domingo, 11 de enero de 2015

REFLEXIONES DE PILAR G: LA SALUD, UN BIEN EFÍMERO


Generalmente pensamos que lo más preciado que tenemos en la vida es la salud, cuántas veces cuando las cosas no salen como nos gustaría o se nos presenta alguna adversidad nos decimos a nosotros mismos: "Bueno, por lo menos tengo salud que es lo más importante".

Qué duda cabe que el bienestar físico es valioso, ya que nos permite disfrutar más de las cosas, pero también es cierto que muchas personas con una salud de hierro son incapaces de gozar de la vida, mientras que otras con serios problemas de salud hacen infinidad de cosas provechosas e interesantes.

Conviene no aferrarse demasiado a algo tan perecedero como la salud, porque por mucho que nos cuidemos, tarde o temprano, acabaremos perdiéndola. Por tanto, no tiene mucho sentido que exijamos o necesitemos tener salud para ser felices, ya que si nuestra felicidad depende de nuestro estado físico, en cuanto aparezca una enfermedad nos sentiremos completamente desgraciados y nos deprimiremos sin remedio.

Por lo tanto, la salud física es importante pero la salud mental lo es mucho más. Por muy bueno que sea nuestro estado físico, si no estamos sanos mentalmente no podremos ser felices, en cambio, seremos capaces de llevar una existencia razonablemente feliz si, a pesar de no gozar de salud completa, tenemos la cabeza bien amueblada y una buena escala de valores.

Un ejemplo que nos demuestra que esto es así es la vida de Jean-Dominique Bauby, redactor jefe de la revista Elle en los años noventa. Este periodista francés sufrió un gravísimo accidente cerebrovascular que le sumió en un coma del que despertó con todas sus facultades mentales intactas pero su cuerpo, a excepción de su ojo izquierdo, completamente paralizado (locked-in syndrome o “síndrome de cautiverio”).

La situación de Jean-Dominique no podía ser más extrema, muchas personas en su lugar hubieran pensado en quitarse la vida, pero él, aunque pasó por durísimos momentos, decidió dejar de lamentarse por lo que había perdido y sacar partido a lo que todavía poseía: la imaginación, la memoria y la movilidad de su ojo izquierdo. Deesta manera, como él decía, la escafandra en la que se encontraba atrapado se volvía menos opresiva y la mente podía vagar como una mariposa.

Ideó un código para comunicarse a través del parpadeo de su ojo sano, así consiguió escribir, con mucha paciencia y con ayuda de su asistente, el famoso libro "La escafandra y la mariposa", del que posteriormente se hizo una magnífica adaptación cinematográfica. Su nueva situación despertó en él una sensibilidad especial para pensar y sentir, que quedó plasmada en dicho libro.

Cuando nos quejemos de nuestro estado de salud pensemos que hay personas que están mucho peor que nosotros y que aun así no se lamentan, esto no es "mal de muchos, consuelo de tontos", sino que estas personas deben servirnos como modelos de fortaleza, no son extraterrestres ni están hechos de otra pasta, son personas como nosotros.

Si ellos pueden tener una vida plena aun en las circunstancias más difíciles, nosotros también podemos, siempre y cuando no nos digamos que es terrible e insoportable estar enfermo y que somos unos pobres desdichados por ello, porque entonces, entre tanto lamento, no veremos las oportunidades de disfrutar y de hacer cosas valiosas.

Las personas emocionalmente fuertes saben que la queja y la autocompasión solo sirven para malgastar el tiempo y la energía, y que es mucho mejor hacer cosas provechosas e interesantes que lamentarse.

Si padecemos una grave enfermedad o tenemos serias dificultades de salud que aunque no comprometen nuestra vida la hacen más complicada, depende de nosotros amargarnos la vida o gozar de todo aquello que tenemos a nuestro alcance, mientras hacemos todo lo posible para intentar superar la enfermedad o mejorar nuestra situación.

Además de Jean-Dominique Bauby, hay otros muchos modelos de fortaleza emocional. Este link es de un post que escribí hace tiempo sobre algunos de ellos:

http://tuespacioemocional.wordpress.com/2014/03/19/modelos-de-fortaleza-emocional/

No hay comentarios:

Publicar un comentario