viernes, 5 de septiembre de 2014

REFLEXIONES DE PILAR G: EL VALOR DEL SER HUMANO


Este verano, durante un viaje a Polonia, he visitado el campo de concentración de Auschwitz, hay quien al enterarse me dice: “¿Pero qué necesidad hay de ir a ver algo tan desagradable?” Cerrar los ojos ante aquella barbarie no va a cambiar lo que allí ocurrió, está claro que pertenece al pasado y que el pasado es inamovible, pero si dejamos que sucesos como ese caigan en el olvido será más fácil que vuelvan a pasar. Como reza la frase que hay inscrita en uno de los bloques del campo “Quien olvida su historia está condenado a repetirla”.

Durante la visita los guías explican con detalle cómo era la vida de los prisioneros que llegaban hasta el campo deportados desde distintos países de Europa. Eran trasladados en trenes formados por vagones de ganado, viajaban hacinados y sin apenas comida ni bebida. Tras el durísimo e interminable viaje, los que conseguían llegar con vida creían que lo peor ya había pasado, ignoraban que empezaba para ellos un auténtico calvario.

Vivían en inmundos barracones, trabajaban en condiciones infrahumanas hasta desfallecer, la mayoría padecía todo tipo de enfermedades y eran sometidos a infinidad de vejaciones y castigos por parte de los oficiales de las SS o por otros prisioneros que eran nombrados jefes de bloque (a menudo más despiadados que los propios nazis). Muy poco tiempo después de la llegada al campo, los reclusos morían o eran exterminados.

Todos los que estábamos allí visitando el campo caminábamos en silencio entre los barracones mientras seguíamos con atención las explicaciones de nuestro correspondiente guía acerca de las atrocidades cometidas en el campo. Todos y cada uno de nosotros estábamos realmente impactados, nada de lo que allí estábamos viendo o escuchando podía dejar indiferente a nadie.

En uno de los barracones visitamos la celda de uno de los presos, un sacerdote llamado Maximiliano Kolbe. Al parecer en una ocasión uno de los reclusos se fugó, a continuación y siguiendo las normas del campo en esos casos, los oficiales seleccionaron a diez prisioneros para matarles a modo de escarmiento. Uno de los elegidos se lamentó de que si le mataban quién cuidaría de su mujer y sus hijos. Entonces, el padre Kolbe, sin dudarlo, se ofreció para ser ejecutado en su lugar.

Al finalizar la visita, atravesamos la doble alambrada para salir del campo, y a pocos pasos nos topamos con un enorme caserón deshabitado con vistas a las chimeneas de los hornos crematorios. ¡¿Quién demonios podía vivir en un sitio asíí?! Pues el comandante Rudolf Höss y su familia durante los años en los que el campo estuvo funcionando. Él era el encargado de dirigir y planificar el exterminio en Auschwitz. Al parecer desarrollaba su labor con total eficiencia, frialdad y dureza.

Esta experiencia me ha hecho reflexionar sobre los principios que defiende la TREC acerca del valor de las personas. ¿Cómo es posible que el padre Kolbe valga lo mismo que el comandante Höss? Pues así es, ambos eran seres humanos y no hay que caer el error de identificarles con sus actos.

El hecho de que el padre Kolbe sacrificara su vida a cambio de la vida de su compañero, es realmente loable, pero sin duda a lo largo de su existencia también habría cometido multitud de errores y fallos. Al fin y al cabo, y por mucho que haya sido canonizado, no deja de ser un ser humano como cualquier otro, con sus  virtudes y sus defectos.

Por otro lado, a pesar de las humillaciones y los salvajes castigos que infringía el comandante Höss a los prisioneros, yo intentaba verlo como un ser humano con corazón (aunque lo tuviera escondido en algún lugar recóndito de su ser). Lo imaginaba con sus amigos o en su casa con su familia, con los que seguramente sería cariñoso y atento. De hecho debía ser así porque una hija suya se refiere a él como “el hombre más amable del mundo”.

Por lo general, las cosas no son blancas o negras, hay infinidad de matices grises. Nadie es absolutamente bueno o malo, por lo tanto, no debemos elevar a los altares a una persona en su totalidad por algunos actos de bondad ni condenarla por determinados hechos detestables, pero sí podemos aprobar o condenar los actos que lleva a cabo.

Si afirmamos que el padre Kolbe era completamente bueno por su acto de generosidad y que el comandante Höss era totalmente malvado por sus actos desalmados, estaremos identificando a las personas con sus actos y valorándolas por ellos. El valor de las personas es inmenso simplemente por el mero hecho de estar vivos y de ser únicos e irrepetibles, y ese valor es independiente de sus conductas, de su ideología, de sus capacidades y de sus logros.

