lunes, 24 de septiembre de 2012

REFLEXIONES DE MÓNICA: LAS TEMIDAS 7:30

Hola a todos, hoy quería compartir con vosotros un tema que me ha preocupado mucho estas últimas semanas, y me ha preocupado mucho de manera muy absurda como veréis a continuación. Ahora la verdad que me resulta hasta cómico!

El hecho es que yo llego tarde a todos los sitios, sí, así es. Cuando Rafael lea este post alucinará porque creo que una de las pocas veces que he sido súper puntual era cuando hacía terapia con él. Ah!, en las tertulias también soy puntual!!

Mis amigos, familiares.... ya saben que yo soy súper impuntual  y demuestran tener mucha paciencia conmigo... hasta el punto que ya cuentan con mi impuntualidad a la hora de fijar las citas y si quieren quedar a las 11:00 pues a mí me dicen de quedar a las 10:30... je, je... menuda paciencia... Familiares y amigos me aceptan así, con mi impuntualidad. Pero hace un par de semanas en el trabajo cambiaron el horario con las instrucciones también, de que se iban a poner muy estrictos con el tema del horario y, que minuto que se llegara tarde lo iban a descontar de la nómina. Hasta ese momento habían sido flexibles y nunca se habían metido con la puntualidad si al final hacías las horas establecidas.

La verdad es que no soy impuntual a conciencia, no sé, responde a una mala organización del tiempo, pero ni mucho menos yo quiero ser impuntual. El hecho es que con mi nuevo horario la entrada es a las 7:30 de la mañana, ni un minuto más ni un minuto menos.

Pues bien, no veáis el estrés que he llevado estas dos semanas con la historia del horario. A mí misma me ponía la exigencia brutal de que o sí o sí a las 7:30 tenía que entrar y como lo veía tan difícil pues aún me metía más presión. Es una combinación del "tengo que", en este caso "tengo que entrar a las 7:30" y el "no voy a poder, es imposible". La suma del "tengo que" + "no voy a poder"= ANSIEDAD. Lo que ocurre cuando tenemos emociones exageradas ante un acontecimiento es que nos bloqueamos y entonces, no podemos pensar con claridad y mucho menos de manera racional. El hecho es que durante esas dos semanas hasta incluso he dormido mal!!!, me iba a la cama con la presión de que me tenía que levantar pronto y espabilar en dormirme porque era intolerable llegar tarde... Resultado: No me podía quedar dormida!!!, y me dormía a las tantas..., eso sí, he llegado todos los días a las 7:30... hecha polvo pero a las 7:30.

Cuando tienes ansiedad no ves las cosas con claridad, lo mejor es dejar que se pase y nosotros seguir con nuestro trabajo, con nuestros deberes racionales: Lecturas, reflexiones... así cuando la ansiedad baja somos capaces de cuestionar nuestras irracionalidades y machacar nuestras exigencias.

En mi caso todo se rebajó cuando hice la siguiente reflexión profunda: En el fondo no es tan importante entrar a las 7:30, ser impuntual no es tan grave, lo peor que podría pasar es que me llamaran la atención en mi trabajo, me rebajaran el sueldo por mi impuntualidad o bien me echaran. Pues bien, ninguna de esas circunstancias es tan grave. Ya sé que me podéis discutir lo siguiente: Tal y como está el trabajo hoy en día no se está para hacer el tonto... sí, tenéis razón, pero elevar el llegar a las 7:30 como si fuera una cuestión de vida o muerte es muy irracional. Además elevando a este súper grado de importancia esta circunstancia lo que consigo es boicotear mi objetivo de llegar puntual (ponerme nerviosa, dormir mal...). Si nos metemos presión lo que conseguiremos es tener ansiedad que además de ser incómoda no nos va a ayudar.

