martes, 7 de octubre de 2014

REFLEXIONES DE JULIO: YO SOY SAM


Hace unos meses escribí un artículo criticando duramente a las Instituciones de menores y todo su entramado jurídico-psicológico, el cual tiene el Poder no solo de retirar la tutela a las madres biológicas, sino también de juzgarlas. Exactamente me referí en estos términos;

“Separan a madres (o abuelas) de sus niños… por putas, por presas, por borrachas, por hambrientas, por analfabetas, por miserables, por chabolistas, por ignorantes, por madres-niñas menores de edad, por deshauciadas…”

Al ver la película “Yo soy Sam” me di cuenta que se me había olvidado escribir;

“Por subnormales, por retrasad@s...”

Esta película visualiza la frialdad con que puede ser utilizada la Psicología desde las Instituciones de menores. Ignorando e infravalorando todo vínculo afectivo existente dentro de la familia biológica.

Pero “Yo soy Sam” nos muestra algo más, lo increíblemente soberbia, prepotente y desdichada que puede llegar a ser la Inteligencia.

La Inteligencia está sobrevalorada, y el cariño, el afecto, el amor… infravalorado.

“¡Este es el templo de la Inteligencia!” dijo Unamuno cuando los fascistas entraron en la Universidad. Pero si me das a elegir entre ese templo de Unamuno y el corazón de Sam… yo… me quedo con Sam.


3 comentarios:

  1. Muy cierto Julio.
    Una de las cosas que más me indigna de estas cosas es que se exija tanto a los padres y tan poco a la Administración. Si los niños que los jueces ponen a cargo de la Administración sufren agresiones no se actúa con tanta crueldad.
    Casi todos los padres, aunque no sean especialmente buenos, suelen ser mejores para los niños, que las instituciones a las que las envían.
    Hay que dar más educación paternal a los padres y más libertad de educación en sus valores. Llevo demasiados años escuchando graves equivocaciones como: Los padres deben ser amigos de sus hijos. Los padres deben cuidar de sus hijos para que no sufran nada. Deben protegerles de todo. Últimamente han mejorado y también dicen que deben ponerles límites, pero casi nadie decía nada de cómo hacer cumplir dichos límites.
    Me da grima escuchar a muchos padres repetir, tropecientas veces, límites que deben cumplir sus hijos, pero sin hacer nada para que se cumplan, con lo cual lo que consiguen es que esos hijos se 'choteen' y pasen de ellos.
    Además se han anulado y envilecido los valores de tipo masculino y dejado solo los de tipo femenino y, en mi opinión, ambos son necesarios.

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  2. La última tromba de agua aquí en Elche me cogió conduciendo y tuve la oportunidad de escuchar a un señor en la radio que hablaba de la educación en los niños. Éste hombre protestaba sobre la cantidad de información que tenia que absorber un niño después del cole, tantos deberes tiene que hacer hoy un niño que no hay tiempo para "pensar", para "sentir" , para "hablar", porque los niños también piensan sobre las cosas y se preguntan por ellas: la vida, la muerte, la felicidad... Este hombre animaba a los padres a hablar con sus hijos sin miedos, sin prejuicios desde una actitud sana y natural, es decir, desde la comunicación del sentir, del pensar, del ver...Esto es muy importante para la educación porque la vida está ahí para descubrirla que mejor que contársela a las personas que amas, tus papás.

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  3. En el cine del director Ken Loach encontraréis una denuncia social de lo que supuso el fascismo intelectual en el Reino Unido. Yo sólo ví en su día la película Lady bird lady bird y ya tuve bastante para que se me pusiesen los pelos de punta. Por favor, sólo ver este cine si estáis muy fuertes emocionalmente.

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