lunes, 12 de mayo de 2014

REFLEXIONES DE DAVID M: SI ACTÚO MAL, AUTOMÁTICAMENTE SOY UN GUSANO DELA PEOR ESPECIE

Hola amigos:

Hoy quería escribir sobre un tema importante para la salud mental, sobre la aceptación incondicional propia y ajena, contando un caso que me ocurrió hace un par de años:

Siempre me ha encantado estudiar e ir a clase, y por aquel entonces me surgió un pequeño conflicto, que yo veía como terrible, con una compañera de estudios.

Resulta que a principios de curso, esta chica estupenda aunque un tanto neurótica, sin yo decirle nada, me apuntó en su grupo de trabajo, cuando yo ya había elegido otro grupo. Cuando me enteré, fui a hablar con ella con buen rollo y cariño, y en cuanto me tuvo delante me dijo: "Qué mierda de planificación me haces llevar, por favor, esto es intolerable, yo, que confiaba en ti, que te tenía por buen compañero, qué va, eres un falso, eres un compañero penoso, ahora deberás ponerte en mi grupo porque si no me jodes la vida…"

Yo estaba escuchando y no me lo podía creer, me fui encendiendo mientras le exponía mis razones: "pero si no me has dicho nada, si yo ya había elegido grupo, cómo me dices eso, si yo siempre me porto bien, si soy muy buen compañero…"

Cada Lunes, acudir a la clase donde coincidíamos lo vivía como un suplicio, yo, que tanto me había encantado ir a clase. Las discursiones sobre lo mismo se repetían cada semana. Y encima, eso afectaba un pelín a la clase.  Yo le insistía: "tengo unas relaciones estupendas con mis compañeros, pregúntales y te lo dirán, por favor, esto es intolerable", y pensaba: "esta chica es una desgraciada, pero cómo me hace tanto daño."

Además, lo hablaba continuamente con mis amigos y ellos me decían: "pero David, ¿no ves que exagera?, no tiene razón ninguna, no le hagas caso, si además tu eres muy buen chico." "¿En serio?" les preguntaba de nuevo en plan pesado. "Pues claro."

Pero me costaba mucho quitarme de la cabeza el tema. No entendía por qué me afectaba tanto.

Ahora ya lo sé:

Tuviera yo razón o no, hubiera actuado bien o mal, esa no era la cuestión. El problema es que no me estaba autoaceptando incondicionalmente, no podía tolerar la posibilidad de haberme portado mal.

Qué descanso cuando uno consigue autoaceptarse incondicionalmente. Con el tiempo y con la TREC aprendí:

Tener una conducta mala no nos convierte en malos.

Tener una conducta buena, no nos convierte en buenos.

Las conductas destructivas y agresivas vienen de la locura, de la mala filosofía de vida, de la inconsciencia, de la equivocación de valores,… Después hay grados y grados, pero como mínimo a todos se nos va la pinza de vez en cuando. Por otro lado ni siquiera los delincuentes que cometen los actos más feos fallan todo el tiempo.

Las conductas constructivas y amorosas, vienen de la buena filosofía de vida y el tener buenos valores. Por otra parte ni siquiera la Madre Teresa sería perfecta en esto, calma.

Tan sólo somos maravillosos por nuestra intrínseca cap. de amar, es decir, por el simple hecho de estar vivos, y después, tenemos matices, es decir, tenemos conductas y creencias buenas y malas. Lo mejor es pedirle a cada persona lo que te pueda dar y no lo que no te pueda dar. Preferible comprender, olvidar e incluso esquivar la parte problemática de los demás y sobre todo APRECIAR todo lo bueno que tienen. Como muy bien dice Mónica en sus posts, preferible juzgar las creencias y conductas sin juzgar a la persona globalmente.

Nuestra capacidad de amar es intrínseca y como potencial siempre está ahí (por lo que todos valemos igual), porque:

-Todos los niños, cuando son pequeños, tan sólo quieren amar y jugar, TODOS. A ver, es verdad que los niños también fallan, pero en todos se puede ver esta capacidad de amar.

-Ejemplos de cambio:

1. Mike Tyson: Estaba muy loco, pues le arrancó una oreja a otro boxeador y violó a su novia. Se transformó y ahora se dedica a los demás.

2. Nalo Quiroz: Mató a mucha gente y estaba metido en el tema de drogas. Cambió por suerte y ahora se dedica también a los demás.

3. Las gentes de Sudáfrica, tanto blancos como negros, estaban llenas de odio, y gracias al ejemplo de Mandela, cambiaron hacia el amor y la cooperación.

Etc.

-Yo también fallo y fallaré, pero sé también que tengo esta capacidad de amar.

Por lo tanto:

Me gustaría portarme siempre bien, pero eso no es posible porque soy una persona falible, y no pasa nada, aún fallando de vez en cuando todavía puedo ser muy feliz y ese hecho no me devalúa como persona (como tampoco me convierte en un super hombre el hecho de portarme bien).