Es bueno intentar llegar puntual, claro que sí, pero si no se consigue no pasa nada, no se va a acabar el universo, ni mucho menos!!! Fue hacer esta reflexión y me liberé de toda presión, las cosas se intentan y si no se consiguen pues tranquilidad!!!!, no somos perfectos y con nuestras imperfecciones nos tenemos que aceptar, claro que sí!!!

Paralelamente a esto trabajé las cosas buenas que tiene entrar a las 7:30, en un principio no veía nada bueno, pero me esforcé un poquito y lo acabé viendo: Si entro pronto puedo salir antes, puedo ver el despertar de la ciudad que es  muy bonito, circular en Barcelona con la moto a esas horas es súper tranquilo, veo la ciudad desde otra perspectiva... Con esto quiero decir que si nos esforzamos somos capaces de ver las cosas buenas de los acontecimientos que se nos presentan, o como mínimo, mantenernos neutros sin emociones exageradas.

Venga, a esforzarnos en ver la parte positiva y en quitar importancia a las cosas que nos suceden. Hay que esforzarse un poquito y, así todos los acontecimientos los podremos girar. En mi caso se trata de intentar entrar a las 7:30 pero con alegría!! y si no, pues entrar a las 7:45 pero también con alegría!!!

Un beso a todos,

Mónica

43 comentarios:

  1. Hola, Mónica. Yo también tenía el mismo problema que tú y me ayudó mucho leer un libro de un profesor universitario norteamericano, Neil Fiore, que lleva toda su vida académica trabajando sobre este tema. Da muchos consejos buenos, pero lo más importante de todo: dice, cómo tú en este artículo, que la falta de puntualidad y el posponer las obligaciones tiene mucho que ver con nuestro diálogo interno y cómo interpretamos las situaciones.

    Según él, casi todas las personas impuntuales tienen un diálogo interno de frases negativas que crean ansiedad. Recomienda cambiar frases de nuestros pensamientos como "tengo que" por "quiero", "tengo que acabar..." por "¿cuándo empiezo...?" y "esto es tan difícil..." por "voy a mejorar poco a poco..." Cuando la persona cambia la manera en que se habla a sí mismo internamente con respecto a su impuntualidad, entonces deja de sentirse una víctima o ineficiente y pasa a sentir que tiene control sobre las cosas y de repente todo le resulta mucho más fácil.

    Así que, ya ves, sin saberlo, estabas diciendo algo parecido a un señor que lleva unos cuantos años estudiando el tema de manera científica. :-)

    ResponderEliminar
  2. Hola Mónica, hice un comentario en el articulo "A,B,C ...", te agradeceria de corazon me pudieras responder tu o Rafael. Gracias

    ResponderEliminar
  3. Yo era impuntual hasta que me case con un ex militar, la verdad que ahora me cae mal la gente impuntual, ahora veo que me faltaba caracter o que mi voluntad era debil, ser puntual es un valor universal, y como tal deberiamos esforzarnos en practicar, el tiempo es oro! el mio y el de los demas! estoy de acuerdo contigo en eso de la "ansiedad" definitivamente hay cosas que se salen de nuestro control como el trafico, un accidente, una diarrea, etc. ... y ahi es bueno esto de no exagerar en la emociones.
    A mi me sirvio muchisimo el verbo "anticipar" para mi fue organizar y prepararme un dia antes, acostarme temprano, dejar la ropa lista, el auto con gasolina, comida fuera del congelador, uniformes de mis hijas listos, etc. evita mucha ansiedad e impaciencia lo recomiendo funciona! EL ORDEN ES LA VIDA!
    La impuntualidad como otras tantas cosas puede ser un vicio que se erradica con la lista de prioridades, es decir, le dedicamos tiempo a lo que realmente nos importa: Es tu trabajo importante? En Recursos Humanos se establece un record de los trabajadores y como tal tambien hay oportunidades de crecer ahi o de recomendarte para otra compania en caso de que tu solicites una carta de recomendacion. Al recomendarte para un puesto la puntualidad es y seguira siendo un valor. Te aseguro que si hay mas candidatos van a escoger al que pueda responder con mas fuerza al puesto.
    Suerte con tu puntualidad.

