domingo, 17 de mayo de 2015

REFLEXIONES DE JAVIER: FORTALECIMIENTO DEL NUEVO CIUDADANO DIGITAL


La cultura humanística, más teorética,  y la científica, más empírica, han coexistido durante siglos prevaleciendo una sobre la otra en sucesivas etapas. Hoy en día, la tecnología es parte esencial de nuestra construcción social. Por ello, entre otras razones,  podríamos afirmar que la segunda de las dos culturas, la científica, es la que prevalece en la actualidad, como sostiene Javier Bustamante en su artículo “Ciencia, tecnología, sociedad y estudios de género: nuevas visiones de la ciencia en la sociedad del conocimiento”. Tradicionalmente, la tecnología se nos ha presentado como algo neutral focalizando su bondad o maldad en el uso que se haga de la misma. De esta manera, todo avance sería traducido, por una suerte de cálculo científico, en progreso social. Mas, ¿es ciertamente así? Langdon Winner en su artículo “¿hacen política los artefactos?” defiende que la tecnología tiene un componente político de suyo, desde su diseño y concepción hasta su implementación. ¿Debemos aceptar lo que la tecnología nos ofrece sin mayor reflexión, como reza el imperativo tecnológico, en su versión más simple, si se puede hacer, se debe hacer?


Existe una sospecha de que no todo vale y que la tecnología influye decisivamente, como ciudadanos digitales, en nuestra capacidad de construcción social, ¿qué criterios pueden guiarnos para la reflexión acerca de cómo queremos que sea nuestra sociedad? Ramón Queraltó, en su obra “Ética, tecnología y valores en la sociedad global“, investiga la necesidad de introducir unos vectores éticos que orienten nuestras acciones. No se trata únicamente de la búsqueda de los valores que tradicionalmente se han considerado dignos de ser alcanzados sino de revisarlos y reinterpretarlos, en su caso, a la luz de una nueva sociedad digital en la que, inexorablemente, nos hallamos.


Los seres humanos tienen una naturaleza social que les empuja a organizarse de la mejor manera para cubrir cuantas necesidades carezcan. La forma en que se materialice dicha organización dará lugar a mejores o peores construcciones sociales. Existe una explícita sensación acerca de la incapacidad de los gobiernos actuales por no dar solución a las tensiones crecientes, por ejemplo, entre ciudadanos de distintos territorios. Es difícil de exagerar la importancia que las tecnologías de la información y las comunicaciones están teniendo en la configuración de un nuevo mundo que algunos autores ya lo subrayan como post-global tanto a nivel económico como socio-político. Desde las primeras indagaciones ético-políticas de la griega clásica hasta nuestros días han sucedido numerosas variaciones, mutaciones, ilustraciones y matizaciones de un sinfín de formas de organización. Cada contexto histórico obliga a interpretar los fundamentos adecuados temporalmente. Sin embargo, muchos de los interrogantes de fondo persisten escurriéndose por los siglos sin ser solucionadas por ninguna comunidad. ¿Cuáles son los principios que deben orientar la organización de los Estados? ¿Qué criterios se deben seguir?¿Qué es un ciudadano? ¿Cómo debe ser una ciudad ideal? ¿Qué fines debe perseguir?


Vivimos en tiempos donde la velocidad de los avances tecnológicos son tales que transforman la realidad constantemente. Denomino ingenuo tecnológico a aquél que se siente embaucado con la tesis de que la tecnología no sólo es algo neutro sino que, su aplicación, provocará un progreso implícito que beneficiará a la sociedad que la acoja. En la sociedad tecnológica en la que nos hallamos, el ciudadano digital está cobrando una nueva identidad a la que debemos prestar debida atención. Los valores de inclusión social que tenemos incorporados en nuestras constituciones obligan a reinterpretar las fundamentaciones clásicas acerca del Estado, la política y la organización de los individuos. Dicha reinterpretación debe ir focalizada a que el ciudadano digital de hoy en día se fortalezca apropiándose socialmente de la tecnología para su desarrollo personal, pero no a cualquier precio.

1 comentario:

  1. […] Hace unos días publicaron un artículo mío en el blog de Rafael Santandreu sobre el “Fortalecimiento del ciudadano digital“. […]

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