Hay muchas personas emocionalmente fuertes que nos pueden servir de modelo a la hora de afrontar las diferentes adversidades que, inevitablemente, se presentan a lo largo de nuestra vida.
Una de esas personas es Enhamed, este joven nadador se quedó ciego cuando todavía era un niño a causa de un desprendimiento de retina. A los 19 años decidió dejar de lamentarse y dar un giro a su vida.
De la entrevista, cuyo link aparece al final del post, podemos aprender varios mensajes valiosísimos:
-Nuestra vida cambiará si modificamos nuestra forma de pensar. Enhamed es un buen ejemplo de que eso es posible.
-Hay que encontrar la parte buena de las adversidades. Este deportista lo hizo, hasta tal punto se centró en las cosas positivas que le había aportado quedarse ciego, que él habla no del momento en que perdió la vista, sino de cuando ganó la ceguera.
-El protagonista del post de hoy, se dio cuenta de que es inútil buscar el reconocimiento de los demás. Nunca lo conseguiremos al 100% y además tampoco lo necesitamos.
-Enhamed resalta la importancia de cuidar la manera en que nos hablamos a nosotros mismos. Es fundamental para nuestra salud mental mantener un diálogo interno lógico y racional.
-Decidió que no esperaría a que los demás le dieran las soluciones a sus problemas. Podemos contar con el apoyo de algunas personas, pero en última instancia, somos nosotros los responsables de resolver nuestros problemas.
-También habla de cómo se motivó para llegar a conseguir un récord del mundo de natación. Dejó de ir a por el 5 y fue a por el 10, puso toda la carne en el asador para conseguir su objetivo, pero centrándose más en hacer bien las cosas y no tanto en el resultado.
http://www.cuatro.com/viajandoconchester/temporada-3/programa-3/enhamed-enhamed/Charla-integra-Enhamed_2_1871130068.html
gracias Pilar, concisa y clara. Besos
ResponderEliminarCaray !!! un héroe, gracias por hilar tema con diálogo interno racional, por lo que me interesa para dejar de fumar, entre yo y el tabaco existe un conflicto de intereses , yo quiero, y me preparo mentalmente, pero me dura poco, no tengo voluntad porque me gusta fumar, ese es el problema, que me gusta, aunque sé que no lo necesito, y es fatal para mi salud ( haciendo deporte me ahogo, y eso me fastidia horrores ). En mi caso, ese diálogo interno además de lógico y racional, supongo que tendrá que ser además, sincero y honesto ( reconozco que es vicio que aunque me gusta, de da verguenza fumar delante de la gente que no fuma, entre otras cosas ). En definitiva, no me extiendo más, muchas gracias por tú reflexión. Buen ejemplo.
ResponderEliminarMe encantó este chico cuando vi su entrevista con Risto, me marcó mucho.
ResponderEliminarBesos!