    ResponderEliminar
  4. Claro que sí. Aprender a ser puntuales está bien. Yo mismo lo aprendí hace años. Mi familia siempre había sido impuntual; los Santandreu Lorite eramos así. Pero vamos, aprendí a no serlo con un truco que os diré más adelante.
    Pero primero lo primero: es mucho más importante aprender a ser feliz que ser puntual. Es mucho más importante la bondad y el amor por la vida que media hora menos de sueldo al día. Etc.
    Hasta que no entendamos esto, no hay manera de disfrutar de la vida!
    Además, hasta que no te relajas y te vuelves sosegado, no podrás pensar en soluciones efectivas y elegantes...

    Yo creo que aprendí a ser puntual cuando me di cuenta de que tenía que llegar siempre 10-15 minutos antes a los sitios. Y es o que hago siempre. Me llevo mis lecturas y antes de entrar donde toque, voy a una cafetería, me tomo un zumo de naranja (viva la vitamina C) y leo tranquilamente hasta que llega la hora.

    Si algo falla -3 de cada 10 veces algo falla- llego justo a la hora y no hay café o naranjada. Lástima: pero llego a tiempo.

    Aún así, queridos amigos/as, 1 de cada 10 veces, llego tarde... pero no me importa: es una ratio muy buena!!

    Abrazo!!
    Rafael

    ResponderEliminar
  5. Fantástica aportación aunque yo haría una corrección importante.
    Tu método es el que llamamos fuerza de voluntad pura... y nosotros hemos comprobado que "un poco de fuerza de voluntad" es buena... mucha es malo...

    Llegar puntual no es tan importante; si empezamos a valorar tan exageradamente esto, llegarás puntual, pero perderás sosiego y tu mira no estará puesta en lo que de verdad hace felices a la gente...

    Sé que es difícil aceptar que una filosofía de vida quizás esté un poco equivocada... o más bien... que una parte esté equivocada... pero es lo que enseñamos aquí.

    Yo estoy seguro de que si Mónica se relaja y se divierte encontrando fórmulas para la puntualidad, lo conseguirá (bastante, no completamente) de una forma fácil... y con sosiego y calma!

    Nada vale la pena si hemos de perder la cabeza con ello!

    beso!!!

    ResponderEliminar
  6. Como se aprende contigo Mónica, yo desde que os leo he cambiado muchas maneras de pensar , esas exigencias tanto conmigo como por los demás, no soy tan puntillosa con la gente, se valorar lo bueno y si hay algo malo, pues pienso que nadie es perfecto. Esta semana pasada leí un libro de Ellis sobre como dominar la ansiedad, y me pareció como si ya lo leyera antes, porque vosotros decís lo mismo, si se quiere se puede aprender un montón y con ello tratar de mejorar, sobre todo con respeto a los demás. Gracias un biquiño

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias por las aportaciones. Muy útiles. Sólo que lo que a mí lo que me generaría mucha presión es ir en moto por Barcelona ¡Qué miedo! Cuando lo he leído, me ha dado un escalofrío...

    ResponderEliminar
  8. Monica, está bueno ver todo lo positivo! En mi caso soy muy puntual y también tiene un aspecto ansioso esperar a que lleguen las personas con quién me encontraré. Un pequeño engaño a conciencia, es adelantar el reloj unos minutos al levantarte por lo cual llegarías a tiempo!
    saludos!

    ResponderEliminar
  9. Yo he vivido muchos meses esta conducta con mi hijo, el hecho de levantarse por las mañanas para ir al instituto era un suplicio para ambos, y aún así, llegaba tarde muchos días...Ahora ha comenzado la Universidad, y está en 1º de Psicología. Hemos hablado, y hemos llegado al acuerdo de que lo dejaré levantarse solo, y cuando él crea oportuno. Para evitar conflictos, creo que es lo mejor...aunque no sé si llegará a su hora a clase....Necesito que me deis opinión, no acabo de tenerlo claro....

    ResponderEliminar
  10. Hola Mónica,
    A mí me ha pasado durante mucho tiempo lo mismo cuando me tocaba el turno de mañana. Madrugo mucho (a las 05:45) y la obsesión por dormir y sobre todo dormir durante toda la noche ocasionaba que me despertara a las 4 o las 3 e incluso las 02:30 y de los nervios de que tenía que volver a dormirme no lo conseguía. Últimamente me he relajado y consigo dormir de tiron y si me despierto me digo que no pasa nada si no me vuelvo a dormir y finalmente casi siempre consigo volver a dormirme.
    Era una tortura ocasionada por mí misma.

    ResponderEliminar
  11. Respecto a la impuntalidad, mi madre siempre ha sido imputual y no ha tenido ningun problema, siempre se quedaba un poco más en el trabajo. Yo de momento muy impuntual no soy, quizás 5 minutillos o 10. Pero es cierto que a veces te estresas tontamente esperando a los demás, pero estoy aprendiendo a que cada uno tiene su ritmo y no por ello me tengo que enfadar. Si tardan más leo un libro. Antes me ponía de los nervios, pero ahora paso bastante.

    ResponderEliminar
  12. Mónica tus reflexiones me encantan, tienes toda la razón no pasa nada por llegar tarde, yo soy muy puntual pero no me importa esperar si la compañia es buena, y para Rafael un abrazo muy grande ayuda mucho a la gente que alguna vez nos hemos sentido muy mal por nada y que hemos hecho de un grano de arena yna montaña.Gracias por existir y compartir tus expeeriencias

    ResponderEliminar
  13. Aunque lógicamente debo poner el despertador para levantarme a tiempo por las mañanas, hace varios meses que dejé de llevar mi reloj de pulsera. Aproveché que se acabó la pila para decirme que eso de ir "esposado" por la hora no me gustaba nada. Y lo guardé en un cajón, ahí sigue dormidito, ¡la mar de tranquilo!. Y después de todo no pasa nada, si necesito saber la hora con exactitud, bastará con mirar el teléfono, o los indicadores horarios de la ciudad, ¡están por todos lados!.

    Soy suficicntemente puntual, pero con el tiempo me he dado cuenta que por encima de estar pendiente de llegar a tiempo a nuestros compromisos y obligaciones, es de mucha utilidad no tener continuamente el reloj dirigiéndote. Esto nos presiona y conduce a veces a tener "ansiedad cronométrica", seguro me entendéis.

    Podemos calcular muy bien los tiempos en los momentos en que no se precisa una exactitud elevada en cuanto a que "debe ser en tal o cual minuto". Si sabes que tardas veinte minutos en llegar al trabajo andando desde casa, por ejemplo, basta con salir con una previsión sificiente de tiempo, nosotros marcamos el ritmo, pero sin ese desasosiego y mirada tras mirada al reloj. ¡Está para ayudar, no para agobiar!.

    ¡Muchísimas gracias por este blog!, lo sigo con suma puntualidad... ;-)

    ResponderEliminar
  14. Apreciada Mónica, me encantan tus escritos. Sólo me gustaría aclarar un aspecto sobre lo que nos transmites.
    Está bien considerar que llegar puntual no es tan importante. Si así lo asumes es fenomenal . Pero también deberás asumir de la misma forma las consecuencias de tu comportamiento: ya no es por la penalización salarial, pero demuestras que también estarías dispuesta a perder el trabajo. Eso tampoco sería tan malo, ni mucho menos pero es una consecuencia posible. También podrías ser feliz en otro trabajo o incluso podrías encontrar una ocupación que se adecuara a tu horario biológico y serías mucho más feliz.
    Si la situación de impuntualidad se repite con tus amistades o cuando has de integrarte en un grupo o acudir a una formación reglada puedes seguir pensando que la puntualidad no es tan importante. Pero seguramente tampoco son tan importantes tus amigos, el grupo, la formación, etc... porque también podrías perderlos y seguramente para ti no sería el fin del mundo.
    Cumplir con ciertas normas en la relación con los demás no es realidad una exigencia, sino que es cuestión de higiene personal que facilita la relación. En general no podemos etiquetar como exigencia el es fuerzo o la incomodidad que requiere hacer las cosas bien, aunque solo sea por el placer de ofrecérselo a los demás y mostrar respeto.
    Me pregunto si los colaboradores de Ellis eran puntuales cuando él impartía formación o si podían llegar cuando les apeteciera, haciendo gala de lo que aprendían.
    Una vez más, y sinceramente, muchas gracias Mónica por tu generosidad y valentía.

    ResponderEliminar
  15. Sí, pero hay que decir que la impuntualidad es un hecho en el universo humano. Hay que aceptarlo. La mayor parte de los seres humanos llegamos tarde de vez en cuando. Por otro lado, nuestra neura de la puntualidad, ¿es natural? ¿Existe la puntualidad en la naturaleza? Todo aquello creado por el hombre, hay que ponerlo un poquito en cuarentena.
    Abrazo!!
    rafael

    ResponderEliminar
  16. Me encantan los comentarios de Santandreu sobre el tema, la cosa es relajarse y disfrutar y lo demás viene solo y no es magia, es que fluye todo. Si nos relajamos y perdemos los debos y tengos, la energía fluye en el sentido correcto; yo me levanto con música movidita, es mi despertador y el cuerpo va solo; antes con el despertador habitual y los tengos y debos hasta podía llegar en tiempo pero con cara rígida; ahora voy mucho más ligera. Por cierto, Roberto, he leído un par de libros del Dr. A Ellis y sus colaboradores, no creo que discutieran por la puntualidad porque en ellos también fluiría la energía sin tengos ni debos, no me imagino al Dr. A Ellis en plan regañón porque alguien llegará tarde, probablemente lo fuera más su pareja según algún pasaje que ha dejado en sus libros; es más cierro los ojos e imagino que si alguien llegará tarde le hubiera dicho: es tú derecho a actuar así y eso no te define como un tardón ni como un mal colaborador ni como un mal amigo.

    ResponderEliminar
  17. Bueno, bueno, la verdad es que el concepto de "flexibilidad no esta mal" pero como repito: LA PUNTUALIDAD es bella! el orden es exquisito! las fechas de expiracion son una delicia! todo es importante... Pero, porque ver como "rigido, frio. estricto" estos aspectos de la vida, mas bien son necesarios, por ejemplo: No me gustan las luces rojas del semaforo, quisiera que todas fueran verdes cuando voy manejando, pero todo esto ayuda a la organizacion de los seres humanos para que puedamos vivir en comun. Para que sirve un diente fuera de la boca, o un dedo fuera de la mano?

    Como Jefe, yo perdono impuntualidades porque quien trabaja conmigo es parte de un equipo con valores humanos, pero si llega tarde por antojo lo tengo que corregir, si me dice que se va a quedar mas tarde, de que me sirve si la gente ya esta tocando a la puerta en el horario establecido esperando ser atendida? yo no le puedo decir: "Mire mi empleada es muy "cool" "chevere" (o como se diga en su pais), y para no "estressarla" pues dejo que llegue a la hora que pueda, con tal que llegue, asi que usted se espera si quiere hacer negocios conmigo he?

    No me importa que el empleado me diga que se puede quedar mas tarde porque mas tarde, mas tarde? que creen? ya se cerro la oficina, ya para que quiero gente ahi? "trabajando"?

    En fin hay trabajos y estilos de vidas para todos, solo quiero exponer que deberiamos tambien aprender a disfrutar de las cosas de las que nos quejamos. Todo tiene sus luces y sombras. Miremos la luz que es la que brilla e iluminemos las sombras.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  18. