jueves, 21 de junio de 2012

REFLEXIONES DE MÓNICA: LA MUERTE DESDE EL HOSPITAL...

Hola a todos!, en la crónica de la última tertulia surgió el tema de la muerte que por cierto ha generado bastantes comentarios. En el fondo lo que ocurre es que no integramos la muerte en nuestra vida, cuando en realidad, es lo más natural que nos podría ocurrir y que seguro nos ocurrirá en un momento u otro.

De todo esto nos causa inquietud que no sabemos cuando ni cómo nos va a llegar... sabemos que nos va a llegar algún día, pero no nos gusta hablar de este tema, esquivamos el asunto, lo evitamos... en el fondo lo que nos pasa es que  tenemos miedo a nuestra muerte y a la de nuestros seres queridos...

Es un miedo que nos ocasiona muchas incomodidades y que a veces hace que lo pasemos realmente mal. Reflexionar sobre nuestra propia muerte nos hace fuertes a nivel emocional y, es interesante aprender a hacerlo puesto que nuestra querida amiga se escapa de nuestro control, así que es mejor que empecemos a aceptar que la muerte es una realidad y una de las pocas garantías que tenemos en nuestra vida.

Me gustaría explicaros una experiencia que he vivido estos últimos días. Hace dos días me tuvieron que someter a una pequeña intervención quirúrgica que no esperaba y que ha dado pie a que reflexione sobre muchas cosas. Lo típico que vas al médico tan feliz como si nada y sales con otra cara..., el médico no ve claro el diagnóstico con las pruebas que había realizado y decide que como no lo ve claro hay que hacer una laparoscopia. Es muy sencillo, te hacen unos cortecitos para introducir una cámara y poder ver lo que hay.

¿Con epidural, no?, le dije yo... a lo que él contestó con seriedad: No Mónica, con anestesia general. Lo dijo tan serio que ya no quise preguntar más y me fui a casa bastante contrariada...

Entonces entré en la fase de queja: Mierda!, lo que me faltaba ahora, si yo no tengo tiempo de que me operen!!!, yo estoy muy ocupada y no me puedo coger la baja!!, yo tengo que cuidar a los niños, estudiar.... ¿y este medicucho no es capaz de ver en una ecografía lo que hay?, vaya mierda de médico!!!, voy a buscar otro y seguro que me dice lo que ve y no hace falta abrir ni nada de nada. Esto se alimentaba aún más por la gente de mi alrededor: Pero qué bestia!!!, búscate otro médico!!

Menos mal que pronto me di cuenta de que mi maestro zen me estaba poniendo otra vez a prueba.... ¿A caso te crees inmortal Mónica?, ¿tú te crees que por qué estás tan ocupada no te pueden salir enfermedades?, ¿eres diferente al resto de los seres humanos y por eso eres invulnerable?, ¿de qué te sirve quejarte?, ¿mejoras tu diagnóstico?

Total que decidí el no buscar ningún otro médico y confiar en el mío. Antes de la operación también he podido reflexionar sobre muchas cosas: Los errores médicos existen y están ahí, pero como no los puedo controlar no voy a pensar en ellos. Hay una pequeña probabilidad de que la anestesia vaya mal, de que no pueda volver a ver a mi familia... todas esas cosas son posibles... pero realmente analizando el riesgo de la intervención... bastante poco probables. De hecho catastrofizar no nos ayuda en nada en una situación así, sólo conseguimos ponernos más nerviosos...

Y llegó el gran momento, un camillero se presenta en la habitación del hospital para llevarme al quirófano. Ese momento en el que te despides para ir sola al quirófano..., uff!! es un momento muy especial y muy bonito a la vez, se me escapó alguna lagrimilla... (otra de mis terribilizaciones...) pero ahí estaba fuerte para ir al campo de batalla!!!

Ya estás sola para ir a no sabes muy bien dónde, además para los miopes es más fastidiado porque te quedas sin las gafas y empiezas a ver a las personas distorsionadas... cambia un poco la realidad, je, je... un handicap más!

El ambiente del quirófano te pone en contacto directo con la muerte, es inevitable estar en la camilla tumbada, aún despierta esperando a que te toque y no pensar que quizás no sales de ahí, tienes más pacientes a tu alrededor quejándose, algunos muy nerviosos a los que tienen que tranquilizar, niños... y yo en silencio... esperando... entras en contacto directo con la enfermedad y con la muerte. Los médicos, las enfermeras, los auxiliares... pasan a nuestro alrededor, pero es como si no nos vieran... van con prisas y están muy ocupados con sus cosas, su objetivo es que el trabajo tiene que salir!!

En aquel momento hice una reflexión que me tranquilizó enormemente y fue pensar que en el fondo yo era muy poco importante, y que si me moría pues me moría, ya está!! Tantas preocupaciones por una cosa, por otra... y en el fondo somos muy, muy poco importantes. Para aquellos cirujanos su trabajo es como estar en una cadena de una empresa, tienen que operar un cuerpo y se concentran en el cuerpo, y es así como tiene que ser!!

