domingo, 31 de octubre de 2010

FRENTE AL PARO: NO DRAMATIZAR

El otro día me pasaron un enlace de un fantástico video de Youtube en el que un joven de 23 años llamado Nick Vujicic da una conferencia sobre motivación. ¡Es la leche! El caso es que el tipo no tiene piernas y brazos, pero eso no parece detenerle en su vida: tiene grandes sueños y está decidido a intentar cumplirlos.

Básicamente, el mensaje de Nick consiste en que la clave de la satisfacción personal está en dejar de quejarse por lo que no se posee para centrarse en lo que sí se tiene. Si dejamos de lamentarnos, podremos apreciar nuestra suerte, nuestras cualidades y nuestras oportunidades.

Esta actitud es uno de los componentes básicos de la nueva psicología positiva. Los psicólogos intentamos que las personas adopten esta visión frente a cualquier adversidad porque se trata de la clave para amueblar bien el coco en esta vida irregular, de glorias y desastres, victorias y derrotas...

Y cuando leí esta semana en un periódico catalán que han aumentado los casos de depresión y ansiedad debido al problema del desempleo en España, me acordé enseguida de Nick Vujicic. ¿Qué nos diría él a los que hemos podido perder el empleo? Yo creo que algo así: “ ¡Amigo, es cierto que tienes un problema, pero tu vida no corre peligro! Aprovecha lo que tienes y mira a tu futuro con ilusión. ¡Aún tienes muchas oportunidades!”

La psicología nos advierte, una y otra vez, de la importancia de nuestro diálogo interior. Si, frente al desempleo, nos decimos a nosotros mismos: “¡Menudo desastre!, ¡Soy un inútil! ¡Nunca levantaré cabeza!”, simplemente, me deprimiré y eso, querido lector, no sirve para nada: deprimirnos no nos va a dar ninguna ventaja a la hora de mejorar nuestra situación.

Y esto me recuerda a Thomas Bruegental, el juez de la Corte Internacional de La Haya, autor del libro Un niño afortunado. Cuando era niño, fue deportado a un campo de exterminio nazi donde murió su padre. Él sobrevivió milagrosamente y cuando terminó la guerra, emigró a Estados Unidos y se hizo abogado y luego juez. El juez Bruegental explica en sus memorias que el secreto de su éxito y su fortaleza personal está en una enseñanza de su padre: “No desesperar jamás”.
Enlace del video de Nick: http://www.youtube.com/watch?v=V4w7SdNMQ-g

1 comentario:

  1. La vida maestra en enseñarnos, nos da cada día la lección más importante: no abandonar nunca. Nos reta a que la vivamos, a pesar de ciertos momentos, nos conmina a ser felices y nos enseña el camino para llegar a ello: la constancia, la creencia en uno mismo, la fuerza ante la adversidad, la paciencia para dejar que las cosas fluyan y lleguen.

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