martes, 25 de marzo de 2014

REFLEXIONES DE MÓNICA: RESUMEN DE LA TERCERA TERTULIA DE LEÓN!!


Hola a todos os dejo con el resumen de la tercera tertulia de León. Nuestro querido Luís nos ha preparado este magnífico resumen!!!

Muchas gracias Luís por el gran trabajo que estás realizando, eres una de las personas que más sabes de TREC!!!, una pasada!!!!

Un beso a todos,

Mónica

RESUMEN DE LA TERCERA TERTULIA DE LEÓN

Como siempre haciendo un repaso de la frase más famosa de la Trec, «No nos afecta lo que nos ocurre, sino lo que nos decimos» o bien «Para sentir tenemos primero que procesar» comienza la tercera tertulia en León. Una productiva tertulia.

Empezamos haciendo frente a situaciones conflictivas con otras personas. Repasando estrategias válidas:

La primera y la más sencilla, tener momento a momento una toma de conciencia, es decir, darse cuenta cuando vamos a quejarnos o a exigir. No quejarse nunca. No exigir nunca. Osea, cuando vamos a pasarnos de la raya y no sobrepasarla. Así evitando la irracionalidad no nos ponemos de quicio. Hemos hecho nuestra parte. Y si además no tenemos la expectativa de cambiar al otro o la expectativa de que piense como nosotros mucho mejor. Vaya del otro no esperes nada. Dale libertad de que sea como quiera, eso es quererle. Podemos preferir... y si no se cumple la expectativa, no pasa nada, otra vez será. Podemos mostrarlo así.

La segunda que es similar pero mucho más precisa. El desarme a través de la empatía. Como actualmente estoy leyendo a David Burns, no puedo evitar utilizar el libro como apunte, copio literal un texto que define la empatía, y son unos párrafos gloriosos del libro que no me cansaré de leer (Aprovecho para dedicar este párrafo a David N. que fue quien recomendó este libro en el blog a quien altamente agradezco igual que altamente recomendaba él este libro):

«Empatía. La empatía es el antídoto definitivo de la irritación. Es la forma más elevada de magia descrita en este libro, y sus efectos espectaculares están firmemente arraigados en la realidad. No hace falta ningún espejo trucado.

Definamos la palabra. Por empatía, no quiero que se entienda la capacidad de sentir del mismo modo que siente alguna otra persona. Esto es simpatía, algo muy recomendable pero a mi juicio, un poco sobrevalorado. Cuando digo empatía, no me refiero a actuar de una manera tierna, comprensiva. Esto es apoyo. El apoyo también se ha valorado y sobrevalorado mucho. Entonces, ¿qué es la empatía? Es la capacidad de comprender con exactitud los pensamientos y motivaciones concretos de otras personas de manera que puede decirse: «Si, ¡es exactamente eso lo que estoy pensando!» . Cuando usted tenga ese extraordinario conocimiento, comprenderá y aceptará sin irritarse por qué los demás actúan de esa forma en lo que hacen aun cuando sus actos no sean de su agrado.

Recuerde, son sus pensamientos los que generan su irritación y no la conducta de otra persona. Lo asombroso es que, en el momento en que usted entiende por qué la otra persona actúa de esa manera, este conocimiento tiende a desmentir esos pensamientos generadores de su cólera.

Usted podría preguntar. Si es tan fácil eliminar la irritación con la empatía, ¿por qué la gente se pone tan furiosa con los demás todos los días? La respuesta es que la empatía es difícil de adquirir. Como seres humanos, estamos atrapados en nuestras propias percepciones y reaccionamos automáticamente ante los significados que atribuimos a lo que la gente hace. Introducirse en el cerebro de otra persona requiere un arduo trabajo y la mayoría de las personas ni siquiera saben como hacerlo. ¿Usted sabe? Lo aprenderá en las próximas páginas.»

Primera parte del método:

Preguntar, preguntar y preguntar. Vamos a ser investigadores y tendremos especial interés en descubrir las irracionalidades para no caer en ellas, con la mente en racional. Por ejemplo también podemos intentar averiguar ventajas y desventajas concretas en la mente de la otra persona. Como si intentásemos saber como haría su lista de costes y beneficios del tema a tratar.

Albert Ellis, para esto usa los juegos de Rol, en la que teniendo presente las creencias irracionales que vamos encontrando, vamos a defender sosegadamente las reformadas creencias racionales. Gestionamos así nuestras tendencias y las del otro. Nuestros costes y beneficios y los del otro. (No se trató en la tertulia, pero qué mejores preguntas que hacer que las que corresponden a las preguntas de la trec, las típicas preguntas que cuestionan la realidad, la utilidad y la lógica.)

Parte segunda. Una vez descubierta toda la información, centrándose en conductas y cosas, pero dejando libre de generalización, etiquetación y demonización de los dos actores. Buscando pecados pero no pecadores. Libre de terribilizaciones en la medida de lo posible, entonces: Intentar estar de acuerdo. Ello implica la posibilidad de cambiar de opinión. Obviamente si no me defiendo, entre tanta pregunta llegaré a conclusiones lógicas, realistas y útiles que permiten cambios de parecer muy valiosos. Puedo usar los puntos en acuerdo como introducción al discurso de presentación de los puntos en desacuerdo sin la expectativa (obligatoria) de que el otro piense igual. Estar de acuerdo con el desacuerdo y los dos contentos. Con la libertad yo de no cambiar en lo que creo. Y con la libertad él de no cambiar en lo que cree. ¡Y los dos contentos!

