lunes, 1 de junio de 2015

REFLEXIONES DE XISCO: LA EROTICA DE LA ENSEÑANZA


La maestra o el maestro están hechos de una pasta sutil, delicada , excelsa. Su imagen
es la de una espiral en cuyo centro anida el deseo de saber. Enseñar es transmitir
unos conocimientos mediante una metolodogía , y asimismo es mostrar, observar ( hacer
observaciones ) , señalar. Respecto a la transmisión cultural , el fruto del saber no
depende tanto de quién enseña sino de quién aprende. Es decir, con la adquisición del
conocimiento, el peso específico recae sobre el aprendiz, sobre su querer o no querer
saber, sabiendo que, una vez que el discípulo ha asimilado lo que ha ido a aprender,ya
no hay punto de retorno a un estado anterior, no es posible hacerse el despistado porque
ya se es responsable de un saber que no le exime de ninguna declaración de ignorancia .
Aquí hay una relación maestro/discípulo donde la parte activa y creativa para interiori-
zar la disciplina la maneja el alumno.

Una situación distinta adviene con la otra función de la enseñanza , o sea , aquello que
nombraba más arriba mediante los verbos " mostrar", "observar", y "señalar", pues aquí sí
que el/la maestra realiza un trabajo extremadamente valioso cuando da a conocer al discí-
pulo, mediante observaciones, señalamientos, cuestiones y silencios todo aquello que el
alumno no sabe , que aún no sabe , en lugar de recordarle lo que sí sabe , pues así el
maestro sitúa al aprendiz en un plano de humildad versus la soberbia del saber ya adqui-
rido. Esta humildad , este reconocimiento de que no sabe es el guardián de la puerta del
Saber.

En relación a la discípula o discípulo , cuando ve , cuando se da cuenta que no sabe ,
que ha caído en el error, entonces esta situación le causa un cierto dolor, un tipo de
mal-estar ineludible si la flecha del deseo de saber quiere acertar en la diana del co-
nocimiento . Esta caída, esta visión de la propia ignorancia puede ser de gran ayuda si
se utiliza como un estímulo para seguir aprendiendo y no como una auto-compasión o vic-
timismo que sirven para nada, para no seguir creciendo . Aquí estoy señalando al dolor
constituído como Maestro mediante el error, el engaño, la caída.

En todo este movimiento de complicidad entre el maestro y el discípulo, el maestro apren-
de y el alumno enseña. El maestro aprende a hacer uso de su presencia como figura porta-
dora y difusora de un saber . Y el discípulo enseña al maestro a dar continuamente ejem-
plo sobre lo que el propio maestro enseña , dice, señala y muestra, ya que ambos son las
dos ruedas de un mismo carro , las caras de una misma moneda donde la luz del deseo de
saber se refleja al unísono en uno y en el otro.

El crecimiento , la madurez, la creatividad , el salto a la mayoría de edad no es otra
cosa que sublimar las pulsiones instintivas ( agresivas, sexuales, egoistas,) de tal
forma que aporten algo de luz al otro , a la sociedad para que despierte de su largo le-
targo y así no se rompa la sinuosa cadena del Ser : la sublimación del deseo transfor-
mado en Saber .

Xisco Forteza
Abril 2015

1 comentario:

  1. Hola Monica
    soy benito he perdido tu correo y no se como ponerme en contacto contigo.
    saludos benito

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