domingo, 25 de noviembre de 2018

REFLEXIONES DE DAVID VEGA: PRESTAR ATENCIÓN



Dentro de mis salidas de Running , la que más me gusta sin duda alguna es quedar a correr los domingos a las 9 de la mañana por el monte. Nos juntamos de 15 a 20 corredores del club y solemos dividirnos entre dos o tres rutas diferentes según las ganas que tenga cada uno de correr más rápido o de hacer circuitos de senderos más técnicos.

El último domingo me decidí por ir con los del grupo de trail que tenían pensado un circuito de 18 kilómetros de bastante dificultad técnica. Ni que decir tiene qué fue bastante durillo porque mientras que en las cuestas cogía a algunos corredores en las bajadas corría como los patos y me adelantaban prácticamente todos. 

Además tuve dos caídas y se me quedaron las piernas y los brazos como si hubiera entrado en la jaula de un tigre a sacarle una muela.
Hubo una chica que creía firmemente en la igualdad y también tuvo una caída aparatosa , así que no tuve más remedio que darla las gracias por haberme hecho sentir menos inútil de lo que me sentía en esos momentos.

Al final en los últimos 5 km , en los que no había tanto senderito , di todo lo que tenía y quedé en la mitad del grupo . Siempre conviene tener a alguien más lento a tu lado por si aparece algún jabalí.

Una de las cosas por las que me encanta el running en el monte es por la sensación de libertad de poder contemplar la naturaleza a la vez que corres y hablas con los amigos en los primeros km .Una vez vas calentando puedes esforzarte lo que quieras y en los últimos kilómetros termino exprimiendo todas mis fuerzas. Al final llegas exhausto pero te queda una sensación de bienestar increíble y el café te sabe de cine porque te lo has ganado.

Pero muchas veces noto que cuando corro circuitos poco técnicos  me pongo en modo de piloto automático.
En ese momento la cabeza empieza a pensar  en el trabajo , la familia, en Donald Trump..o en cosas del futuro que probablemente nunca suceda y al final sino estás atento , te dejas atrapar por todos esos pensamientos y te terminan arruinando la carrera.

En esta ocasión y tras dos caídas lo de prestar atención a prestar atención cobró todo su significado para mí.  No me molestaron para nada los arañazos (bueno sí , pero en el orgullo) .
No hacía más que fijarme en levantar más las piernas para no tropezarme con las piedras , en cuidado con las ramas, atento a las bajadas, no pierdas al penúltimo que no te conoces este camino... 
Durante casi 2 horas estuve tan atento a lo que hacía que no me vino casi ningún pensamiento. Y si venía alguno enseguida se marchaba porque en ese momento bastante ocupado estaba con no descalabrarme .
Me sentí como las personas que les encanta los deportes de riesgo tipo montañismo, carreras de motos... con sensación de peligro, pero lleno de vida.

Al final , lo que disfrutamos y vivimos está en el aquí y en el ahora .
Cuando nos olvidamos de nuestro cerebro , dejamos de sufrir .
Porque en realidad la mayor parte del sufrimiento no es por la circunstancia externa que nos haya tocado sino por la película mental que nos crea nuestra cabeza cuando le da la gana.

Muchas veces cuando programamos una actividad : un paseo, un viaje , una comida familiar... nos ponemos a pensar en cosas que no vienen a cuento en ese momento y nos arruinamos el día nosotros solitos.

No digo que sea fácil, pero nos iría todo mucho mejor si estamos atentos a una sola cosa a la vez.  Los asuntos o problemas que tengamos seguirán estando pero nos podremos ocupar de ellos en el aquí y ahora del futuro que corresponda.  

Dicho esto, dentro de dos semanas tengo programado un viaje al extranjero con unos amigos también de este grupo así que será mejor que el próximo fin de semana me decida por un circuito menos técnico. Porque como me haga un esguince o me rompa algo y les fastidie el viaje por Sofía me parece que me voy a sentir más seguro en la jaula del tigre que con ellos.