domingo, 17 de noviembre de 2013

REFLEXIONES DE MÓNICA: CAROLA APRENDE A AFRONTAR SITUACIONES.

Hola a todos, hoy os dejo con otro cuento racional de Virgina Waters, espero que os guste!!

Un beso a todos,

Mónica

CAROLA APRENDE A AFRONTAR SITUACIONES

Cornelia gorjeaba alegremente mientras se sentaba en su nido para mantener calientes a sus tres huevos. Estaba muy orgullosa de dos de ellos, eran brillantes y hermosos para cotemplar y maravillosos para sentarse encima.

El tercer huevo era bastante corriente, pequeño, algo ladeado y de apariencia anodina. Cornelia apenas se fijaba en él.

Un día los huevos de Cornelia rompieron el cascarón. De los huevos grandes salieron dos hijos espléndidos a los que llamó Conrado y Claudio, y del huevo pequeño, salió una hija desaliñada que llamó Carola.

Cornelia pasaba todo el tiempo enseñando a sus hijitos los conocimientos necesarios para sobrevivir. Les enseñó a construir nidos, a arrancar semillas de girasol, a despegar y a aterrizar sin agitar las plumas, a fastidiar a los gatos, las normas de limpieza y mucho más.

"Vosotros dos aprendéis rápidamente" gorjeaba Cornelia con orgullo a sus hijos "tú tendrás que trabajar mucho más Carola, si quieres mantenerte al nivel de tus hermanos"

"Siempre estoy un paso detrás de mis hermanos" se lamentaba Carola, "y además ellos empeoran la situación al confabularse y burlarse de mí. Cuando mamá me reprende y Conrado y Claudio se burlan, ¡me pongo tan furiosa y tan triste por mi comportamiento que aún lo hago peor!".

"Eres el único cardenal que conozco que canta desafinando" se lamentaba Cornelia la mamá... "¡no sé qué hacer contigo!"

"¡Carola no puede cantar! ¡Carola no puede cantar!" piaban Conrado y Claudio. Y Carola se deprimía aún más...

"¡Voy a convertirme en un cardenal muy inútil! y mamá y mis hermanos me tratan tan mal!!!, pero si hablo de esto con ellos se ríen y me critican aún más" se quejaba Carola "y mis sentimientos interfieren cada vez más en mis tareas de cardenal".

Una tarde en lugar de hacer sus deberes (explorar la vecindad en busca de alimentos para pájaros) Carola estaba en un árbol exclamando:

"¡Qué triste es ser un tosco cardenal que desafina!, nunca mejoraré y mi familia no me querrá nunca. Sería mejor que me dejase comer por un gato" gorjeaba estremeciéndose.

"Qué canción más rara estás cantando, no la había oído nunca" oyó decir a una voz de una rama más arriba "¿Crees que será un éxito?" Carola miró y vio a un gorrión moteado con los ojos brillantes, "me tomas el pelo"- dijo Carola- "nada de o que hago es un éxito. Parece que siempre fracaso en todo".

"Eso está muy mal" dijo el gorrión "a mí no me parece tan mal, incluso siendo un cardenal".

"Es por qué no me conoces" gritó Carola, "no gusto a nadie que me conozca, ni siquiera a mi propia familia".

Bien, me parece que estás siendo muy severa contigo misma, esto no te va a ayudar en tu actitud de cardenal" dijo el gorrión.

"Estoy seguro de que te sientes tan mal que aún hace más difícil que puedas cumplir tus tareas, es difícil pensar con claridad cuando estás lleno de pensamientos tristes".

"¡Tienes razón!" gorjeó Carola - "es difícil volar alto cuando estás deprimido, ¿qué puedo hacer?"

"Primero es importante saber por qué te sientes tan mal, después podremos intentar que te sientas mejor".

"Sígueme" dijo el gorrión despegando hacia el cielo "quiero presentarte a otros pájaros que pueden ayudarte a descubrir por qué te sientes así".

Carola siguió al gorrión hasta un cerezo y  se posó en una rama a su lado.

