REFLEXIONES DE MÓNICA: CRÓNICA DE LA ÚLTIMA TERTULIA.

Hola a todos, el pasado lunes tuvo lugar otra de nuestras tertulias. Por primera vez no la hacíamos en un bar!!!, teníamos una sala para nosotros solitos!!, la verdad es que estuvimos estupendamente, agradecer a la gente del Centro Cívico Les Corts su amabilidad, sobre todo a Mary, que fue la encargada de organizarlo todo y que incluso se ha ofrecido para hacer publicidad de las tertulias de EDF por el barrio, todo un lujazo chicos!!

El pasado lunes tratamos los capítulos 3 y 4 del libro "El arte de no amargarse la vida" de Rafael y para ello dimos como material un resumen de estos capítulos. Al final de este post os dejaré estos capítulos resumidos, así como los capítulos 1 y 2 que son los que tratamos en la tertulia anterior y que no habíamos colgado todavía en el blog. En las tertulias además de exponer todo lo que se os pueda ocurrir y tratarlo entre todos, también vamos trabajando algo de teoría, para de esta manera ir avanzando poquito a poco. En esta última tertulia sobre todo trabajamos el concepto de que los seres humanos somos máquinas de evaluar y de cómo hagamos esa evaluación depende nuestra fortaleza emocional.

 Trabajamos estos dos capítulos y la verdad que la gente participó muchísimo, fue muy bonito porque de cada concepto que íbamos trabajando iban saliendo opiniones, nuevas aportaciones, discusiones sobre algún tema... todo muy enriquecedor. En total fuimos 20 personas, entre esas 20 personas hubo nuevas incorporaciones lo cual es genial porque quiere decir que la gente se va animando. También como material dimos una entrevista que hizo Rafael en el Diario Vasco y que está muy bien, ésta la podéis encontrar en el apartado "Entrevistas" de este blog.

La siguiente tertulia será el próximo día 13 de diciembre, a las 19:15, igualmente en el Centro Cívico Les Corts del carrer Dolors Masferrer 33-35.

Otra cosa muy interesante, hemos quedado el día 17 de diciembre para hacer una cena en Barcelona los amigos de EDF (hemos pensado dejar para Enero la excursión para hacer senderismo, ya os informaremos), así que quien esté interesado en la cena que nos mande un email a tertulias.edf@gmail.com como muy tarde el martes día 15 de noviembre, puesto que como son fechas antes de Navidad tenemos que hacer rápido la reserva en el restaurante, no nos vayamos a quedar sin sitio. Agradecer a nuestros amigos Jordi y Marie France que son los que se están encargando del restaurante, con ellos siempre es muy fácil organizar cosas!!, unos cracks!!

Un beso a todos, muchas gracias por participar y os dejo con el material entregado en las dos últimas tertulias.

Mónica

TERTULIA DE EDF, 3 DE OCTUBRE DE 2011.

REFLEXIONES INTERESANTES PARA TRABAJAR DEL PRÓLOGO Y DE LOS DOS PRIMEROS CAPÍTULOS DE “El arte de no amargarse la vida”

-       Se trata de volver a empezar sin profundizar en el pasado.

-       Exploración de los pensamientos, convencionalismos y creencias irracionales.

-       La vida es para disfrutarla: amar, aprender, descubrir y eso sólo se puede hacer cuando hayamos superado la neurosis (el arte de amargarse la vida mediante la tortura mental) o el miedo (principal síntoma de la neurosis)

-       Objetivo: convertirnos en personas fuertes a nivel emocional y que esa fuerza permita disfrutar de la vida en toda su plenitud. Una vida libre de miedos.

-       La terapia cognitiva está en constante evolución, seguramente con el tiempo se irán incorporando nuevas formas de incorporar estos conceptos.

-       Cambiar es posible. Nos costará un esfuerzo continuado, pero se puede lograr.

-       Transformarse en alguien positivo es esencial para disfrutar de la vida. La fuerza emocional es el principal pasaporte para ir por el mundo.

-       No nos afecta lo que nos sucede sino lo que nos decimos a nosotros mismos con nuestro diálogo interno sobre lo que nos sucede.

-       Ser fuertes a nivel emocional no significa no tener emociones negativas, si no que significa no tener emociones negativas exageradas. De esta manera ganamos confianza en nosotros mismos y podemos disfrutar de la vida.

-       Todos podemos cambiar, se trata de un aprendizaje. Transformar nuestra filosofía personal nuestra manera de pensar.

-       En la psicología cognitiva entre los hechos externos (acontecimientos que nos ocurren en la vida) y las emociones que tenemos (depresión, ansiedad, ira) están los pensamientos.

-       Muchas veces tenemos la impresión equivocada de que son los hechos que de forma automática nos producen las emociones “Pepe me pone de los nervios”. Pepe hace algo que en mi produce un pensamiento y hace que me ponga de los nervios.

-       Es nuestro diálogo interno el productor de las emociones.

-       Detrás de cada emoción negativa exagerada existe un pensamiento catastrofista. Las personas débiles emocionalmente tienen estos pensamientos catastrofistas todos los días y se los creen. Las personas fuertes huyen de estos pensamientos catastrofistas.