Parte tercera. Si no estamos de acuerdo en nada, podemos usar como introducción para mostrar sosegadamente nuestras preferencias o posturas lo único en lo que se puede estar de acuerdo, o se debe estar de acuerdo, y es que todo el mundo tiene derecho a pensar como quiera y a irritarse o a ponerse de quicio, así que podemos decir algo así como: «Visto de esa manera, comprendo que te lo tomes así,... pero yo pienso que....». No vendría mal desmitificar la creencia irracional que le puso de quicio o aclarar la distorsión cognitiva que lo irritó. Pero las importantes son las nuestras que son las que nos irritan a nosotros. «Entiendo lo que dices y me importa...pero...». Para hacer bien esta tercera parte pues en el caso de no estar de acuerdo en nada, la situación puede ser muy tensa hay que tener fuerte la aceptación incondicional, de uno y del otro. Últimamente me gusta sacar la incondicionalidad en la confianza y certeza de que todos tenemos en lo muy interno de nosotros a un ser que desea disfrutar de la vida al que no le gusta sufrir. Y todo esto sirve para conseguir un bien común, disfrutar de la vida, desenmascarando los errores que nublan nuestras percepciones, que tenemos en medio y que nos alejan al uno del otro. Esa forma de verlo facilitará las cosas.

Así estamos haciendo un teatro, unas conductas en las que estamos viviendo una tensión inicial que es la tensión del conflicto muy desagradables. Podemos estar cagados de miedo o enfadados, pero con estas tomas de conciencia a través de nuestro pensamiento, vamos actuando, entonces a medida que va pasando el tiempo, nuestro teatro nos calma. Sentimientos modificados por nuestras conductas y que vienen de nuestros pensamientos por supuesto.

Una tertuliana aporta de su experiencia en diferentes modalidades psicológicas afines lo que llaman «Constelaciones Familiares» que conoció en su momento. Y nos cuenta como es y como sorprendentemente funciona para conseguir el milagro de conseguir grandes liberaciones sentimentales, como conseguir perdones y cambios capaces de cambiar rencores y tensiones emocionales conservados durante años. Ello de nuevo se hace con representaciones de juegos de rol que sirven para conseguir ejercitar el milagro de esa empatía.

http://sararodriguezsimon.net/

A veces esos cambios hacen que dejemos de fumar, o nos evitan una depresión a partír del momento en el que lo entendemos.

En este punto hablamos sobre el perdón. Recordando lo que Rafael dice. El perdón, no lo necesitamos, hay que entender lo que ha pasado y desmitificar las situaciones. Ello acabará con todas las terribilizaciones y nos sacará del mundo del mal, que también es el mundo del perdón. Pensar que había algo horrible es mentira, claro, creer esto es trabajo de cada uno.

El perdón tiene un lado muy positivo, pues una persona, muestra su voluntad de ceder y renunciar, lo cual es muy, muy  positivo. Lo cortés no quita lo valiente.

De todas formas ante los conflictos de cualquier tipo con otras personas, tener presente que toda expectativa puede ser truncada, y para ello sentir la liberación de verse fallones hasta la médula como fallones que somos todos los humanos. Podemos, pensar que todos somos mucho más neuróticos de lo que creemos, podemos tratar con un neurótico o serlo nosotros mismos. Olvidarse así del perfeccionismo que nos llenará de expectativas, de vergüenzas y de bloqueos.

Solo puedo decir que durante la tertulia gracias a la presencia de personas nuevas y otras sorpresas fui muy feliz. Y tengo que agradecer a cada uno la parte que claramente sabe.

Un abrazo,

Luís.

1 comentario:

  1. Ey Luis, me ha gustado mucho el tema de la empatía. Además que tienes razón en que ayuda mucho a la aceptación incondicional.

    Rafael propone en su vídeo de para todos la dos estas tres frases empáticas:

    -Tienes esta parte de razón, a ver qué te parece mi parte de razón (dicho esto de forma sincera).

    -Te comprendo porque yo antes también pensaba así, pero luego me di cuenta de era mejor esta postura (reconocemos que nosotros hemos fallado muchas veces también, y de esta forma también le comprendemos a él).

    -Desde tu posición, quizás yo también pensaría así (yo esta frase la veo como diciendo: soy falible y también podría errar y terriblizar en tu posición).

    Tu me has enseñado otra:

    -Desde tu postura, entiendo tu reacción (es decir, que comprendemos su conducta irracional producida por su creencia irracional: ya no sólo que no nos indignamos, sino que también le comprendemos).

    Por supuesto, empatía no es simpatía. Haremos bien en no creernos las neuras de los demás.

    A mí el apoyo me gusta darlo. "Hagas esto o lo otro, pienses de una forma u otra, te querré igual." Recuerdo que hablamos de esta coletilla sincera, y estuvo gracioso el tema, Luis, jaja.

    Aquí me refería a racionalidades o irracionalidades. Pero la empatía vale para cualquier tema, como la política o el fútbol. La de veces que he discutido en el pasado por el fútbol, menuda tontería.

    Y saber que también nosotros podemos estar equivocados.

    Y que en verdad somos mega ignorantes, que ni sabemos la mayoría de los misterios de la vida. Además que el buen valor es el amar a los demás y a la vida.

    Y renunciemos a tener razón. La felicidad y el buen rollo están muy por encima. Además, que nuestros seres queridos ya son bastante estupendos. ¿no es absurdo pedir más y más a quienes queremos cuando lo bonito y racional es aceptarles (junto con no necesitarles)? Además, que nosotros también somos super fallones. Además que puede ser muy enriquecedor como bien dices, tener un diálogo con diferentes puntos de vista.

    Lo que sí, cuando alguien se pone a terribilizar, creo que es mejor el amor y el humor, aunque también lo podríamos combinar con la empatía. ¿Qué opinas Luis?

    Lo que sí, como tu muy bien dices, no existen fórmulas perfectas.

    Me encantó Luis.

    Un fuerte abrazo.

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