jueves, 21 de enero de 2016

REFLEXIONES DE JULIO RUBIO: LO CERCANO


- Harry… Marina me ha llamado, está muy preocupada. Ya sabes que yo no me meto en vuestras historias, ni quiero meterme. Solo te digo lo que me ha pedido Marina. Quiere una reunión, solo quiere que yo esté presente. Nada más. Me ha pedido que te lo diga.
Meterse en cosas de pandillas organizadas es muy delicado, y la negociación debía ser con mucho tacto.
Harry es el jefe de una pandilla de cuyo nombre no quiero acordarme. Es un tipo sereno, se puede dialogar con él. Le he apoyado en muchas movidas, le he sacado de muchos líos, me aprecia y me respeta. Y yo le aprecio y le quiero un montón. Pero se que en temas de pandillas hay una línea roja que no puedo cruzar.
– Esta bien Julio. Sabes que soy una persona razonable.
Fijamos fecha y hora para la reunión. Se hará en un lugar público. Marina y Harry se reunirán. Yo solo tengo que estar presente.
Marina no sale de casa, está amenazada. Quiere negociar su salida de la pandilla. Es un tema muy muy delicado.
La voy a buscar en moto. Está muy, muy, pero que muy nerviosa. La intento tranquilizar. Se pone el casco y nos vamos al lugar de la reunión.
Es una terraza con más gente. Harry y Marina se saludan fríamente. Yo intento romper el hielo;
– ¿Nos sentamos? ¿Qué queréis tomar?
Piden. Harry llama desde su móvil, solo dice;
– Ya está aquí
Al rato aparece “La Yari”. Se sienta. Harry se levanta y se va. La Yari es la jefa de las chicas. Es con ella con quien se tiene que negociar la salida de Marina de la pandilla.
Comienza el dialogo, yo en medio escuchando sin abrir la boca, “Ver, oír y callar si de la vida quieres disfrutar” reza una pintada en las calles de un barrio del Salvador de cuyo nombre no quiero acordarme.
Según va pasando el tiempo y la conversación, la atmosfera se va destensando.
– Marina… cuando estuve presa me viniste a ver, y yo eso no lo olvido. Además, está aquí Julio, al cual respetamos todos. Así que por mi parte eres libre, no te vamos a seguir acosando. Pero cuidado, como te veamos con algún miembro de la XXX, este acuerdo se rompe.
Después de la reunión Marina me dio las gracias una y otra vez, ¡¡estaba feliz!! ¡¡Jamás voy a olvidar esto!! Decía ¡¡gracias gracias gracias!!
Normalmente son los pedagogos (profesores, educadores, psicólogos, Institutos de secundaria…) los que inmediatamente sin pensárselo dos veces (como rezan los protocolos), derivan los casos de acoso, violencia, bullyng, agresiones… a la policía y a los jueces.
Yo creo que debería ser al contrario.
Desde la pedagogía, desde lo CERCANO, todo es más rápido, más duradero, más eficaz, más solido…

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