Hola amigos y amigas. Mi nombre es Eugenio y soy seguidor como muchos de vosotros del blog de Rafael Santandreu. En primer lugar quiero contaros mi secreto a vosotros. Tengo diagnosticado un trastorno esquizoafectivo en la sanidad privada y un trastorno de la personalidad por la Seguridad Social. El diagnóstico es indiferente a efectos prácticos de lo que aquí os quiero contar, porque bien me podíais decir todos que soy esquizofrénico. En resumen y para que os hagáis una idea tengo un trastorno psicótico.
Lo primero que quiero deciros a todos es que la esquizofrenia no equivale a locura. Como bien dice Rafael Santandreu en el arte de no amargarse la vida la locura se cura en la cárcel y el 97% de los esquizofrénicos que estamos en España estamos por la calle tan tranquilos sin hacer daño a nadie. La enfermedad provoca cierto neuroticismo y ello se ve amplificado por la presión de la sociedad. Sí, estamos entre vosotros aunque no os deis cuenta. El 1% de la población de cualquier país tiene esta enfermedad. 400.000 en España, 3 millones en EEUU y 10 millones en China.
Lo segundo, si sois psicóticos y estáis leyendo estás líneas una idea fundamental que tenéis que tener en mente es que no tenéis una enfermedad “terrible” y tampoco es “grave” como es catalogada por ciertos estamentos oficiales. Basta de dramatizar. Los buenos médicos de atención primaria en España bien se encargan de decir que la esquizofrenia hoy en día se asemeja a la diabetes, ya que es un trastorno metabólico de la sinapsis neuronal en el neurotransmisor de la dopamina. Lo que ocurre es que falta mucho trabajo por hacer en el campo de la salud mental en España pero nunca es tarde si la dicha es buena. Así que “a trabajar”. El que quiera claro.
Y nuestra enfermedad ni se trata sólo con pastillas ni podemos estar sin medicación. Así que podemos hacer como Juancho, el personaje de las gafas de la felicidad que es bipolar y trabajando la psicología cognitiva toma una medicación mínima.
Yo además de la psicología cognitiva con los libros de Rafael Santandreu me he trabajado los libros de Albert Ellis sobre la Terapia Racional Emotivo Conductual (TREC). Y el resultado ha sido más que satisfactorio porque como bien decía este psicólogo norteamericano fallecido en el año 2007 recomendaba en los trastornos psicóticos un cambio filosófico más profundo que el de la Terapia Cognitivo Conductual ya que la enfermedad sí tiene más incidencia en la persona que la ansiedad y la depresión.
Ahora bien, quiero decir que si os animáis a trabajar la TREC tengáis en cuenta que según mi experiencia tiene buen resultado a nivel de neurosis. Ya es muy importante ya que la psicosis viene acompañada de mucha neurosis. Y la parte psicótica de la TREC la podéis dejar de lado. Cuando se desarrolló la TREC no existían los medicamentos antipsicóticos atípicos que existen hoy en día con escasos efectos secundarios. Tanto en el tema de la homosexualidad como en el tema de las psicosis y psicopatías se han producido avances sociales que no todos los libros de Albert Ellis sobre la TREC los recogen.
Os animo a muchos psicóticos a seguir mi camino. Haciendo psicoterapia con un psicólogo cognitivo conductual avanzaréis bastante y veréis que os encontráis mucho mejor. Y para ésto no vale ni el psiquiatra ni el médico de atención primaria. Al final es posible que podamos salir del armario como han hecho los homosexuales y acabar un poco con el estigma social del que se lucran muchos personajes importantes yo creo más bien que por desconocimiento. La propia sociedad estigmatiza y presiona por este mismo motivo. No lo olvidéis. Ya me gustaría a mí verlos en nuestra tesitura, a ver qué hacían.
Y a los que estáis aquí con temas de depresiones y demás, la gran mayoría, no os asustéis, que estamos a vuestro lado para apoyaros. La gran mayoría de los esquizofrénicos hacemos una vida normal.
Un abrazo a todos y todas.
Eugenio.
Al ir a pagar la cuenta, le dijeron que ya estaba pagada. Borges preguntó quién le había invitado.
No somos conscientes de lo que nuestro cuerpo es capaz de soportar. No somos conscientes de lo privilegiados que somos en mil ocasiones.
Hola, amigos/as: