domingo, 26 de enero de 2014

REFLEXIONES DE MÓNICA: RESUMEN DE LA ÚLTIMA TERTULIA EN CÁDIZ

Hola a todos, os dejo con el resumen que nos ha preparado Montse de la última tertulia en Cádiz.


Gracias Montse!!!


Un beso a todos,


Mónica


RESÚMEN DE LA 10ª TERTULIA EN CÁDIZ.  TEMA: EL PERDÓN.


La primera tertulia del 2014 ha estado dedicada al perdón. Un tema espinoso dado que está ideológicamente cargado con ideas provenientes de diversos enfoques filosóficos y religiosos, y que nos suele costar conceptualizar de manera clara. Para allanar el camino, intentamos delimitar la noción de perdón desde el enfoque de la Psicología Cognitiva y la Terapia Racional Emotiva Conductual, cuya perspectiva del perdón parte de la aceptación incondicional de la vida, de los demás y de nosotros mismos.


La vida no siempre nos depara aquello que deseamos, las cosas no siempre salen de acuerdo a nuestras expectativas y lo mismo sucede respecto a los demás. Durante toda nuestra vida nos relacionamos con personas que no siempre actuarán como quisiéramos que lo hicieran, lo que puede dar lugar a que nos sintamos decepcionados, dolidos, ofendidos, humillados, resentidos… hay un sinfín de emociones perturbadoras que provienen de nuestra manera de evaluar aquello que nos ha sucedido como “¡imperdonable!”.Cavilar continuamente sobre lo ocurrido y sobre el dolor que sentimos, convierte el resentimiento en un veneno que nos bebemos nosotros mientras esperamos que se intoxique el otro, sin advertir que ese malestar se expande únicamente en nuestro interior y no traspasa la frontera de nuestra piel.


Hicimos un repaso a algunas ideas que generalmente asociamos al concepto de perdón cuando éste va dirigido al prójimo, y que solemos convertir en “necesidades”, todas ellas, como no, sostenidas por creencias irracionales:


- La necesidad de justificar la ofensa o incluso intentar comprenderla;


- La necesidad de conseguir una restitución del daño sufrido;


- La necesidad de obtener explicaciones que nos consuelen;


- La necesidad de reconciliarnos con el agresor;


- La necesidad de que la confianza quede restaurada;


- La necesidad de minimizar el agravio;


- La necesidad de olvidar lo que ocurrió;


- La necesidad de que el perdón llegue a su destinatario y éste lo acepte.


Demasiadas “necesidades”… que únicamente nos causarán más ansiedad si además las convertimos en exigencias y no conseguimos que se satisfagan, lo cual es probable.


Hubo bastante consenso en que el perdón debe ser un proceso individual y solitario, que llevamos a cabo con el objetivo de conseguir nuestro equilibro mental y bienestar emocional. A través del perdón desatascamos el neuroticismo de un diálogo mental que nos estanca en pensamientos que nos mantienen adheridos al pasado y no nos permiten ni disfrutar del presente, ni avanzar. Con el perdón elegimos voluntariamente alejar nuestra amargura, ira, miedo, dolor, rencor, etc. y no quedarnos colgados de esos sentimientos haciendo que toda nuestra vida gire alrededor de nuestro malestar emocional por algo que ya pasó. Solamente podemos actuar sobre nosotros mismos, así que perdonar significa empezar por aceptar lo ocurrido, y a continuación dejar de prestarle atención! Los seres humanos nos equivocamos, podemos reprobar algunas conductas y seguir pensando que son inadmisibles y a pesar de ello, no condenar la humanidad de la persona que ha cometido esos “pecados”. También nosotros nos equivocamos, defraudamos, ofendemos… a otras personas, y muchas veces ni siquiera tenemos consciencia de ello. Puede que a los ojos de algunos seamos seres despreciables, y sin embargo para los de nuestra gente somos unos benditos y unos santos.


