viernes, 19 de julio de 2013

LA DEBILIDAD, LA GRAN MAESTRA (extracto de mi próximo libro)

San Juan de Dios estatuaMuchas neuras se hallan dentro de la familia del “temor a la debilidad”. Cuando estamos neuróticos, tendemos a temerle a “estar mal”, “ser menos”, “estar enfermo”, “padecer ansiedad”, “ser depresivo”, “tener dolores crónicos” y, como hemos visto, es temor produce esos síntomas: los amplifica hasta extremos increíbles.

Pensamos equivocadamente que esa dolencia nos va a arruinar la vida, luchamos contra ella desde el minuto uno y ahí empieza el lío. Esa lucha es la que produce el aumento exponencial de la ansiedad, el dolor o lo que sea que nos fastidie. Las personas que no temen a la debilidad no amplifican el malestar y éste, va y viene para desaparecer solo como una brisa ligera y, además, nunca es demasiado fastidioso.

Y es que en nuestra sociedad, le tememos mucho a la debilidad. Y cuando escribo esto me viene a la mente una imagen contradictoria: una estatua del monje San Juan de Dios que preside la entrada principal del hospital infantil del mismo nombre en Barcelona.

Yo voy a veces allí a charlar con una amiga mía que dirige los voluntarios del hospital y que es una de las personas más racionales que he conocido nunca, Tina Pereyre. Esa gran estatua de un par de metros de altura representa a un monje que en siglo XVI vestido con un roído hábito y rodeado de niños enfermos, pero alegres. Ese monje creó una orden para el cuidado de enfermos: un tipo que fue feliz entre los más débiles, incluso entre los moribundos. Tina y su equipo de 300 voluntarios lo siguen haciendo en pleno siglo XXI.

Unos tememos a la debilidad y otros –como San Juan de Dios- la metieron en su vida como forma de alcanzar la sabiduría y la felicidad: extraño, ¿no? La solución a este enigma es que la debilidad puede ser “la gran maestra”; no hay que temerla, sino todo lo contrario.

Y es que cualquier debilidad -enfermedad corporal o psicológica- no tiene por qué impedirnos ser felices. Encontraremos demostraciones a favor de esta aseveración por todas partes. Si nos damos cuenta de ello, dejaremos de lamentarnos y empezaremos a aprovechar nuestra vida.

Y no sólo eso: la debilidad puede convertirse en la “gran maestra” porque nos puede conducir a descubrir una vida nueva mucho más intensa y armónica. Eso sí, si la aceptamos con alegría, nos recogemos con humildad y damos lo mejor de nosotros dentro de nuestras limitaciones.
Cuando estamos fuertes, tendemos a buscar gratificación en los logros externos. Cuando estamos débiles -y empleamos a la debilidad como maestra-tendemos a concentrarnos en el amor y en el disfrute de las cosas pequeñas.

Una de las miles de demostraciones del potencial transformador que tiene la debilidad la encontré en una entrevista de “El Periódico de Cataluña”. El protagonista, Paolo Badano, es un italiano de 43 años que a los veinte años se quedó en silla de ruedas a causa de un accidente de tráfico. La entrevista tenía como motivo que Paolo ha inventado una especie de moto –un segway- que vende por todo el mundo que permite una gran movilidad a los discapacitados. Una de sus respuestas nos interesa especialmente:

“Cuando nos pasa algo malo, solo pensamos en lo que nos quitan, en lo que perdemos, pero para mí la discapacidad ha sido una gran maestra, me ha mostrado la importancia de la amistad profunda, la importancia del amor y el valor justo de cada cosa. Es normal que haya gente que después de un accidente como el mío, no vuelvan a levantar el ánimo, pero no tiene porqué ser así: en mi caso, es todo lo contrario. Hasta el punto de que si pudiese cambiar algo de mi pasado, no cambiaría el día de mi lesión”.