Por otro lado, si alguien terribiliza ante la posibilidad de haberme portado mal, además de autoaceptarme incondicionalmente, también la puedo aceptar a ella incondicionalmente, viendo  que como persona es maravillosa sólo por su capacidad de amar, comprendiendo que todos fallamos y apreciando las cosas buenas que seguro que tiene. Por otro lado, aunque la pueda querer mucho, no la necesito nada. Y más allá de un nº razonable de amigos (no me gusta cerrarme y decir un nº fijo), sería un estrés tener más, por lo que la opinión del resto me da igual (bueno, podríamos decir si acaso que sería un poco agradable, pero no más: por ejemplo el hablar con vecinos, gente de los comercios, conocidos de siempre, etc.). Además, la soledad es maravillosa, un tiempo para cuidar a la persona con quien vas a estar siempre hasta que te mueras: uno mismo.

Incluso puedo bajar aún más abajo y verme como un delincuente muy locuelo, que no deja de ser maravilloso por ello, y con un cambio de filosofía aún podría ser muy feliz. Además, una muy buena opción sería hacer algún tipo de reparación constructiva, por ejemplo colaborar en una ONG, como hacen Mike Tyson y Nalo Quiroz, además de disfrutar de muchas otras cosas valiosas.

Entonces, alguien se puede preguntar: si de esta forma uno puede estar super bien con quien sea, ¿me hago amigo de todo el mundo?

En primer lugar no porque no daría tiempo; en segundo lugar, con la gente que se pasa de agresiva no, porque prefiero tener gente que suela (todos fallamos) tener conductas de amor; en tercer lugar, de esta forma, no descartamos rápidamente a la gente por tonterías (que antes veíamos como terribles) exigiéndole tontamente la perfección: ¿no es absurdo exigir más y más enfadándonos con todo aquel al que queremos en vez de aceptar y comprenderles con amor (que es lo bonito junto con no necesitarles)?; en cuarto lugar, de este modo, una vez que no nos quejamos y aceptamos incondicionalmente a los demás, los elegimos o no como amigos dentro de nuestras opciones, por gusto y con alegría y amor (sin apego), y no desde el miedo, el rencor, la culpa, la obligación, etc., y quinto, muchas veces nos toca aguantar en el trabajo, lugar de estudios, en la familia, a gente "pesada": son nuestros maestros zen, nos están mostrando lecciones de renuncia.

Por cierto, hace poco volví a ver a esa compañera y hablamos super a gusto, y sobre todo, estaba interiormente en paz con ella. ¡Qué maravilla!

Un abrazo.

David M.

7 comentarios:

  1. Francisco Forteza Truyols14 de mayo de 2014, 8:41

    Buenos dias!!!!

    Hola David. No deja de ser una bonita reflexión la que has desarrollado bajo la mirada del maestro zen en vista a la aceptación incondicional.
    A mi no me convence . Aceptar sin ningún tipo de condición formal , moral , legal , afectiva , social , personal , psicológica , etc, etc, es un deseo imposible , un ideal más como el ideal del sabio, el ideal del santo o hombre bueno , el ideal del hombre ( o mujer ) feliz. No son más que sueños diurnos de los que nos despertamos al darnos de bruces con la realidad material.
    Yo quiero y puedo ir aceptando cosillas de mi mismidad , del mundo , de los demás , pero son eso , detalles de esos de andar por casa. Acepto que mi compañera no saque la basura , que esté una semana sin ir a trabajar por un dolor de cabeza . Quiero y puedo aceptar tener amigos impuntuales , que casi nunca tienen un euro , in cluso amigos que son bastante envidiosos y egoístas , pero los acepto ¿ por qué ? Porque los comprendo , he realizado un ejercicio de comprensión en aras a conseguir una aceptación del amigo. Vale , hasta ahí , todo va de coña.
    Pero no voy a aceptar a un amigo que se ha tirado de bruces en el canto de sirenas de las drogas , no lo voy a aceptar ni por el despilfarro que hace de su vida ni por el mal rollo que me va a dar si sigo relacionándome con él o ella. No voy a aceptar al vecino, amigo o conocido que además de llegar borracho a casa y así estigmatizar a su madre e hijos , encima no le da otra que pegar una manta de hostias a la mujer" que paqué".
    Además , has acompañado tu reflexión con una serie de personajes que consiguieron cambiar , pero si colocas en sus lugares personajes actuales que aún no han cambiado , entonces la percepción de la aceptación incondicional ya deja atisbos de duda. Por ejemplo , el violador del ensanche, el fanático que ha raptado unas 250 niñas en el norte de Nigeria o la dulce Neus.

    Es fácil escribir sobre la aceptación incondicional y para arreglar nuestrar neuras puede servir , sin embargo cuando pretendemos ampliar esta aceptación incondicional de forma general y generosa , entonces ahí nos perdemos.
    Un abrazo.
    xisco

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  2. Hola David! Genial!