Fue un gran aprendizaje el estar allí viendo el ambiente de un quirófano, de los anestesistas, de los enfermos, de la gente corriendo... y tú esperando...sola... pero tranquila..., un momento sin duda, único.

Nos damos demasiada importancia a nosotros mismos y zas...en cualquier momento podemos morir. A nuestro alrededor hay mucha gente que lo está pasando peor que nosotros y ahí están como campeones... a mi lado había una señora también esperando que era la sexta vez que la intervenían por un tumor y la mujer bromeaba con los enfermeros antes de entrar en quirófano... un ejemplo fantástico!!!

El resultado fue que llegó mi momento y allí en la mesa del quirófano, rodeada de gente, con mucha luz y frío... y con cables por todos los lados.... pues yo me dormí plácidamente y cuando desperté ya había pasado todo y todo había ido bien. Increíble!!!, una de las muertes más placenteras creo que debe ser justamente ésta, la de quedarte en una mesa de operaciones!!!, puesto que no te enteras de nada!!! Así que tampoco tenemos motivos para tener miedo a eso!!

Aguantar la incomodidad de la incertidumbre que nos causan estas situaciones y pensar que si es nuestro momento será súper dulce!!!, es una gran reflexión. Bendita anestesia!!!, nos olvidamos de la suerte que tenemos de vivir en un país como el nuestro, con tantos adelantos!!!, pese a la corrupción, la crisis y el paro vivimos en un sitio maravilloso!!

Con la edad nos aparecerán enfermedades, intervenciones quirúrgicas, pruebas médicas, tratamientos difíciles....es la vida!! y todo esto está fuera de nuestro control, lo único que podemos hacer es intentar vivir cada momento de nuestra vida al 100%, porque todas las experiencias son un gran aprendizaje y de todas las experiencias podemos sacar algo bueno. Aún en la cama de un hospital podemos hacer cosas maravillosas, como tener la oportunidad de conocer a la gente de ese hospital... que tanto sabe de la realidad de la vida.

La muerte está ahí, la nuestra y la de nuestros seres queridos, no podemos cambiar esto, por lo tanto vamos a aceptarla y mientras llegue vamos a intentar disfrutar de todo lo que tenemos que es mucho. La llegada de la muerte, las enfermedades... no son motivo para amargarnos la vida!!!

Un beso a todos!!

Mónica

13 comentarios:

  1. Genial Mónica!!! Muy bonito e instructívo, gracias de verdad!!!

    ResponderEliminar
  2. Me alegro mucho de que haya pasado ese mal rato y sobretodo de que no haya sido nada importante. Hemos de priorizar y en tu caso lo primero era tu salud. Es lo mismo que cuando vas en avion y las instrucciones para caso de emergencia dicen: primero pongase usted las mascarilla y luego ayude a los demas, es deciir has de estar bien para poder ocuparte de los hijos, etc .
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  3. hola ,
    Monica ,tu ayudas mucho a la gente , me alegro mucho que no haya sido nada y estes bien
    besos

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por tu apoyo, ni te imaginas lo que nos ayuda leer estos artículos, me enfrento a un grave problema de anorexia en mi hija, y a veces me siento tan perdida e impotente, que leer estas cosas me hacen reflexionar y me dan mucha fuera y ánimo, te reitero mis gracias, cristina, biquiños

    ResponderEliminar
  5. Nos hace mucho bien leerte. Es como un ejercicio diario. Me alegro de que estés recuperada y que nos cuentes tus experiencias. Creo que nos ayudan porque son auténticas, vividas.
    Un beso enorme
    Amparo

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!!! Sois geniales!

    Cristina, ánimo con tu niña, tener una mami como tú, interesada en hacerse fuerte a nivel emocional, va a ser su mejor ayuda. Aquí tienes nuestro blog para lo que quieras.

    Un beso a todos!

    ResponderEliminar
  7. Hola Mónica, muchísimas gracias por haber descrito tan bien lo que has vivido. Es que lo he estado repasando según leía tus comentarios, pues estoy en un momento en el que yo también pensaba que era imposible que a mí me pasara nada y zas un buen día de Mayo me pasó y ahí se cayó el mundo para mí. Doy las gracias a las entrevistas que he visto de Rafa, pues he visto que hay vida todavía ........ Un beso fuerte y seguiré este blog con mucha atención, pues hay donde leer cosas interesantísimas.

    ResponderEliminar
  8. Maria Dolors Bravo24 de junio de 2012, 21:02

    Mónica, tienes una gran facultad para explicar el día a día en la vida y enseñas a empujar y tirar para adelante. He seguido tu historia en el hospital muy emocionada. Gracias por explicar tus experiencias enriquecedoras.

    ResponderEliminar
  9. Creo que en la vida es muy importante que si no sabes reflexionar, alguien te haga hacerlo...Cambia tanto la forma de ver las cosas cuando lo haces, y cuesta tan poco hacerlo.
    Muy buena reflexión Mónica, gracias.