18 comentarios:

  1. Hola Sr. Santandreau,

    He empezado a leer su libro "El arte no amargarse la vida" y aunque no lo he terminado sé que es uno de esos libros que son parte aguas..
    Mi papá ya terminó el libro y no para de decirnos que está excelente, así que le hago llegar sus felicitaciones.
    He descubierto su blog el día de hoy y he quedado encantada, me hizo mucho eco la frase "Hasta el punto de que si pudiese cambiar algo de mi pasado, no cambiaría el día de mi lesión”.
    Un abrazo,

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  2. Frases sabias y contundentes que sirven como referencia bibliográfica para contrarrestar las neuras... Allí afuera, además del acierto y la equivocación, existe un campo inmenso.
    Nos entraremos allí

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  3. Rafael, estoy súper agradecida de que compartas tus conocimientos con todos nosotros , porque la verdad es que a mí me viene de perlas. Siempre he sido todo lo contrario a una persona "racional", dejaba que mis sentimientos (exagerados en la mayoría de ocasiones) dirigieran mi vida; pero ya no. Me ha servido mucho lo de " como yo lo siento es correcto", qué equivocada estaba...
    Ahora vivo mejor, más tranquila y más feliz. Gracias

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  4. Epictecto: la enfermedad entorpece los actos del cuerpo, pero no los de la voluntad. Si me quedo cojo, será una dificultad para mis pies, pero no para mi espíritu. Piensa así en cuantos accidentes sufras y te convencerás de que podrán ser obstáculo para otra cosa, no para ti.

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  5. La resignación de los filósofos estoicos se sigue utilizando en terapia cognitivo conductual. Ahí va lo que decía Epictecto sobre la resignación:

    ¿Tienes calentura? Pues si la conllevas como es debido, en ella tienes lo mejor que puedes desear. ¿Qué es conllevar la calentura como es debido? Pues sufrirla sin quejarse de los dioses ni de los hombres; no alarmarse por lo que pueda sobrevenir; pensar que todo irá bien y que si la muerte misma llega, aguardarla valerosamente como lo mejor; no alegrarte sobremanera si, por el contrario, el médico te asegura que vas mejor, ni afligirte si te afirma lo contrario. Porque ¿qué es estar peor? Simplemente acercarse al término en que el alma se separa del cuerpo. ¿Y, sinceramente, crees y llamas un mal a esta separación? Además, si no es hoy, ¿dejará de acaecer mañana? ¿O es que piensas que se va a acabar el mundo con tu muerte? Vive, pues, tranquilo y sosegado lo mismo en la calentura que disfrutando de cabal salud.

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  6. Genial los filósofos estoicos!!!!
    Gracias David por esas reflexiones!!

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  7. Tampoco hay que pasarse de estoico no rafael? me parece que en el termino medio esta el equilibrio y los extremos no son buenos ni por un lado ni por otro. Una cosa es no dramatizar y otra ya agradecer tener una lesion que te deje invalido,aunque hallas aprendido cosas por ello.Y lo de epicteto bueno... pues el hombre diria cosas interesantes por supuesto pero vamos....yo prefiero morirme mas tarde que pronto.Al mundo le va a dar igual pero a mi no! a ti david te da lo mismo morirte hoy que mañana??? a que no? con unos dolores del demonio vas a vivir igual que sin ellos? a que no?.

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  8. Lo que mas me da confianza en ti,es tus vivencias,escribes desde el contacto humano no es soño de lo aprendido en libros,tambien del dia a dia conectando con la realidad....
    gracias
    Un cariñoso saludo,MCarmen

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  9. Ana: yo apruebo cien por cien las palabras de Epicteto y aunque no estoy al nivel de Paolo, me gustaría.
    rafael

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  10. Jejej, qué buenas tus palabras!!!
    Perseverá y ya verás cómo cambias! Yo no dejo de alucinar de la potencia del cambi racional!
    Abrazo!!!
    Rafael

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  11. Paolo es un crack! Besos aztecas: Paprika!