    Es una maravilla cuando alguien comprende o está predispuesto a comprender al que ha cometido delitos.
    Yo me veo muchas veces defendiendo a chavales que han matado, han robado, han pegado... y siento un rechazo tremendo de la sociedad, los medios de comunicación...

    El otro día mi padre nos acompañó a dejar a un chaval a la cárcel, y al entrar el chico en prisión se despidió de mi padre y ¡le dio un abrazo! Ahora mi padre pregunta todos los días por el chico jajaja

    Mira, hay una entrevista magistral de Jordi Evole al padre Josep María, que acoge a las personas que salen de la cárcel y no tienen donde ir;
    http://www.youtube.com/watch?v=K2ARTX-C0zk

    Abrazos!! muy bueno David

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  3. Muchas gracias chicos!!!

    Hola Francisco: comprendo lo que quieres decir, pero no lo comparto, no pasa nada, por otro lado estos debates me encantan!! De todas formas, el tema de la aceptación incondicional es algo más interior que exterior. Es decir, yo puedo amar interiormente a todo el mundo (o intentarlo, jaja, que a veces también fallo en esto y no pasa nada) y después yo me relacionaré con quien me apetezca, como puse al final del post. Es verdad que con personas que están muy locuelas no tengo intención de ser su amigo, porque me puede perjudicar, prefiero personas que suelan tener conductas de amor (que todos fallamos por supuesto), pero yo no las voy a rechazar como personas por ello, juzgaré su fea conducta, pero no a ellos como personas, porque en verdad son maravilllosos por su intrínseca cap. de amar, igual que tu y que yo, lo que pasa es que están enfermos, así que las amaré interiormente. Por otro lado, todos estamos un poco locuelos y no pasa nada.

    Hola Julio: qué guay la entrevista. Hace reflexionar. Cuantos más tengamos aceptación incondicional, mejor. Joer, la verdad es que seguro que tu trabajo es super gratificante. Qué guay!!!

    Un abrazo!!!

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  4. Eso sí que es una buena reflexión, David. Acabo de leerla ahora que ando muy liado y me ha gustado mucho.
    A veces desmitificamos rápido los conflictos y a veces tardamos más. Vamos a intentar ejercitar esa habilidad mental. Haciendo gimnasia con la trec. Una mente en forma.
    Un abrazo.

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  5. Siguiendo las palabras de Albert Ellis sobre la “Unconditional Self-Acceptance”, no hay nada que nos haga ni buenos ni malos, no importa como actuemos. Solo nuestros actos son etiquetables, pero no nuestra esencia. Me gustaría comportarme de manera competente y cariñosa, pues eso mejoraría mis circunstancias en el trabajo y en mis relaciones y en otros campos, y eso estaría MUY bien, estaría GENIAL…pero no TENGO QUE conseguir esas metas para ser una buena persona. En ocasiones – o incluso a menudo- actuaré de manera tonta, estúpida, incompetente o incluso mala; pero eso no me hace ser una persona tonta, ni estúpida ni incompetente ni mala, solo alguien que a veces – o incluso a menudo – hace cosas de manera tonta, estúpida, incompetente o incluso mala… Soy un ser humano Falible, … como el resto de los seres humanos… Todos somos Falibles. Así pues, Incondicionalmente, acéptate a ti mismo y a los demás – no necesariamente lo que haces o lo que ellos hagan- porque a menudo vas a errar, lo mismo que cualquiera del resto de los humanos. Intenta ver como bueno que al menos lo has intentado y recompénsate a veces por intentarlo, incluso cuando tus planes no salieron tan bien como hubieras querido.

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  6. Muchas gracias chicos!

    Sí, es verdad Luis. Hay creencias irracionales que nos pueden durar años y ni nos damos ni cuenta. Esta fue hace casi 3 años y me duró todo ese curso. Después descubrí la TREC y menudo descanso!

    Hola Víctor F. Muy buen añadido al post. Se podría hablar un montón más sobre Aceptación Incondicional. Me encanta este tema.

    Un abrazo chicos.

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  7. Francisco Forteza Truyols4 de junio de 2014, 8:45

    Hola Víctor . Te he leído y la sensación que tengo de estas palabras es bonita , hermosa , una bocanada de aire fresco . Aunque hay que curràrselo , es decir psar de la teoría de A. Ellis sobre la aceptación incondicional a la práctica requiere muuuuchooooo trabajo . Es menester cambiar toda una manera de pensar , cambiar de paradigma cognitivo.

    Así y todo , a veces me pregunto si hasta el mismísimo Mahatma Gandhi algo no aceptó e la colonización inglesa en la India para liderar una de las mejores revoluciones pacíficas que conoció el siglo XX.

    Atentamente,
    xisco

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