jueves, 14 de enero de 2016

REFLEXIONES DE JULIO RUBIO: ÉL ES LO QUE TÚ ESPERAS


- Te vienes conmigo al centro de menores
- ¡¡Y una polla!! Yo ahí no vuelvo ni loco, antes me rajo las venas aquí
- Tú decides, o por las buenas o por las malas, ahora mismo le digo al policía que te ponga las esposas y te llevamos esposado
El Perita sabe que si le ponen las esposas hay menos probabilidad de escaparse. Así que inteligentemente decide colaborar.
El policía le abre la celda. Sube escoltado por dos policías y la educadora. Va a conseguir salir a la calle por unos segundos, el espacio entre salir de la GRUME (Comisaría de menores de la policía nacional) y entrar en el coche patrulla será su oportunidad.
El policía abre la puerta del coche, y de repente, sin previo aviso, el Perita echa a correr como un loco, corre corre como si la vida le fuese en ello, como si detrás de él no le siguiesen dos policías, sino dos leones que le fuesen a devorar. La gente por la calle se queda atónita, una persecución como en las películas. Busca un lugar aglomerado de gente, corre corre hasta un centro comercial, se esconde entre la gente. Listo como el hambre, les da esquinazo. Consigue llamar a su abuela. Y la abuela me llama inmediatamente a mí.
- ¡¡Se ha fugado!! ¡¡Se ha fugado!! Otra vez, por favor Julio ves a buscarle, está en tal sitio…
Voy en moto volando como loco al lugar. Al encontrarle le abrazo. Le pongo el casco rápido para que no le reconozcan, y rápidos como el viento atravesamos la ciudad en la moto.
Se queda en mi casa, escondido una temporada.
El Perita roba, en mi casa no lo hace.
El Perita lleva años comiendo con cuchillos de plástico, en mi casa lo hace con cuchillos afilados y puntiagudos.
El Perita es violento con sus educadores. Conmigo, Nidia, mi madre, mis amigos… es afectuoso.
El Perita no colabora, en mi casa recoge la mesa, friega los platos, hace la cama…
El Perita se fuga de todos los centros, en mi casa le encanta estar y volver.
¡¡Como una auténtica paradoja!!
Que cuanto más altas son las vallas más es el deseo de escapar y cuanto más abiertas las puertas más es el deseo de volver.
Cuanto más es la vigilancia más roba y cuanto más la confianza menos roba.
Cuanto más se le interroga más miente y cuanto menos se le interroga más dice la verdad.
Cuanto más miedo se le tiene más peligrosa es la situación, y cuanto menos miedo se le tiene más segura se vuelve la situación.
Y cuanto más policía es uno más delincuente es él, porque él es simplemente un reflejo de lo que tú esperas de él.
Si le pones vallas es porque esperas que se escape.
Si le vigilas es porque esperas que te robe.
Si le interrogas es porque esperas que te mienta.
Si le temes es porque esperas que te agreda.

Él es lo que tú esperas.

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