domingo, 2 de septiembre de 2012

REFLEXIONES DE MÓNICA: UN DÍA MARAVILLOSO EN VALLADOLID.

Ya estamos de vuelta de vacaciones, el tiempo pasa volando!!. Estos días he tenido la suerte de veranear en un pueblecito perdido de la provincia de Burgos. Como ya os he explicado otras veces allí la vida es diferente de la ciudad, estás en pleno contacto con la naturaleza, pero hay muy pocas comodidades, no hay tiendas, no hay centros comerciales... El invierno es más fastidiado porque las temperaturas son muy extremas y además hay muy poquita gente, sales a la calle y no ves a nadie. En definitiva, es una vida diferente sin tantas comodidades y la gente es capaz de vivir muy bien.

Cuando vuelves a la ciudad después de las vacaciones valoras mucho más las cosas que tenemos aquí, siempre hay  gente en la calle!!, es muy fácil entablar nuevas conversaciones... En definitiva, tanto en un pueblo como en una ciudad se puede estar muy bien, todo depende de lo que nos digamos a nosotros mismos sobre lo que conlleva vivir en un sitio o en otro.

Hoy os voy a explicar una situación que me ocurrió allí. Nos ofrecieron un día ir hacer una excursión a Valladolid con los amigos de una amiga que son de allí. También tienen niños y pensamos que podría ser un día muy agradable y diferente. Valladolid es una ciudad preciosa. Pues bien, la excursión empezó un poco extraña puesto que lo primero que me preguntó uno de  esos amigos de mi amiga es que si yo hablaba el catalán y si a mis niños les daban las clases en catalán. La verdad que pensé que vaya tarjeta de presentación, menuda importancia que le daba al tema de la lengua!!!

El tema como podéis suponer fue a más, aquel chico tenía ganas de discutir, durante la comida fue insistiendo en el tema de la lengua y de la política, pero lo hacía de manera despectiva hacia el catalán y los catalanes. Durante la comida yo me harté y me crucé y empecé a contestar algunas cosas. Yo soy la persona más apolítica que os podéis imaginar, me aburre muchísimo la política, pero en aquella conversación me piqué y al final entré al trapo de defender lo indefendible porque por muchos argumentos culturales que le diera a esa persona sobre el catalán no le iba a convencer de nada. Me enfadé tanto que hasta estuve a punto de que la excursión terminara en ese momento. Dejé de hablar en la comida y en mi diálogo interno me decía: Pedazo de imbécil, menudo maleducado, yo no tengo por qué estar con gente así, me voy!!!

En ese momento reaccioné y vi que estaba calificando de horrorosa la opinión de una sola persona, que yo estaba siendo igual de intransigente que él en esos momentos y que me estaba comportando también de manera muy radical... hasta el punto de no soportar la situación e irme!!!,  menuda no soportantitis ¿eh?,  y muy baja tolerancia a la frustración.. Cuando las cosas no me gustan me voy!!!. Total que reaccioné y pensé: ¿Voy a perderme una excursión maravillosa por Valladolid por los comentarios de una sola persona?. Ni hablar!!!. A veces hay que saber que según qué temas es mejor no hablarlos con según quien. De las personas hay que valorar lo que nos gusta y lo que no nos gusta hay que dejarlo estar y mirar hacia otro lado.

 En aquel momento de ofuscación me dije a mi misma que aquella persona no era 100% imbécil que yo sólo me estaba fijando en una opinión que no me gustaba de esa persona y, por esa opinión le estaba calificando a todo él. No todo el mundo tiene que pensar como yo y es lo que hay.  Por otro lado mi incomodidad, rabia y malestar no me lo estaba causando esa persona si no la valoración que yo estaba haciendo sobre lo que él me estaba diciendo.

Decidí no continuar con la discusión pero si con la excursión y esa persona fue un guía estupendo en Valladolid, una ciudad preciosa. Si me hubiera ido me hubiera perdido la oportunidad de ver con detalle una ciudad maravillosa. Otra vez más, otro ejemplo de que podemos soportar lo que a veces calificamos como insoportable. No es para tanto, discutiendo sobre política no vamos a conseguir que cambie el mundo, sólo conseguiremos amargarnos nosotros solitos nuestro día. No vale la pena...

Un beso a todos!

 Mónica

3 comentarios:

  1. Te entiendo perfectamente. He estado en situaciones parecidas y la clave ha sido pensar en mi objetivo. ¿Qué pretendo? ¿Disfrutar de mis vacaciones o discutir?

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  2. Oh, Mónica, ja encontraba a faltar este año tus anécdotas por Aranda de Duero.
    Es verdad cuando vas de vacaciones y saben que somos catalanes, la mayoría de las veces van atacando, pero después cuando nos conocen y más aún cuando visitan Catalunya, se quedan maravillados ya que somos acogedores y hablamos castellano siempre que se tercie... y Catalunya es muy bonita como lo son todos los pueblos de España y del mundo.

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  3. Hay que tener una gran fortaleza emocional para no entrar al trapo cuando te provocan, más si es injustamente! Y mucha generosidad...

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