    ResponderEliminar
  10. Hola, Vivi.
    Pues en breve se tiene que publicar en Argentina, con Ed. Paidós Argentina y la última quincena de septiembre iré a Buenos Aires para hacer promoción y alguna conferencia. Si vives en la capital, puedes venir a verme.
    Rafael

    ResponderEliminar
  11. Gracias Mónica por tu ofrecimiento,se que es sincero y de corazón, hace poco que os leo pero he aprendido un montón, me he enganchado tanto al blog que estoy leyendo todos los artículos hacía atrás, voy por septiembre, decirte que las cosas que nos cuentas son tan cotidianas y reales que nos pueden pasar a cualquiera, solo que nosotros las terribilizariamos tremendamente y nos hundiríamos en un caos, gracias a estas lecturas me siento más fuerte, el viernes por la noche mi hija la pequeña de 6 años se encontró mal, no podía hacer pis, no le salía, cuando ya vimos que la cosa no era una broma la llevamos a urgencias y de allí la enviaron al hospital, te puedo asegurar que en otro momento de mi vida, iría los 28km que nos separan del hospital llorando y pensando en las cosas más terribles que le podían pasar a mi niña, y lo se porque tengo dos mayores y así lo hice cuando ellos se ponían malitos. Pues esta vez fuimos en el coche sus papis intentado distraerla con canciones y juegos, para que se olvidara un poco del dolor que tenía y que la distancia se le hiciera más corta, en ningún momento nos pusimos histéricos y ella dentro de su dolencia se sentía envuelta de cierta tranquilidad. Cuando llegamos la pasaron muy pronto, como yo conducía mientras fui a aparcar ya la llamaron para atenderla, asi que llegué y me quedé en la salita esperando, y pensé en este artículo que tú escribiste, y me dije, si tengo que llorar y ponerme de los nervios que sea cuando salga el médico y me diga que la cosa es muy grave, mientras tanto no puedo preocuparme por algo que no se, ´mientras esperaba oí sus gritos, porque le estaban poniendo una sonda, me dio penita, pero yo mantuve mi calma y serenidad un rato más tarde salió mi marido y me dijo que nos podíamos turnar para que yo estuviera con la niña, que ya estaba más tranquila porque la habían sondado, así entré, y allí estaba tan feliz y sin dolor, estuvimos un rato esperando a que terminaran con la sonda y durante ese tiempo estuvimos cantando esas canciones que a ella tanto le gustan como si nada pasara. Después de varias pruebas y de horas de espera, todo se quedó en una infección de orina, nos fuimos para casa, no dormimos nada en toda la noche, pero yo estaba tranquila, siempre estuve tranquila, te puedo asegurar que 15 días me hubiese tomado un tranquimazin antes de salir de casa, y es que sé que llegamos a las crisis de ansiedad por esa conversación interna en la que siempre nos ponemos en el peor de los casos, y es que he descubierto que todos llevamos dentro un guionista de películas de terror, y también parece que si no nos preocupamos de una manera exagerada no somos buenos padres, hemos atendido a nuestra hija de una manera correcta, la hemos tranquilizado, le dimos cariño , por mucho que nos hubiesemos preocupado y amargado no le ibamos a aliviar su dolencia, asi que montarnos películas innecesarias no sirve para nada bueno.


    Por eso siempre os daré las gracias porque en el poco tiempo que llevo leyendo este blog y el libro de Rafa, algo importante ha cambiado en mi, y lo mejor es que es para bien, desde Galicia biquiños

    ResponderEliminar
  12. Hola Cristina!!!, ostras que bien que tuvieras ese comportamiento con el problemilla que tuvo tu niña. Con los niños terribilizamos muchísimo, nos da mucho, mucho miedo que les pueda pasar algo... pero si tú te hubieras puesto de los nervios en ese momento a ella no le habrías ayudado!!!, por lo tanto el ponernos con tantos nervios imaginándonos lo terrible, no nos ayuda en nada.

    Poniéndonos histéricos no vamos a prevenir que les pase nada a nuestros niños, por lo tanto, lo mejor es estar calmados e intentar aceptar lo que la vida nos vaya presentando, con nuestros hijos, con nuestra pareja... porque la realidad es que no todas las cosas están bajo nuestro control. Por tanto ¿para qué preocuparnos?

    Felicidades Cristina, eres una crack!!!

    Un beso

    ResponderEliminar
  13. Gracias Mónica, te agradezco este comentario, porque me da fuerzas para seguir en esta línea, hace más de un mes mi marido se quedo en el paro, mi hija mayor con el problema de anorexia y algunos problemillas que siempre rondan por ahí , el resultado era que no podía dormir, no tenía ganas de comer, los nervios me devoraban y tuve que volver a los tranquimazines, que ya tenía medio olvidados, un día descubrí el libro de Rafa y el blog, desde entonces ya no tomo los tranquis, soy yo la que doy ánimos en casa, ante el problema de mi hija fortaleza y todos los días me digo que quejarse no me aporta nada y no soluciona ningún problema, por eso digo que algo importante ha cambiado en mi, escribir estos comentarios me reafirman en la creencia de que voy por buen camino, y creo que también os gusta saber que todo lo que haceis da sus buenos frutos, muchísimas gracias. Biquiños

    ResponderEliminar