viernes, 31 de octubre de 2014

REFLEXIONES DE PILAR G: LA FELICIDAD INCONDICIONAL


Imaginaos que alguien quiere construir la casa de sus sueños y se esmera en cuidar detalles como la calidad de la madera de los suelos, el color de las paredes o el material de las puertas y ventanas, desea que su casa sea perfecta. Pero se despreocupa por completo de los cimientos, al fin y al cabo es algo que no se ve.

¿Qué pensáis que pasará con esta bonita casa una vez esté terminada? Que tarde o temprano, sin unos buenos cimientos, se derrumbará. Esto es precisamente lo que muchos de nosotros hacemos con nuestra vida: construirla sobre una filosofía basada en valores equivocados, y eso hace que a la mínima nos tambaleemos.

Perseguimos un montón de cosas (dinero, salud, hijos, pareja, comodidad, poder, belleza...), convencidos de que nos reportarán felicidad. En realidad no son más que necesidades que nos inventamos y que, paradójicamente, nos alejan de la felicidad. Cuantas más necesidades inventadas añadamos a nuestra vida, más vulnerables seremos.

La felicidad no está condicionada a tener salud, pareja, inteligencia, hijos o cualquier otra cosa que se nos ocurra, porque la auténtica felicidad es incondicional, es decir, no depende ni de logros, ni de capacidades, ni de situaciones ideales. Ahora mismo ya tenemos todo lo necesario para ser felices.

Condicionar la felicidad a factores externos, hará que nunca la alcancemos porque si decimos: "Seré feliz cuando gane más dinero", cuando eso suceda diremos: "Seré feliz cuando tenga un hijo", cuando lo tengamos buscaremos otra cosa y así sucesivamente. Nos habremos metido en un pozo sin fondo, en el que nos perderemos buscando algo que no se encuentra ahí, porque conseguir ese tipo de cosas solo nos da cierta satisfacción pasajera que no hay que confundir con la felicidad o lo que es lo mismo, con el bienestar emocional.

Por mucho que consigamos todo lo que ansiamos, no conseguiremos ser felices si no lo somos ya. La felicidad poco o nada tiene que ver con poseer cosas, es más bien una sensación, casi permanente, de serenidad y de armonía que las circunstancias externas no alteran. Éstas pueden alegrarnos o entristecernos pero no condicionan la paz interior.

¿Cuáles son, entonces, los cimientos sobre los que edificar nuestra vida? Apreciar el mero hecho de estar vivo, amar la vida y amar a los demás. Las personas con estos valores tienen ganas de hacer cosas, aprovechan las oportunidades que les ofrece la vida y no se quejan de lo que no pueden hacer o no tienen, disfrutan de las pequeñas cosas (un paseo, un amanecer...) y se relacionan bien con los demás. Se trata, en definitiva, de simplificar nuestra existencia y liberarla de necesidades, que no de deseos.

Si disponemos de sólidos cimientos, nos mantendremos firmes sin necesidad de puntales sobre los que apoyarnos. Y nos alegraremos si conseguimos lo que deseamos (pero no necesitamos): salud, hijos, un físico escultural, más dinero..., lo mismo que una casa bien cimentada puede tener todo tipo de ornamentos que contribuyen a hacerla más bonita pero no más estable.

En definitiva, la clave para alcanzar la felicidad radica en tener una buena salud mental, es decir, en no convertir los deseos en necesidades, y en nuestra capacidad de amar la vida y a los demás.

4 comentarios:

  1. Me encanta el post Pilar. Hay que tomarse la psicología cognitiva como la religión, porque también como ésta, tiene sus diablillos y con tu comentario nos recuerdas donde están las bases de uno mismo. Je, je, aunque no soy músico, mi anterior jefe me llamaba "el músico". Os dejo con una canción que se titula "La casa por el tejado". Perseverancia, amigos, perseverancia, la psicología cognitiva-conductual funciona.

    https://www.youtube.com/watch?v=8qz8FqmTsJY

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  2. Sencillamente "impecable" tu comentario . Lo que a mi màs me cuesta en este tema de los "cimientos" son las necesidades "inmateriales" madre de las necesidades materiales de las que habla Rafael en su ùltimo libro.
    Esa frase que Rafael usa "los penes son de platino y las vaginas de oro" me quedo muy en lo hondo de mi corazon, ya que me cuesta mucho vencer lo relacionado a lo excesivo y perjudicial que es mal utilizado el sexo. Leo estos artìculos y me llenan de paz pero a la vez quiero que lleguen a "mis cimientos" y es ahì donde està el trabajo màs duro.
    Compartir esto quizà no solo sirva parami sino para fortalecernos unos con otros. Pilar muy bueno tu comentario y seguì en esta senda!!!!

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  3. Así, son los valores la roca que nos sostiene en momentos de angustia... solo recordemos que hay piedras que aparentan ser sólidas pero en realidad es una trampa

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  4. Me quedo con la frase: "la felicidad es incondicional", me ha encantado.

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