"¿Quién es este? preguntó Carola señalando con su ala a un pájaro que se sentaba muy cerca

"Es el Marqués de Malcarácter, escucha lo que va a decir" dijo el gorrión.

"¡No puedo soportarlo más!" graznaba el Marqués "estos otros pájaros deberían tratarme de otro modo y tendrían que respetarme. Deberían ser castigados por el modo en que me tratan. Creo que me comeré uno de sus huevos" siseaba el Marqués, lamiendo su pico. "Les enseñaré que no deben meterse conmigo" musitó mientras alzaba el vuelo.

"¿Qué crees que siente? Preguntó el gorrión.

"Me parece que está como yo cuando me enfado" gorjeó Carola "estaba muy enfadado"

"Ahora escucha a este compañero que está debajo de nosotros, es Pitita la paloma quejumbrosa" dijo el gorrión.

"Pobre de mí" se lamentaba Pitita "no hago nunca nada bien, no sirvo para nada y no mejoraré nunca. Soy un fracaso como paloma, estoy perdido" seguía lamentándose Pitita sin cesar.

"Es como cuando yo estoy deprimida y triste" dijo Carola "Está aquí lamentándose y sin hacer nada para cambiar la situación Es lo mismo que hago yo"

El gorrión dijo," vamos a ver otro pájaro más y luego te haré una pregunta muy importante"

El gorrión condujo a Carola a un precioso jardín de flores y señalando a una Petunia, dijo: "si miras atentamente verás a mi amiga Hortensia, el pájaro susurrante. Escucha atentamente lo que dice"

Hortensia revoloteaba nerviosamente ente las flores, sin pararse ni un segundo para descansar. De vez en cuando se detenía frente a una flor para chupar el néctar, batiendo las alas con tal rapidez que eran totalmente invisibles para Carola.

"Madre mía" decía Hortensia "¿y si hay un gato escondido debajo de este rosal preparado para echarme las garras?" "¿Y si las flores se quedan sin néctar y me muero de hambre?" "¡Madre mía!, ¡madre mía!, todo es horrible"

"Bien" dijo Carola "No llego al extremo de Hortensia, aunque dice cosas que yo me digo a mi misma cuando tengo miedo o estoy inquieta"

"Así  que ¿de dónde vienen estos sentimientos? preguntó el gorrión.

"Creo que cuando pienso de una manera determinada y me digo algunas cosas, al final me siento de esta manera" contestó Carola.

"¿Cómo puedo cambiar mis sentimientos cuando me interfieren?" preguntó Carola.

"Si tienes determinados sentimientos al decir ciertas cosas, ¿qué crees que podrá cambiarlos?" Preguntó el gorrión.

"Ummm" dijo Carola "¡ya sé!, podría decirme cosas distintas para sentirme diferente"

"Muy bien" dijo el gorrión, "para cambiar tu enfado en simple preocupación, puedes cambiar tus exigencias por preferencias".

"Si, en lugar de decir que tus hermanos no deberían burlarse de mí, puedo decirme que me gustaría que no lo hiciesen, pero que puedo soportar que se burlen de mi"

"Y" - continuó el gorrión - "para cambiar tu depresión en solo tristeza, puedes cambiar tu baja autoestima por aceptación incondicional, y hacer una valoración razonable de tus rasgos y comportamientos".

"O sea que en vez de decir que estoy completamente perdida porque no puedo volar ni cantar tan bien como mis hermanos, puedo aceptarme tal como soy y trabajar para perfeccionarme" exclamó Carola.

"Y si deseas cambiar tu miedo y ansiedad por simple preocupación, piensa en el presente y deja de preocuparte por el futuro" dijo el gorrión

"Guau"- gritó Carola - "creo que he aprendido algo muy importante, ahora sé cómo solucionar mis problemas. Cuando me sienta triste puedo buscar el pensamiento triste y cambiarlo por un pensamiento útil.

