sábado, 26 de mayo de 2012

VISITA A MÁLAGA

Hola, amigos!
El próximo día 31 y hasta el 2 de junio, estaré en Málaga presentando "El Arte".
Daré una conferencia-tertulia en el FNAC uno de esos días...
Abrazo,
Rafael

5 comentarios:

  1. Hola a todos.

    Aunque lo que voy a relatar a continuación no tiene nada que ver con la visita de Rafael a Málaga lo hago aquí porque al ser un blog no puedo iniciar un tema nuevo como visitante que soy.

    Soy profesor de instituto. Doy clase en Bachiller. Sólo en esta etapa porque la asignatura que imparto no se da en ESO.

    Me ocurre muy a menudo que cuando estoy dando clase observo que NADIE prácticamente me escucha: no siguen la clase, no tienen abierto el libro por la página correspondiente, no sacan la libreta o los folios para tomar nota, sólo están pendiente de hablar entre ellos por lo bajini o se hablan a base de miradas, otros hacen resúmenes de otras asignaturas, muchos están con la cabeza en otra parte, etc. Este panorama sería A: el acontecimiento. Mi reacción cuando veo esto (C) es un enfado monumental y les digo todo esto que he escrito arriba, que si no quieren estudiar que el bachiller no es obligatorio, que se vayan a sus casas, etc. He de decir que esto me pasa a mí y les pasa a mis compañeros porque hay unas opciones de bachillerato que se han convertido en refugio de gente que no quiere estudiar, que le han regalado la ESO y que al curso siguiente dejan los estudios. En ocasiones me he llegado a enfadar mucho, les he llegado a gritar bastante y he dado algún golpe en la mesa.

    He reflexionado en el B, el pensamiento erróneo o creencia irracional que está en medio a raíz de la lectura del libro El camino a la tolerancia de Albert Ellis. Pues bien, para reflexionar en público y solicitar vuestra opinión lo pongo por escrito. Mi pensamiento ilógico o creencia irracional sería algo así: No tienen derecho a no colaborar conmigo, como estudiantes están obligados a comportarse como tales y a hacer las cosas que deben hacer de la misma manera que yo me estoy esforzando. Es decir el pensamiento irracional me lleva a dos errores: uno, comparativo, si yo trabajo, ¿por qué no lo hacen los alumnos? y otro, el mayor error, es mi acendrada idea de la justicia y me digo "no es justo que no cumplan con su obligación como alumnos". Ahí radica el problema fundamental que me pasa en otras muchas situaciones.Tuve una educación muy rígida y me inculcaron un sentido muy grande de la responsabilidad y de que "el que la hace la paga". Tampoco me parece justo que la gente me interrumpa cuando hablo y ya lo llevo mejor pero tuve una temporada tremenda con esto.

    La solución creo que pasa por entender que la Justicia es un invento humano, bendito invento, pero que si hay actuaciones de personas que no me parecen justas no puedo obligar a todo el mundo a que haga lo que yo creo que deben hacer. La naturaleza no es justa, es como es, muchas veces caótica.

    Ahora mi siguiente paso es interiorizar esta reflexión, expulsar las dos creencias irracionales que expongo (B) y quedarme con lo nuevo.

    Rafael, ¿cómo hago esto?

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  2. Bueno, yo sigo con lo mío, igual que Paco Umbral que había ido al programa de la Milá a hablar de su libro.

    Sigo con la lectura del libro y pensando en ello modifico lo de ayer.

    A: los alumnos no me echan cuenta.

    C: Me cabreo.

    B: Pensarán que soy una persona aburrida. Además, deberían tomarse más en serio la actividad del estudio, la formación.

    D (las discusiones, los cuestionamientos, la modificación de las creencias irracionales y la conversión de las exigencias en preferencias, página 81 del libro citado: Si fuese una persona aburrida no me agradaría pero no voy a hacer del cambio una necesidad. Sería deseable ser divertido en cualquier ocasión pero si no lo consigo igualmente puedo ser feliz y estar a gusto conmigo mismo. Es la AAI, la autoaceptación incondicional. Lo contrario, la no autoaceptación sólo haría empeorar las situación y neurotizarme. Por otra parte, si los demás, los alumnos, no se toman su trabajo en serio, carecen de disciplina es su problema, yo no puedo modificar esto. Me da lástima que sea así (sentimiento racional), preferiría que fuesen de otra manera pero como no está en mi mano cambiar a nadie no voy a exigirles que sean de otra manera (exigencia o creencia irracional) ni debo enfadarme por algo que no puedo modificar (ira o sentimiento irracional), es decir llego a la aceptación incondicional del suceso, la AIO, aceptación incondicional de los otros y la AIV, la aceptación incondicional de la vida.

    Hasta aquí la parte racional. Esto debe complementarse con otra conductual. Para ello me propongo disciplinarme: me he impuesto como "castigo" que cada vez que interprete A en términos irracionales y de active la secuencia no deseada ABC voy a dar 5 euros para una causa que me parece injusta, como Ellis propone en el libro.

    A ver si así modifico la conducta e incorporo el nuevo sistema de creencias, la AAI, AIO y AIV a mi filosofía de vida como una segunda piel. En definitiva, quiero conseguir G (objetivo): vivir tranquilo y feliz.

    Perdonad por el tostón. Si os doy la perma me lo decís y espero aceptarlo...je,je, je.

    Manuel

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  3. Hola Manuel, ostras me ha encantado tu reflexión, tú ya tienes un nivelazo!!!. Es genial escribir como has hecho tú los a,b,c porque así ordenamos nuestros pensamientos y lo vemos más claro todo al escribirlo. A mí escribir me va muy bien!

    Creo que tú solo te has respondido tus dudas y eso es lo genial, porque poco a poco a base de ir aprendiendo el método somos nosotros mismos los que hacemos nuestros debates con nosotros mismos!

    En tu caso hay una exigencia innegociable hacia tus alumnos: "Deben escucharme" y en tus esquemas está seguramente: "No es justo que no escuchen, si vienen a clase deben escuchar, por el hecho de no escuchar pasan de todo..., no llegarán a nada si no escuchan..., si no me escuchan es que soy un aburrido... Estas exigencias innegociables hacen que seas muy rígido, estaría bien que las pasaras a preferencias.

    Esto por un lado que tú muy bien lo has desmontado: "Te gustaría que escuchasen pero a veces ocurre que no escuchan y no prestan atención". Con tu cabreo tampoco ayudas a que la situación mejore, con lo cual es absurdo enfadarse porque no nos sirve para nada. Igualmente te tienes que preguntarte a ti mismo ¿qué significa para ti que los estudiantes piensen que tus clases son aburridas?

    También es interesante reflexionar sobre lo siguiente: Puedo soportar que los estudiantes hablen en mis clases, es simplemente incómodo y la incomodidad la puedo soportar.

    Gracias Manuel por compartir tus a,b,c con nosotros, es de gran ayuda para todos!

    Mónica

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  4. Hola Manuel
    No he leído a Ellis, pero por lo que comentas, me parece que tienes una necesidad (mejor preferencia): que te escuchen. Los razonamientos que te haces están muy bien, pero te propongo que te plantees satisfacer tu preferencia por otras vías: escribir artículos, dar conferencias, participar en charlas o coloquios. Así, tú estarías más contento y seguro mejorarían tus clases, porque no dependerías exclusivamente de los estudiantes para sentirte bien.
    Ya sabemos que puedes ser feliz si no te escuchan, porque que te presten atención es una preferencia, no una necesidad vital, (al menos ahora, de adultos, porque como no te presten atención de bebé, sí que te mueres). A lo mejor es que conservamos en muchos casos la visión infantil y ahí sí viene bien el racionalizar.
    Un saludo
    Amparo

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  5. Gracias a las dos. A Mónica que me ha aportado un punto de vista suplementario que es que no me escuchen o que hablen mientras doy la clase es una molestia, no tiene por quś convertirse en una necesidad. Muchas me obsesiono intentando que un alumno no le cuente a otro algo que quiere decirle, me llevo toda la clase mirando a ese alumno y reprendiéndole con la mirada y el penoso resultado es que mientras estoy dando la clase lo hago con el piloto automático porque de lo que realmente estoy pendiente es de que el alumno no se salga con la suya, que no hable con el otro. Intentaré verlo a partir de ahora de la manera que me indicas.

    Llegado a este punto tengo que comentaros que según leo en todas partes, la profesión con más problemas y disfunciones mentales es la docencia. Hay muchos compañeros por aquí muy quemados con esta nueva generación de niños blanditos cuya única premisa en la vida es hace siempre lo que les da la gana y salirse siempre con la suya. Yo no tengo esa visión idílica que mucha gente tiene del adolescente, yo lo veo más bien como un tipo egoista que hace chantaje emocional para conseguir lo que quiere.

    Gracias Amparo. Pues sí, creo que estás muy en lo cierto cuando dices que la necesidad (que hay que pasar a preferencia) de ser escuchado y tenido en cuenta viene de la infancia. Voy a seguir trabajando en esta nueva línea.

    Un saludo,

    Manuel

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