domingo, 2 de febrero de 2014

REFLEXIONES DE JULIO: Yo, el Tate

El Tate cumplió sus 19 años en prisión, ¡qué alegría aquel día en el locutorio! nos separaba el cristal, pero le cantamos el cumpleaños feliz, ¡todo el mundo en las cabinas nos miraba! y el funcionario de prisiones siempre tan serio no pudo más que sonreír un poco.

Después de muchos meses de estar en el módulo de respeto, el Tate se peleó con otro chaval. Que pena me dio, porque le obligaron a cumplir aislamiento. Te encierran en una celda 23 horas al día, y sales al patio la hora restante. El Tate sabía que si se cortaba las venas la psicóloga podría informar para aplicar el PPS (programa de prevención del suicidio) y evitar el aislamiento. Pero no funcionó, tal vez porque no se atrevió a hacerse el corte demasiado profundo.

Después de cumplir el aislamiento le mandaron al modulo 7, al que llaman de conflictivos. En esta cárcel no separan a las pandillas por módulos, por lo que se puede generar infinidad de problemas y peleas. En El Salvador es tal el problema que no solo les separan por módulos sino ¡por cárceles!, existen las cárceles de la MS y las de la 18.

"De aquí no sales vivo chaval" le susurró al oído entre risas un funcionario a otro de mis chicos acusado de homicidio. La madre después de enterarse de la paliza que recibió, llorando, desesperada... le suplicaba a las trabajadoras sociales que le aislaran... las madres, siempre las madres... (No solo se condena a los muchachos) pero eso ya es otra historia, sigamos con el Tate.

Tate estaba muy angustiado "¿Qué hago ahora? van a ir a por mi ¿Qué hago para sobrevivir aquí dentro?".

Todo esto lo traté con el Tate, a través de un cristal. Decidimos llevar a cabo lo que yo llamo la técnica "Claudio" (hacerte el tonto para sobrevivir, hay una novela que habla de esto "Yo, Claudio" de Robert Graves).

Pero... ¿Por qué le tengo que tratar yo a través de un cristal, de un telefono-auricular, los fines de semana, con 40 minutos de visita, delante de la hermana, las primas, los funcionarios... y no la psicóloga de la cárcel? Muy sencillo, la psicóloga representa la Institución, el posible "chivato", la que influye en la concesión de permisos... por lo que su figura es sinónimo de desconfianza o de jueza.

El Tate tiene miedo que a sus causas pendientes se le sume "pertenencia a grupo criminal" (delito tipificado en nuestro código penal), por ello no cuenta sus problemas a la psicóloga, porque piensa que esta le puede delatar si se entera de su relación con las pandillas. Para él juez, ministerio fiscal, funcionario de prisiones y psicólogo representan la misma cosa, el mismo bando; la Institución.

La función de la Institución (Cárcel, jueces y ley) es la de juzgar, condenar y castigar (en la práctica, no en la teoría) y la de la Psicología es todo lo contrario. Por lo que yo creo que si no hay independencia real y total entre Institución y Psicología, esta última se convierte más en un instrumento de control en la relación dominador-dominado que en una herramienta de salud y equilibrio.

Un abrazo

Julio

2 comentarios:

  1. Julio, como dice Rafael "a veces" hay que bajar a las "cloacas", a lo más bajo, paro luego subir a lo más alto. Tu descripción es realismo en estado puro y bastante criticable la actuación de la institución penitenciaria. Estuve buscando estos días en algún libro que leí sobre TREC una conversación entre un psicoterapeuta y un preso condenado a cadena perpetua, pero, lo siento, no conseguí localizarla. Un abrazo.

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  2. "para" luego subir a lo más alto....... quise decir.... perdón.

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