Aquella mujer se quedó horrorizada. La madre Teresa estaba bañando a un leproso. La mujer que observaba a Teresa sintió asco, repulsa, de aquel cuerpo mutilado y demacrado.
Tímidamente, le dijo a Teresa;
- ¿Cómo puede hacer esto? Yo no podría bañar a un leproso, ni por todo el dinero del mundo.
- Claro, yo tampoco lo bañaría por todo el dinero del mundo, porque a un leproso solo se le puede bañar por AMOR - Respondió Teresa.
Que limitada y mediocre es la fuerza de nuestro Dios; el dinero.
https://www.youtube.com/watch?v=L-Qzn0jfb_0
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