡Quería volver y liársela a la dependienta!
Así que yo, sereno y sin darle importancia al asunto, intenté tranquilizarle;
- Has sido muy educado, y le has hablado muy bien a la dependienta, lo has hecho genial... de verdad. Pero tienes que entender que aun así la gente te puede insultar, y no pasa nada, porque los insultos son como los regalos, cuando alguien te insulta te está ofreciendo un regalo, tuya es la decisión de aceptarlo o rechazarlo. Si lo aceptas y lo desenvuelves sabes que te hará daño, pero si lo rechazas, el regalo (el insulto) se queda con quien te lo estaba ofreciendo, y paradójicamente le acaba ofendiendo a él. Los tipos frágiles aceptan siempre todos los regalos, los tipos duros los rechazan todos. Tú quieres ser un tipo duro ¿Verdad? pues comienza a rechazar estos regalos.
Se quedó pensando, lo entendió y comenzó a tranquilizarse.
A veces lo que aparentemente es un síntoma de fortaleza, en realidad, si te fijas bien, es un síntoma de debilidad.
Os animo a que cliquéis los enlaces que nos pone Julio porque son todos brutales!!!, valen la pena!!!
ResponderEliminarMuy sensato, lógico y razonable.
ResponderEliminarLástima que no sea tan fácil llevarlo a cabo, como decirlo. Al menos para los que tienen hábito, a lo largo de toda su vida, de hacer lo contrario. En unos casos por aprendizaje innato y en otros porque te lo han inculcado, pues no enfrentarse era de cobardes. :-(
Gracias por hacernos entender èsta actitud tan valiosa,q contribuye a NUESTRA PAZ INTERIOR. Dios leS BENDIGA.
ResponderEliminarMe ha encantado.
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