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  12. No recuerdo exactamente quién fue el filósófo que hablaba del término medio de las cosas, no sé si pudo ser San Agustín o Santo Tomás de Aquino, pero desde luego fue muy posterior a Epicteto. Esto se explicaba antes en filosofía de COU. Pienso que la sociedad de hoy crea la idea irracional en muchos de nosotros de que vivamos cómo si no fuésemos a morir nunca. En el libro de Rafael, El Arte de No Amargarse la Vida creo que se combate esta idea. Saludos.

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  13. nicolas barber caules25 de julio de 2013, 17:46

    Nicolás,

    Buenas las reflexiones de Epicteto, aunque, sin lugar a dudas que la esperanza de vida en la época de este erudito, no era comparable a la nuestra, por supuesto.
    Con respecto al caso de Paolo, a mi entender se trata de una persona que ha sabido tolerar /asimilar el resultado de unas graves secuelas a resultas de un accidente, nos encontramos con un gran numero de ellas que continúan dando gracias a la vida, aun y a pesar de verse impedidos en ciertos contextos.
    Paolo ha sabido sacarle jugo a este desafortunado accidente, al mismo tiempo que ha confeccionado unos aparatos que propician o ayudan a facilitar la vida a cientos de discapacitados.

    Asimismo encontraremos accidentados que no van a superar ese trago amargo, de verse condicionados a moverse mediante una silla de ruedas; existen creo yo disparidad al respecto, como no, personas que no presentan ningún tipo de disfunción física y que por activa y pasiva no pueden vivir el día a día, no se sienten lo suficientemente fuertes para hacer frente a las demandas diarias.
    Como no, diversos factores, inciden en nuestras vidas que las hacen tan dispares y diversas como la misma diversidad cultural por poner un ejemplo.
    Muchos factores inciden en la filosofía y modo de ver en cada uno de nosotros, por poner un ejemplo mismo: un hombre de edad media, sin ninguna discapacidad física, que disponía de todas sus necesidades cubiertas, tanto primarias como secundarias prácticamente no le faltaba de nada, un buen chalé, una esposa sus hijos y un buen trabajo, pero de golpe y porrazo, hizo mella en él una fuerte depresión, que le condujo a varios intentos de suicidio.
    El hombre no podía controlar su situación, y es a base de fármacos que de momento consigue torear la situación, conjuntamente de psicoterapia.
    En este quizás podríamos estar hablar de una incapacidad psíquica, sin lugar a dudas, un trastorno psíquico en cierto modo es considerado como anomalía o incapacidad para adaptarse a las demandas contextuales, no creéis ?



    Saludos.

    Nicolás

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  14. Tengo 43 años y desde hace 20 estoy sumergida en el infierno del transtorno alimentario. Hace 7 meses que no vomito e intento vivir. Gracias a tu libro e podido entender aptitudes de mi comportamiento referente a la comida. ahora se que cambiar es posible y no dejare de luchar

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  15. Aunque lo habría expresado con un lenguaje diferente, es cierto aquello de que en el sufrimiento (o en la debilidad) la persona humana se sitúa en el límite de sus capacidades. Sólo una persona que ha llegado a sus límites puede dilatarlos, expandirlos más allá y trascender. Por el contrario, las personas que permanecen siempre en su área de confort, por lo general, se estancan. Es el dilema del sufrimiento: a nadie le gusta sufrir, pero sólo en él se puede expandir el potencial humano hasta niveles eminentes de perfección personal.

    Cordialmente,

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  16. Hola, Pedro
    Bueno, yo no lo decía tanto "por ir más allá" como porque los valores interesantes están en lo pequeño; no necesito ser nadie ni conseguir nada!
    Eso decía.
    Abrazo!!
    Rafael

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  17. Pues ve explicándonos tu progreso: qué actitudes has descubierto que tenías que te llevaban al trastorno?

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