lunes, 13 de junio de 2011

REFLEXIONES DE MÓNICA: LAS PIRAGUAS Y EL PODER DE LA MENTE...

Va a hacer un año que en mi trabajo entre una compañera y yo decidimos montar un grupo excursionista, pensábamos que nos íbamos a quedar solas, pero nada más lejos de eso, cada vez se están apuntando más compañeros y la verdad que nos lo pasamos muy bien. Una actividad así está sirviendo para unirnos mucho más, conocer a la gente en otros ámbitos y hacer que el ambiente laboral sea más distendido.

Ya tenemos el truco, hemos descubierto que cuando a veces tenemos días más durillos en el trabajo, si empezamos a hablar de nuestras excursiones pues nos cambia a todos la cara y se nos pasa el mal humor. Es otro ejemplo de que nosotros podemos controlar como nos queremos sentir.

Pues bien, quería compartir con vosotros la historia de la última excursión, que no deja de tener su gracia… ya veréis… fue el pasado sábado, decidimos entre todo el grupo hacer una excursión en piragua, también había la posibilidad de hacerla en lancha, pero unos cuantos dijimos que ni hablar que si la hacíamos la hacíamos en piragua!!. Así que allá que nos fuimos a una zona de Lérida, al lado de un pueblo precioso que se llama Áger, donde el río Noguera Ribagorçana hace unas hoces espectaculares…total, un paraíso…

A la hora de repartir las piraguas, el señor que nos las alquilaba ya nos dijo, quizás encontráis un poco de viento… sí, sí muy gracioso el señor… yo compartía piragua con otra chica, el señor nos dio una pequeña clase y se fue, nos dijo que ya nos encontraríamos en el camping del pueblo, que teníamos que hacer un recorrido que era de ida y vuelta.

La ida fue un disfrute, aunque tuvimos algunos problemillas de coordinación la piragua iba avanzando y nosotras disfrutando del paisaje… pero el problema fue a la vuelta del recorrido, con el viento en contra, llevábamos ya unas cuatro horas sin parar y pensábamos que ya nos quedaba poco, cuando fuimos conscientes de que nos quedaba todavía mucho recorrido y encima con aquel viento… teníamos que hacer un montón de fuerza y la piragua casi no avanzaba. En las otras piraguas del grupo iban chicos que controlaban la fuerza mucho mejor y empezaron a dejarnos atrás, aquello era, sálvese cada uno como pueda…porque era muy difícil ayudarse con aquel viento…

Mi amiga empezó a desfallecer y  a decir que ya no podía más, que se rendía que alguien ya nos vendría a rescatar… por cierto móvil no llevábamos porque ya nos habían dicho que no había cobertura… así que menudo panorama, yo era consciente que sola no podía mover la piragua, así que allí estábamos las dos solas, con un sol que nos estaba quemando y un viento que hasta hacía olas pequeñitas… yo no decía nada e intentaba animar a mi compañera, pero internamente pensaba que no sé cómo narices íbamos a salir de allí.., además como las fuerzas nos fallaban pues aún íbamos más descoordinadas y la piragua no avanzaba de ninguna de las maneras… tampoco podíamos ir hacia la orilla porque como había llovido tanto, el agua había ido cubriendo toda la orilla. Total, que allá estábamos perdidas como en el mar las dos solas con nuestra piragua…

Pues bien, en ese momento de desamparo, me acordé de una historia que una vez me explicó Rafael, es la historia del explorador irlandés Shackleton que en una expedición a la Antártida  se quedaron atrapados allí, él y toda su expedición un montón de años. Ese explorador gracias a su estado de ánimo positivo, contagió a todos sus compañeros y ayudó a que todos aguantaran esas condiciones tan horripilantes!!,una historia espectacular!!

Así que había que cambiar el chip, de allí teníamos que salir como fuera, sólo era una cuestión mental. Mi amiga decía que una leche, que la realidad era que ya no podíamos más… Pues bien, yo como iba sentada delante empecé a marcar un ritmo a saco sin parar, pero marcándolo en voz alta. Mi amiga reaccionó de inmediato, dejó de quejarse y se concentró en el ritmo que yo estaba marcando y me siguió, marcando el ritmo también conseguíamos ir más coordinadas, así empezamos a avanzar muy poquito a poco con aquel viento… pero avanzábamos. Marcando los tiempos en voz alta no pensábamos en que ya no podíamos más y los brazos parece que nos dolían menos… y así aguantamos la hora final de trayecto que nos quedaba, también además de marcar el ritmo lo único que nos decíamos entre nosotras es que ya estábamos cerca!!.

Cuando llegamos después de hacer 14 km en la piragua en 5 horas sin parar, casi no podíamos movernos… pero llegamos muy felices por haber superado ese momento de bajón y por haber hecho las dos un gran equipo!!

Tengo que deciros que nos hemos quemado con  el sol y que estamos que no podemos con nuestra alma pero chicos, yo mañana lo volvería a repetir. Esto es otra prueba más de que nuestra mente es flexible y podemos decidir en cada momento como nos queremos sentir, incluso en situaciones difíciles!!. Si conseguimos ponernos fuertes mentalmente podemos con cualquier cosa que se nos presente.

Quizás era un proyecto demasiado ambicioso esta excursión…, pero sirvió para compartir con mi amiga otro ámbito además del laboral, ahora sabemos que si salimos de esa situación… a nivel laboral si tenemos que compartir algún tema, vamos a triunfar… je, je…

Un beso a todos,

Mónica

3 comentarios:

  1. Ostia, qué chulada de artículo, Mónica!!! Ya lo había leído y ahora que lo vuelvo a leer me encanta. Hace menos de un mes me encontraba en un viaje en el extrangero yo sólo para hacer un examen y me perdí en una excursión que hice y acabé en una carretera intentando encontrar el pueblo más cercano, jajaja. Estuve cuatro horas andando, de noche y pinchándome las piernas con los hierbajos, jajaja. Fíjate si se me quedó éste artículo por guay que es que me acordé de él en ese momento, jajjajaja, y junto con los demás argmentos para llevar bien la incomodidad, la verdad es que fue una experiencia muy enriquecedora, muy incómoda pero la verdad es que la disfruté. Parece heavy decirlo, jajaja. Así que chapó por el post y muchas gracias, jajaja. Y qué fuerte lo de Ernest Shackleton, seguro que si conociéramos más de él, aprenderíamos mucho.

    Un besico!!!

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  2. Ostras David!!! pues menuda aventura!!, qué alegría que los posts sirvan, no sabes la alegría que me da!!

    Un beso David!!

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  3. Y tanto que sirven un montón, Mónica!!! Ya perdí la cuenta de los muchos que me he leído antiguos, jaja. Me encanta este blog!!!

    Cuídate mucho!!!

    Un fuerte abrazo!!!

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