sábado, 9 de marzo de 2013

REFLEXIONES DE MÓNICA: EL GRAN ABUELO...

Con mi padre siempre he tenido puntos discordantes. No tenemos los mismos puntos de vista de las cosas, lo cual nos ha llevado a alguna que otra discusión en más de una ocasión... según él yo siempre he tenido y tengo pájaros en la cabeza y no pienso las cosas, y según mi opinión él es una persona rígida e inflexible. Nacido en la posguerra vivió una etapa dura y, su principal objetivo en la vida, fue trabajar y trabajar para dar unos estudios  a sus hijos, no ha habido en su vida mucho espacio para el disfrute...

Sin embargo, con nuestras diferencias, pero ahí estamos juntos los dos, él siempre pendiente de mí y aunque refunfuñando... siempre al pie del cañón en todo lo que yo necesito y, yo igual... vigilando que esté bien y a la vez disimulando je, je... mi interés por él. ¿Curioso verdad?, imposible mostrar mi lado más vulnerable con mi padre, ¡¡¡ni hablar!!! porque entonces seguro que pensaría que soy una debilucha que no sé resolver mis problemas... tela ¿verdad?, todo muy irracional porque no hay nada más bonito que dejar ver nuestros sentimientos y nuestras imperfecciones, abrirnos a los demás y, sobre todo, a nuestros seres queridos, porque todo eso nos hace HUMANOS...

Pues bien, el otro día vi algo que nunca había visto antes, ¡¡¡cómo a veces no apreciamos lo mucho que tenemos delante de nuestros ojos y nos fijamos y quejamos justamente de lo que no tenemos!!!! increíble... un ejemplo es el siguiente:

Por temas de horarios de trabajo, mi padre cada día se encarga de arreglar a mis niños por la mañana para llevarlos al cole. Pues no me había dado cuenta hasta un día de la semana pasada, de que cuando yo me iba de casa y, le dejaba en plena faena matutina de dar el desayuno a los niños... yo me despedía de todos con un "adiós" pero sólo les daba un beso a mis hijos... pero a mi padre no... OSTRAS...¡¡¡no me había fijado en eso!!!, ¡¡¡cuánto pero cuánto tiempo hacía que no le daba un beso a mi padre!!!!, aquel día me fui al trabajo pensando en ello... pensando en ¿por qué no le daba un beso a él?.

Mi padre tiene 76 años y pronto no estará, ¿cómo estoy desaprovechando la oportunidad de darle un beso cada día y expresarle mi amor?, ¿por orgullo?, ¿por no mostrarme débil?. Increíble!!!!, el otro día hice un cambio de chip y me dije a mi misma que a partir de ahora le daría también a él un beso bien fuerte cada vez que le viera, ¡¡¡porque aún tengo la suerte de poder hacer eso!!! y así lo hice al día siguiente y ¿sabéis qué?, pues que la cara de mi padre se iluminó y a mí se me puso un nudo en la garganta y me fui al trabajo con la lagrimilla en los ojos...

¿Cómo es posible que no veamos tantas oportunidades de amor en la vida?, ¡¡¡cómo nos fijamos en lo negativo y no vemos nada más!!! vamos a vivir cada momento como mágico y vamos a querer al 100% a nuestros seres queridos, familiares, amigos... aún con sus imperfecciones... y vamos a demostrarles nuestro amor a tope!! porque quizás mañana no tengamos la oportunidad de hacerlo... El orgullo, la vergüenza, las diferencias de opiniones, los enfados... a la basura!!!, porque la vida pasa muy rápido y por tonterías no podemos desaprovechar ninguna oportunidad de dar o recibir amor.

Un beso a todos,

Mónica

14 comentarios:

  1. Querida Mónica eso que te ocurrió a vos es de manual especialmente entre hija y padre y es tal cual lo cuentas ese clic que tuviste y que te hizo ver a tu padre , por favor dale gracias a Dios y nunca mas por favor dejes de darle un beso de mas por todos los que no le diste , él será el tipo mas feliz del mundo y te digo que muchos padres estamos esperando ese clic de nuestras hijas

    ResponderEliminar
  2. Tu historia me recuerda mucho a la mía con mi padre. En nuestro caso, todo cambió el día en que el médico nos dijo que tenía cáncer. A partir de ese día, cambié el chip. Empecé a tratarle sin rencores ni estupideces. El hombre lo único malo que había hecho en su vida conmigo era ser un cascarrabias. ¿Tan grave era?
    Ahora cada vez que le veo le doy un beso, le pregunto como está. Y sorprendentemente, el hace lo mismo conmigo (antes apenas hablábamos más de lo justo). De vez en cuando, me sorprende y se pasa 5 minutos a verme al trabajo. La primera vez que le vi entrar me puse hasta a temblar.

    El tratamiento le está sentando muy bien, y los médicos dicen que de esta no se muere! así que ha tenido que pasar todo esto, para que nos demos cuenta que todo es más sencillo de lo que parece. Y los orgullos no sirven para nada.

    Felicidades Mónica, te has hecho un maravilloso autoregalo.

    Beso*

    ResponderEliminar
  3. Muy bonito Mónica!! Y totalmente cierto!! Hay que expresar nuestro amor a la gente que queremos!!

    ResponderEliminar
  4. Mónica, gracias por esta reflexión, por compartirla, me has dejado con un nudo en la garganta. Qué verdad es que a veces no somos capaces de demostrar lo que los queremos, aunque sea con un detalle como ese beso, por orgullo o vergüenza o yo qué se, y no nos damos cuenta, que a la larga, salimos perdiendo con esa actitud.

    Gracias

    ResponderEliminar
  5. Siempre te leo y nunca te escribo pero en este texto me veo totalmente reflejada..... Al ver por escrito lo mismo que yo hago llego a la misma conclusión que tú..... que tontos somos de no aprovechar todos los momentos posibles para expresar cariño a nuestras personas mas queridas.
    Gracias de corazón por este texto....

    ResponderEliminar
  6. Gracias a todos vosotros por vuestros comentarios
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. precioso y gran verdad. No nos lamentemos nunca de mostrar nuestros sentimientos porque eso no es debilidad, el amor a los demás nos hace fuerte, es parte de lo que somos.

    ResponderEliminar
  8. Q gran artículo...pero a muchos nos pasa q no nos es tan fácil verlo cuando toda vida o durante muchos años malísimos no sabemos ver lo poco q tenemos aunque sea poco,y no sabemos mirar todo eso.
    ojalá fuera tan fácil darse cuenta cómo tú lo pones verdad?
    gracias por tus artículos..

    ResponderEliminar
  9. Gracias a ti María!!
    Un beso

    ResponderEliminar
  10. Hola Mónica, es un artículo precioso. Yo, en una etapa de mi vida tan importante como es un embarazo, estaba tan metida en mi mundo que me distancié de mi familia y , aunque hoy en día todo eso ha cambiado, me autoregalé unas fuertes dosis de culpabilidad durante mucho tiempo.
    A día de hoy, procuro brindarles toda la felicidad que me es posible dar.

    Un beso

    ResponderEliminar
  11. Muchas gracias Elena,
    un beso!

    ResponderEliminar
  12. Hola Mónica!!!
    Me pasó exactamente igual que a ti, tanto que durante los años que viví con mis padres, llegó un momento en que me levantaba por la mañana, me cruzaba con mi padre, y no nos dábamos ni los buenos días.
    Ellos me veían como una persona muy fuerte de carácter y esquiva, pero era una gran fachada que me había ido construyendo con los años. En realidad soy muy emotiva, sensible, con tendencia a deprimirme fácilmente y hace ya años que intento cambiar para poder SER FELIZ. No es fácil, pero sé que lo conseguiré.
    La historia es que un día me cansé de soportar esa fachada de frialdad que tanto me pesaba, y aunque sentí mucha vergüenza de dejarme ver tal cual soy, un día dije a mis padres que les amaba, les empecé a besar, a abrazar, a cuidar, como ellos lo hicieron cuando yo era pequeña, y a partir de entonces, al menos en ese aspecto de mi vida HE CONSEGUIDO SER FELIZ.
    Gracias por compartir tus pensamientos con nosotros, entre todos podremos avanzar para ser cada día un poco mejor.

    ResponderEliminar
  13. Gracias a ti Aurora!!!!
    Un besazo!

    ResponderEliminar