Y hablando de “pecados” y de "santos"… este resumen lo acabaremos con un poco de música relacionada con la temática de la tertulia, y aprovechando que en unos días empieza el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas, qué mejor manera de dar la bienvenida al Carnaval 2014 que ir calentando motores con unas coplas de años anteriores. La TREC nos enseña que el sentido del humor es un magnífico lubricante de las relaciones humanas. Cantemos y riamos juntos! Os dejo con el popurrí de la comparsa Los Santos, primer premio en su modalidad el año 2010. Los Santos se describen a sí mismos pregonando “yo soy un vil ladrón, un golfo y un matón, un simple delincuente, pero un bendito y un santo pa los ojos de mi gente”. A pesar de ser “malos-malos”, conquistan las almas de quienes les escuchan cuando proclaman que “solamente por el cariño de ustedes... me vuelvo bueno”. No piden perdón, no necesitan ser perdonados. El amor por su Cádiz y su gente les absuelve de todos sus pecados. Aceptación, amor, humor, son ingredientes fantásticos para aprender a bailar bajo la lluvia en lugar de esperar a que pase la tormenta. Por cierto, muchísimas gracias a todos los asistentes por acompañarnos en la tertulia a pesar de la intensa lluvia! Nos reunimos otra vez el 21 de febrero.


http://www.youtube.com/watch?v=Nn8BGWn289s

4 comentarios:

  1. estos gaditanos q guasa llevan pa la penitas penas....

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  2. Me gusta. La reflecsion es importante para sanar el alma y tener paz interior.tomar como un estilo de vida pedir perdón y perdonar.

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  3. Esta es una de las reflexiones que he leído aquí que más me ha gustado (y mira que me gustan mucho). Creo que es super interesante la conclusión que habéis sacado acerca de las necesidades que tenemos cuando alguien nos ha hecho daño de comprender lo sucedido, la necesidad de que la otra persona nos expliqué por qué lo ha hecho, etc. Es un tema interesante porque , especialmente en las relaciones de pareja o cuasi pareja, cuando alguno de los dos decide que se ha acabado suele ser muy difícil acceder a esa parte que decide que se ha acabado. Esa persona levanta un muro brutal que suele ser una carga muy dolorosa para la otra parte, pues alguien que hasta ahora era tu compañero/a se vuelve un extraño que no te quiere dar ninguna explicación y parece como si no le importaras. Y, sin embargo, es en esos momentos es cuando más necesita la otra persona respuestas, más necesita aclarar los por qués, por qué ha pasado, por qué le ha dejado, por qué se ha ido con otro/a... No obstante, no sé si sólo hablar de perdón en este contexto es útil. Para mi es psicológicamente más adaptativo hablar de comprensión: Intentar aceptar al otro con sus defectos. Recordar que somos seres independientes y únicos y que como decía Ellis borrar la idea de que todo el mundo nos debe de tratar bien. Pero es tan duro aceptar que alguien que hasta ahora nos ha tratado como reinas (reyes) ahora ni si quiera tiene la valentía de ponerse delante nuestra y decir: "vale, lo hice mal, lo siento, soy humano". Sería también interesante alguna vez hablar de esto. Por qué nos cuesta tanto pedir perdón. Por qué estás corazas tan brutales que vemos cada día

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  4. Copio aquí estas necesidades pues me parecen un gran acierto en análisis:
    - La necesidad de justificar la ofensa o incluso intentar comprenderla;
    - La necesidad de conseguir una restitución del daño sufrido;
    - La necesidad de obtener explicaciones que nos consuelen;
    - La necesidad de reconciliarnos con el agresor;
    - La necesidad de que la confianza quede restaurada;
    - La necesidad de minimizar el agravio;
    - La necesidad de olvidar lo que ocurrió;
    - La necesidad de que el perdón llegue a su destinatario y éste lo acepte.
    Me gusta, me gusta, me gusta!
    Desde luego cada una de estas tendríamos de nuevo que transformarlas a preferencias que no son necesarias. Es un acierto haber tenido esta claridad de análisis.
    Y como decía Rafael en otra ocasión, tampoco necesitamos el perdón. Ni el del otro, ni darlo nosotros como tal. Hablar de perdón nos hace creer que había cosas insoportables, el mundo del mal. Basta con que nos expliquemos que no tenemos todas estas necesidades y nos lo creamos.
    Aunque sería la bomba que pudieramos comprender lo ocurrido-la primera, pues ello nos ayudaría a quedarnos realmente tranquilos, y aprender donde estuvieron las otras necesidades insatisfechas, o los otros debería concretos que originaron el problema, para solucionarlo esta vez, pillarlo y que no caigamos de nuevo. Si nos hemos alterado nosotros nos servirá, y si se alteró o se pasó de la raya la otra parte se puede explicar calmadamente su terribilitis o agravio.
    Pues si no lo pillamos esta muy bien convencerse de que no necesitamos solución racional ahora, pero es una simple distracción que no lo solucionó. Posiblemente se repita el problema de nuevo al llegar a puntos similares.

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