-       Estos pensamientos catastrofistas son las llamadas creencias irracionales. Se caracterizan por ser falsas (son exageradas y es improbable que se produzcan), son inútiles ( no nos ayudan a buscar una solución, generalmente hacen que huyamos de los problemas o bien matamos moscas a cañonazos, soluciones exageradas a problemas pequeños) y producen malestar emocional gratuito (el catastrofismo extremo puede llegar a meternos en un mundo horroroso que no existe en la realidad, es sólo fruto de la fantasía, si anticipamos tantos desastres, podemos perder la salud).

-       El buen diálogo interno se aprende desde la infancia, pero en cualquier momento se puede cambiar.

-       Las emociones sólo son posibles a partir de determinados pensamientos.

-       La clave para el cambio está en aprender a pensar de una forma más eficaz.

-       La principal distorsión cognitiva consiste en tomarse todo a la tremenda y anticipar desgracias.

-       Las creencias irracionales son falsas, inútiles y nos hacen sufrir. 

TERTULIA DE EDF, 8 DE NOVIEMBRE DE 2011. 

REFLEXIONES INTERESANTES PARA TRABAJAR DE LOS CAPÍTULOS 3 Y 4 DEL LIBRO: “El arte de no amargarse la vida” Rafael Santandreu.

-       No se trata de que el psicólogo le diga al paciente lo que éste quiere oír. Se trata de convencerle con argumentos racionales de que lo que le sucede no es terrible (ejemplo de la chica muy bajita que va a la consulta: “yo no te voy a decir que eres normal porque no lo eres, lo cierto es que eres muy bajita pero tienes que convencerte que eso no es terrible y pese a eso puedes ser muy feliz”). 

-       Los seres humanos somos máquinas de evaluar. Evaluamos todo de manera constante. 

-       Esta evaluación que hacemos de las cosas es crucial para nuestra salud mental, porque ahí está la clave de que seamos o no personas emocionalmente fuertes. 

-       En nuestra línea de evaluación podemos evaluar las cosas desde genial, muy bueno, bueno, normal, malo, muy malo hasta terrible. 

-       Lo que nos interesa a nosotros son los extremos. Cuando valoramos que algo es “terrible” en el fondo en nuestro diálogo interno nos estamos diciendo a nosotros mismos: no puedo ser feliz con esto que me ha pasado, no debería haber sucedido, no lo puedo soportar. Cuando valoramos algo como “genial”, nos estamos diciendo que con esto que me ha sucedido o que me sucederá voy a ser feliz para siempre. 

-       Podemos decir que no hay ni depresión, ni ansiedad hay “terribilitis”. La terribilitis es la madre de todos los trastornos emocionales. 

-       Hay que aprender a evaluar de manera más exacta, un defecto físico, un acontecimiento que nos ocurre en nuestra vida puede disgustarnos pero no podemos permitir que nos lleve a la ansiedad o a la depresión. Hay que calificar lo que nos ocurre en su justa medida. Si lo calificamos de terrible no tendremos margen de acción y nos encontraremos mal emocionalmente. 

-       Cuando nos habituamos a evaluar de manera más exacta nuestras emociones nos acompañaran y nos volveremos más serenos. Nos tenemos que decir a nosotros mismos “aún con ese defecto que tengo, aún con lo que he hecho, aún con lo que me ha sucedido, yo puedo seguir disfrutando de la vida”. Además desde la serenidad se encuentran soluciones a los acontecimientos que se nos vayan presentando. 

-       En la psicología cognitiva se enseña a evaluar a las personas con criterios: objetivos, con sana comparación, abiertos al mundo, constructivos y con una mínima conciencia filosófica. 

-       Objetividad: La ciencia (medicina, economía, filosofía, antropología) dice que necesitamos muy poco para estar bien. 

-       Sana comparación: Lo que nos sucede puede ser un poco malo pero aún nos podrían suceder cosas peores... 

-       Abiertos al mundo: A veces nos volvemos neuróticos cuando nos centramos en nosotros mismos. Parece que seamos el centro del universo, cuando realmente nosotros en el universo somos muy poco importantes. En el mundo tenemos miles de ejemplos de tribus, de familias muy, muy pobres que consiguen ser felices con muy poco. Porque realmente lo único que necesitamos es tener nuestras necesidades básicas cubiertas. 

-       Calificar de terrible las cosas que nos suceden o que nos podrían suceder conlleva al descalabro emocional. 

-       Evaluación constructiva: Es la que se basa en evaluar todo con las calificaciones de: bueno, normal, malo. Tampoco estaría bien calificar los acontecimientos que nos suceden si son malos, calificarlos como buenos porque entonces desactivaríamos los recursos que tenemos para evitar los sucesos negativos. 

-       Conciencia filosófica: Es conveniente desarrollar una buena conciencia filosófica de la vida, puesto que sin darnos cuenta nuestra propia filosofía nos puede hacer la vida imposible. Por lo tanto es bueno revisar nuestro sistema de valores , nuestras creencias más básicas (por ejemplo sin estudios no se puede ser feliz, sin un cuerpo perfectos no puedo ser feliz...). 

-       Una pregunta clave para valorar de manera racional lo que nos sucede, es hacernos la siguiente pregunta: ¿En qué medida lo que me está pasando me impide llevar a cabo acciones valiosas en mi vida por mí y por los demás? 

-       Si nos detenemos a pensar sobre la realidad, nos damos cuenta de que, muchas veces, exageramos la relevancia de las adversidades. Aprender a evaluar bien nos hace más fuertes emocionalmente. Hay que evaluar con realismo y objetividad. En realidad hay muy pocas cosas que nos pueden suceder que no nos permitan aprovechar la vida haciendo algo positivo. 

-       Evaluando de manera correcta las emociones nos acompañaran y nos convertiremos en personas emocionalmente fuertes.  

-       Las creencias irracionales hay que combatirlas. El trabajo del psicólogo cognitivo es combatirlas hasta destruirlas. 

-       Las creencias irracionales sirven para que tengamos emociones negativas exageradas y aparezca el miedo. Vemos la vida con terribles amenazas a nuestro alrededor. Pero la vida es mucho más sencilla, alegre y segura que todo eso. 

-       Las creencias irracionales son infinitas porque nuestra fantasía no tiene límites. Pero todas las creencias irracionales siempre las podemos agrupar en tres grupos: Debo hacerlo todo bien o muy bien, la gente me debería tratar siempre bien, con justicia y consideración, las cosas me deben ser favorables. 

-       Las creencias irracionales son exigencias infantiles poco realistas. Es igual que hacerle caso a la rabieta que tiene un niño pequeño porque quiere chuches. 

-       Una persona madura es aquella que no exige sino que prefiere. Los demás no están ahí para satisfacer sus demandas, la vida no está ahí para que le salga todo bien. Pero además una persona madura se da cuenta de que no necesita nada de eso para ser feliz. 

-       Por lo tanto los tres grupos de creencias irracionales es conveniente transformarlos en creencias racionales: Me gustaría hacerlo todo bien, pero no lo necesito para disfrutar del día, sería genial que todo el mundo me tratase bien, pero puedo pasar sin ello, me gustaría que las cosas favorables de la vida me fueran bien pero no siempre va a ser así y aún sin eso puedo ser muy feliz. 

-       Cuando somos vulnerables a nivel emocional, estamos llenos de exigencias. Si nuestros deseos no se cumplen nos enfadamos con los demás, con el mundo o con nosotros mismos y nos decimos en nuestro diálogo interno: ¡Ay qué difícil qué es la vida! 

-       La enfermedad responsable de la ansiedad y la depresión también podría llamarse “necesititis” además de “terribilitis” 

-       Un diálogo interno basado en exigencias nos hace muy vulnerables emocionalmente porque si nuestras exigencias no se cumplen pensamos que “no lo podemos soportar”. 

-       En realidad cuando tenemos tantas exigencias lo que nos estamos diciendo es que el mundo debería girar en la dirección que yo digo. Nos comportamos como un niño egocéntrico. Nadie necesita tantas exigencias, nos tenemos que fijar en lo que tenemos y no en lo que no tenemos. 

-       El hombre o la mujer maduro, es aquel que sabe que no necesita nada para ser feliz. (Tu novia te ha dejado es la realidad, es normal estar un poco triste pero no es normal estar deprimido por ello porque tú no necesitas a tu novia para ser feliz, la vida te depara miles de posibilidades, hay que abrir la mente a ello). 

-       Las personas emocionalmente fuertes tienen una línea que separa deseos de necesidades. Los deseos causan placer, las necesidades inventadas producen inseguridad, insatisfacción, ansiedad, depresión. 

-       Los seres humanos tenemos una gran capacidad para la fantasía, pero tenemos que mantener muy a raya nuestros deseos. Al margen de la bebida y de la comida, no es racional necesitar nada más: Ni amor, ni trabajo, ni compañía, ni diversión... 

-       Cuando engordamos un deseo hasta convertirlo en necesidad ocurre lo siguiente: Si no vemos cumplido ese deseo nos sentiremos como unos verdaderos desgraciados, pero ocurre que si vemos cumplido este deseo, nos entra el miedo de que podemos perder eso que hemos conseguido con lo cual nos entra el miedo, la inseguridad... y también hemos puesto tantas expectativas en conseguir eso, que cuando lo conseguimos nos suele decepcionar y causar insatisfacción. 

-       Las necesidades inventadas, las que están por encima de la comida y de la bebida son nocivas. (Nos hacen perder un poco el rumbo y basar nuestra filosofía de vida en cosas muy absurdas: Si me quedara sin mi Harley perdería mi dignidad como persona...) 

-       La persona madura sabe que la única forma de disfrutar de los bienes de la vida es estar dispuesto a perderlos. Sólo podemos disfrutar de lo que podemos prescindir. 

-       La psicología cognitiva nos enseña que: La felicidad implica disfrutar de los deseos sin apegarse a ellos, sabiendo que son meras formas de divertirse pero en ningún caso necesidades reales porque necesitamos muy poco para estar bien. Cada necesidad inventada es una fuente de debilidad.