"Y al mismo tiempo que vas aprendiendo a no disgustarte tanto" dijo el gorrión "verás que serás capaz de pensar más claramente sobre la manera de resolver otros problemas y reliazar mejor tus tareas de cardenal".

"Y así, aunque mis plumas no lleguen a ser nunca tan rojas como las de mis hermanos, ni mis canciones sean tan dulces como las suyas, y aunque mi madre no me alabe nunca tanto como a ellos, no tengo que sentirme triste porque sé cómo crear pensamientos que me ayuden a resolver mis propios problemas y con esto puedo volar muy alto. ¡Gracias gorrión!"

El gorrión empezaba a bostezar pues había llegado ya la noche y el jardín estaba cubierto por un manto oscuro. Carola empezó a cantar dulcemente.

"Voy a hacer que mi vida sea lo mejor posible, a pesar de todo" cantaba Carola mientras se dirigía  su casa.

8 comentarios:

  1. Me facino la reelección de Carola muy buena para aplicar en mi vida muchas gracias.

    ResponderEliminar
  2. Precioso cuento!! Que maravilloso seria leer estos cuentos a los peques, aunque de grandes tambien podemos jejeje. Voy a ver si encuentro mas cuento racionales asi, gracias!

    ResponderEliminar
  3. Hola a todos. Os quiero contar un secreto mío.... eso sí.... quiero conservar el anonimato. Mirad, soy esquizofrénico, para ser más exactos soy esquizoafectivo, y para que lo comprendáis ser esquizofrénico es la leche entera y esquizoafectivo la leche semidesnatada. ¿Sabéis lo que produce la nata de esa leche? Pues a pesar de lo que os creáis, en raras ocasiones produce violencia o agresividad, como comúnmente se cree. Al contrario, cuando piensas que eres psicótico te sientes como Carola y a veces te sientes triste y a veces deprimido, en definitiva, te crees que eres el patito feo con respecto a las demás personas. Por eso es muy importante que la persona con una trastorno psicótico realice el trabajo psicológico que hace el pájaro Carola en este cuento. Si trabaja sus pensamientos conseguirá cambiar sus sentimientos y es fundamental que trabaje la autoaceptación incondicional, ya que le servirá para no sentirse menos que los demás simplemente por el hecho de tener un trastorno psicótico. Una vez realizado el esfuerzo psicólogico vendrán los resultados y los que están alrededor nuestro se darán cuenta de que no se nos puede echar la culpa de cualquier cosa, sino de la de nuestros actos, de que se nos puede hacer caso, porque la persona con un trastorno psicótico puede mantener constantemente su inteligencia y razonamiento para ser abogado, arquitecto, ingeniero o camarero. Tenemos derecho a enfadarnos, como el resto de personas que habitan el Planeta, sin que eso se confunda con violencia. Con un poco de medicación hoy en día se puede hacer una vida completamente normal, igual que el resto de patitos y como Carola, que son feos por otras razones. Y es más, se puede capitalizar la enfermedad, dado que produce una aceptación incondicional de los demás superior al del resto de personas.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por compartir tu secreto. Un gorrión llamado Ellis y algunos más que pillaron lo que decía bien pillao, saben-sabemos- que no importa cualquier fallo de salud, sea de ese tipo o de cualquier parte del cuerpo, es igual. Se puede ser feliz con fallos de salud, y haberlo pillao es una suerte más grande que lo que nos quita el tener cualquier fallo de salud. Además hay otros gorriones que inventaron medicaciones que ayudan, la ciencia es la leche. Todo el mundo esta igual, si no es una cosa es otra, y si no que espere 20 o 40 añitos más. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Olvidaba dar las gracias a Mónica. De nuevo enviaré el cuento a mis sobrinos por email.

    ResponderEliminar
  6. Eugenio, gracias por compartir tu secreto con nosotros y te felicito por tu valentía al confesarnos tu "problema"´. Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias Eugenio por tu comentario porque es un aprendizaje para todos.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  8. Gracias a ti Luís!!!, qué bien que se lo pases a tus sobrinos!!

    Un fuerte abrazo!!

    ResponderEliminar