Si comentemos un acto despreciable y nos culpamos por ello, nos diremos a nosotros mismos que somos seres indignos y ruines, merecedores del peor de los castigos. Por el contrario, si nos responsabilizamos de ese acto pero condenamos solo y exclusivamente el hecho, experimentaremos arrepentimiento y buscaremos la mejor manera de reparar el daño que hayamos causado, procurando, además, aprender del error para no volver a cometerlo.

Hay que entender y aceptar que no somos perfectos, que todos somos falibles y que aunque no queramos fallar, no podemos evitar hacerlo porque forma parte de la condición humana. Por lo tanto, hay que dejar de culpar a los demás y a nosotros mismos por errores o comportamientos equivocados y aprender a condenar solo los actos.

El sentimiento de culpa no es nada funcional, solo sirve para sufrir inútilmente, el arrepentimiento, sin embargo, es mucho más útil y sano. 

Un abrazo,

Pilar

23 comentarios:

  1. Me parece escalofriante lo que escribes. Yo también he estado en un campo de concentración, el de Struhoff, en Alsacia, y no hay justificación frente a esos actos. No son meramente errores los cometidos por estas personas asesinas y crueles, son pura maldad y eso no puede ser justificable en ningún caso. No todas las personas son iguales. No creo que esa sea la esencia de la TREC, y si es así, habrá que revisarla. Una pena porque empezaba a funcionarme.

    ResponderEliminar
  2. Marian, me gustaría animarte a que sigas profundizando en la TREC. El libro que recomienda Rafael Santandreu en este blog titulado Un niño afortunado es clave para ver lo que en esos campos de concentración pasó. El prólogo de este libro esta escrito por Míquel Roca, político catalán ya retirado, y él califica aquellos hechos como de locura colectiva. Ni Adolf Hitler ni el comandante Hoss pudieron hacer aquello solos. Si aun así te quedan dudas yo por otra parte te recomiendo una novela que está de moda ahora escrita por Ken Follet, titulada En el invierno del mundo, en el que se narra, desde el lenguaje actual como sucedieron aquellos hechos. Yo no sabía que durante los dos primeros años de la Guerra Mundial, Hitler y Stalin eran aliados mientras el primero ya había invadido Polonia y Francia y bombardeaba Londrés. Hoy en día también tenemos locura colectiva en Siria, Palestina, Irak y Sudán. Lo que importa desde el punto de vista de la TREC es que al final la razón humana se impone sobre esa locura colectiva.

    ResponderEliminar
  3. Estoy totalmente de acuerdo con Marian. Nada puede justificar un horror así. No veo en ningún momento que pueda hacerse una visión subjetiva. Es pura maldad.
    Yo también creo que es una lástima porque este escrito me deja un poca al margen de todos los aspectos que a lo largo de los años hemos ido tratando.

    ResponderEliminar
  4. No necesito leer sobre lo que pasó. He conocido a varios supervivientes del holocausto y lo que les hicieron no tiene justificación. Ellos sí que han sabido salir adelante con una capacidad emocional increíble.
    Los captores, asesinos y cooperantes del holocausto no se arrepintieron de sus delitos. Murieron justificándolos e incluso orgullosos de ello. No fue una locura colectiva. Fueron asesinos que intimidaron a los más débiles y se rodearon de los poderosos para exterminar a los que consideraban inferiores y a los que no estaban de acuerdo con sus consignas.
    La TREC para las víctimas, no para los verdugos.

    ResponderEliminar
  5. Por cierto, ¿Miquel Roca me lo das como referencia? Ja,ja,ja... ¿El que está defendiendo a la infanta Cristina? ¿De verdad ???

    ResponderEliminar
  6. Pienso que el mensaje que trata de transmitirnos Pilar con su artículo es que hoy en día "disfrutamos" de paz en el mundo occidental, cosa que no sucede en otras partes del planeta. Y sin embargo muchas veces nos estamos fijando en minucias de las que carecemos, tanto materiales como inmateriales, que nos llevan a la ansiedad y a la depresión. Si estáis fuertes os animo a que veáis este vídeo de cómo acabó la Segunda Guerra Mundial. La canción se titula Enola Gay, el nombre del bombardero norteamericano que lanzó las bombas de Hiroshima y Nagasaki.

    https://www.youtube.com/watch?v=h7Mk9Ry-euQ

    Ya en la Guerra Fría, muchos años después, las dictaduras de Argentina y Chile estuvieron a punto de enfrentarse entre ellas en una cruel guerra. La intermediación del Vaticano, con el recién nombrado Papa Carol Woytila, consiguieron que aquello no explotase. En honor a la paz, el cantautor argentino Leon Gieco compuso esta bellísima canción que Ana Belen canta estupendamente. Esta canción sí nos pone las pilas a muchos y os recomiendo que la recordéis.

    https://www.youtube.com/watch?v=3KuwSloBNBU

    ResponderEliminar
  7. Me parece a mí que Auschwitz, Hiroshima, Nagasaki, y una guerra entre dos dictaduras ya crueles por sí solas dejan lo de la infanta Cristina en una minucia.

    ResponderEliminar
  8. Y la TREC es maravillosa!!! Con ella uno puede ser más feliz que de niño. Despertarse cada día (bueno, no todos, no al 100%, porque uno es falible y es imposible ser siempre feliz, y no pasa nada) lleno de sosiego y con ganas de hacer cosas guays pero sin ninguna presión. Es increíble!!! Y todo gracias a Rafael y sus libros "al arte de NO amargarse la vida" y ahora tb a "las gafas de la felicidad". Yo estoy súper agradecido.

    Si al principio no os gustan todos los argumentos no pasa nada, ir cogiendo al principio los que más os gusten y poco a poco vais añadiendo. Además que al 100% nunca se está de acuerdo y no pasa nada. Pero tener apertura mental es bueno porque si uno está muy mal y va al psicólogo y este le da la razón en todo significará que está igual de mal que él.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  9. Lo que no puede pretender el fascismo intelectual de hoy en día es que nos traguemos milongas como el darwinismo social de Herbert Spencer. Rafael Santandreu expone una interpretación correcta de las teorías de Charles Darwin, iusnaturalmente. Y en los mentideros actuales ya han empezado a "tener que" decir que Friedrich Hayek era iusnaturalista. En el juicio de Nuremberg contra los criminales nazis el único argumento esgrimido por ellos fué el positivismo jurídico, es decir, que cumplían con las leyes vigentes. Pues vaya Derecho "es"!!!. Mejor que el Derecho sea un "deber ser", con un contenido ético y moral.

    ResponderEliminar
  10. Al leerlo no daba crédito. No juzgar, no culpar, no castigar a todos esos seres, por llamarlos de alguna manera. Son sus actos ? , pero detrás de esos actos que hay ?.
    Que un hombre dañe , mate, torture a otro ser humano. Perdona, pero.....no merece ni pena. Ni perdón, ni calma, ni paz. No merece nada.
    Ese es mi acto. Por lo tanto no me juzgues, no me castigues, no me señales. Es mi acto. No perdonar es mi decisión, y ojo !! no quiere decir que no perdonando no tenga paz. Castigo a todos esos seres que han hecho daño a mi prójimo. Y al castigarlos me siento en paz.

    ResponderEliminar
  11. Posdata: y por supuesto que este blog es maravilloso. Es mi 2º fuente de información maravillosa sobre TREC después de los libros de Rafael. Y luego tb está los debates súper guays que salen a veces. Me encanta el blog!!!

    ResponderEliminar
  12. Los hechos son condenables, pero ¿no los lleva a cabo una mente asociada a una persona? Cómo si fueran hechos sueltos, de lo que los ejecutores no debieran responzabilizarse y dar cuentas...


    Me horroriza pensar que a los hijos de Hoss los crió un padre que custodiaba la muerte con orgullo al lado de su bonita verja.

    Diríase que una persona no viene definida por sus actos. La fabilidad de llevar a cabo y dar apoyo a atrocidades no es admisible. No debe seelo y, efectivamente, Hoss vale menos que una cucaracha.

    ResponderEliminar
  13. El tema que ha propuesto Pilar en este post es un tema que nos cuesta mucho y es llegar a la autoaceptación incondicional de los demás, juzgar los actos pero no a las personas. Pilar tiene razón lo que pasa que nos cuesta mucho llegar a ese nivel, sin embargo para nuestra salud emocional es muy importante empezar a trabajar esta manera de pensar que nos propone Pilar.

    ResponderEliminar
  14. No, Mónica. Los actos los cometen personas. Personas que no quisieron cambiar de actitud. Cuando alguien retoma un camino diferente y deja de cometer esos actos es cuando demuestra que ya no es esa persona que actuaba mal. Esa sí merece una nueva vida y que los demás no tengan en cuenta su pasado. Pero a las personas a las que mató ese individuo no pudieron elegir que afectara su vida o no, los mataron.
    Pero si alguien comete un acto y continúa en ese acto y con eso mata a tu familia, a tus seres queridos o a uno mismo... y no pide perdón, él mismo está uniendo actos y persona.

    ResponderEliminar
  15. La "locura colectiva" es sinónimo del "aborregamiento" ?
    Si de repente hay huelga de policía, ¿irías a robar como hace la mayoría? Yo no.
    No es "locura colectiva", es "maldad mayoritaria", prefiero ser de la minoría, aunque me cueste la vida, como les costó a los que denunciaron el genocidio nazi o los "similares" de nuestros tiempos

    ResponderEliminar
  16. Como bien dice Mónica, este es un tema que nos resulta especialmente difícil. Ni que decir tiene que todas las opiniones son respetables, pero si optamos por aceptar incondicionalmente a los demás nos haremos emocionalmente mucho más fuertes.
    Un abrazo a todos.
    Pilar.

    ResponderEliminar
  17. Este post es muy educativo y es de una gran enseñanza. Yo sin darme cuenta también hago lo mismo "si tienes buenas acciones eres buena persona", "si haces malas eres mala " y veo que a mi alrededor pasa lo mismo. Si cometes un error que torpe eres, si de repente soltaste una tontería que tonta eres. Y en los casos extremos mas de lo mismo entonces siempre seguimos la misma linea mental errada,así somos de buenos malos regulares aceptables o no aceptables según nuestra acciones. Que caña! Bueno es saberlo :)

    ResponderEliminar
  18. Pues yo he estudiado administración y dirección de empresas y sé un poquito de Derecho y un poquito de Economía. En la filosofía de este blog está el no hablar de política, un mundo de exigencias y deberías, lo que pasa es que a veces es inevitable hablar de lo que ha sucedido en la historia de la humanidad, que es la realidad. En la vida, a veces estoy de acuerdo con los de izquierdas y a veces con los de derechas. Soy un defensor del copyright y del copyleft, y en este último atesoro meterme un poco con el aznarato, con la pena de muerte y con la ruptura del contrato social. Bueno, bueno..... os sigo atentamente porque pienso que el blog ayuda mucho a las personas que sentimentalmente lo están pasando un poco regular.

    ResponderEliminar
  19. Justiniano...... yo soy licenciado en Derecho y he estudiado la Trec de Albert Ellis. La sociedad plutocratica de la que hablas o anarcocapitalismo solo conduce al nihilismo y al suicidio colectivo. El laissez faire es la autodestruccion del ser humano, a eso conduce el objetivismo del todo contra todos. Mi profesor de derecho romano romano nos habló de Justiniano como artifice de la primera compilacion de leyes de la historia en su obra el Digesto. Los primeros taoistas eran legistas que se vieron obligados a actuar ante el caos reinante en su sociedad. El emperador Justiniano tuvo que hacer lo mismo. Paul Samuelson aunque no Albert Ellis Ellis asisio al crack bursatil de 2008 consecuencia de las politicas objetivistas. Samuelson antes de morir aconsejo a los estudiantes de economia centrarse en la historia de la humanidad antes que en las matematicas financieras. Me estoy leyendo la obra de Kropotkin El apoyo mutuo y me parece a mi que el derecho de autodeterminacion de los pueblos no es necesario ya que para mi no existe mas patria que la humanidad y la ciudadania universal es el fin a alcanzar por el ser humano.

    ResponderEliminar
  20. Y cuando un objetivista os diga que esta prohibido prohibir lo unico que hay que indicarle es que su libertad termina donfe empieza la libertad de otro ser humano. Ni Wayne Dyer ni Lou Marinoff van a venirme a contarme tracas de en que consiste La Razon Humana. Ludwichig Mises escribio La Accion Humana en 1966 y entra en contraficcion con el Wu Wei taoista. Abrazos para todos.

    ResponderEliminar
  21. Y aunque Paul Samuelson y Milton Friedman eran amigos la avaricia y la codicia de los periodistas norteamericanos fueron los que devolvieron a Hayek a primera linea de la politica. Ronald Reagan fue el traidor anarcocapitalista cuando puso en practica lo de que el Estado no es la solucion sino el problema. Segunda traicion en su historia porque cuando era actor ya fue el delator en la caza de brujas del senador McCarthy.

    ResponderEliminar
  22. Y a ver si vamos olvidando todos la idea Malthusiana de felicidad de que más es siempre mejor. Esto no es así y nuestro instinto de supervivencia lo confirma.

    ResponderEliminar
  23. Ludwig Mises nos habla en su obra La Acción Humana del polilogismo. El polilogismo es otro error del objetivismo, una filosofía nuclear irracional más de nuestra mente. Sólo existe una lógica para llegar a La Razón Humana y al unilogismo. Os dejo con John Lennon.

    https://www.youtube.com/watch?v=JDzQLQ952ZU

    ResponderEliminar