lunes, 29 de diciembre de 2014

REFLEXIONES DE PILAR G: DESEOS PARA EL NUEVO AÑO: ¿SALUD, DINERO Y AMOR?


¿Quién al comenzar un nuevo año no ha formulado alguna vez el clásico deseo: Salud,  Dinero y Amor? Esto no es de extrañar, ya que a todos nos gustaría poder disfrutar de una salud excelente, de todo el dinero que quisiéramos y del amor de los demás. 

Desear (no necesitar) es bueno, sin embargo, en lugar de desear esas tres cosas para estar bien, sería más acertado desear estar bien aunque no tengamos ninguna de ellas. De esta manera, sentirnos bien va a depender de nosotros y no de que la suerte, los astros o una fuerza superior tengan a bien concedernos aquello que anhelamos. 

A todos nos gusta sentirnos sanos, pero debemos ser conscientes de que a medida que cumplimos años, el cuerpo se va deteriorando y vamos perdiendo el bien más escurridizo que poseemos: la salud. Aunque hagamos todo lo posible (alimentación sana, ejercicio físico, revisiones médicas...) para gozar de una salud de hierro el mayor tiempo posible, es prácticamente inevitable que, tarde o temprano, lleguemos a padecer algún tipo de enfermedad. 

Desear un empleo donde ganar un buen sueldo o que nos toque la lotería no está mal, pero por mucho que nos esforcemos, puede suceder que no consigamos aumentar nuestros ingresos tanto como nos gustaría, que jamás ganemos un céntimo jugando o que, por circunstancias de la vida, lleguemos a perder el dinero que teníamos. 

También podemos aspirar a que todas las personas significativas para nosotros nos amen y nos aprueben siempre. No obstante, aunque consiguiéramos ganarnos el afecto de todas ellas en todo momento (cosa imposible), un buen día, por el motivo que sea, podrían privarnos de ese amor sin que nosotros pudiéramos hacer nada para impedirlo. 

Como vemos, ni la salud, ni el dinero, ni el amor dependen por completo de nosotros, por lo tanto, es conveniente aprender a estar bien aunque una de esas cosas o las tres fallen. Esto no quiere decir que no hagamos todo lo que esté en nuestra mano para conseguirlas o mantenerlas. 

Lo que sí debemos evitar es desear con demasiada intensidad pensando que de esta manera necesariamente acabarán haciéndose realidad nuestros sueños, esto además de ser un pensamiento ilógico y nada realista, puede conducirnos a la obsesión. 

Por lo tanto, lo sano es desear con moderación salud, dinero y amor; y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para lograrlo, es decir, cuidar nuestro estado físico, procurar que el dinero no nos falte e intentar mantener buenas relaciones con los que queremos.

Sin embargo, mucho más importante que poner de nuestra parte para que esos tres deseos se cumplan, es tener la cabeza bien amueblada para saber que podemos ser razonablemente felices a pesar de no gozar de salud completa, de no disponer de todo el dinero que nos gustaría y de no ser amados como desearíamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario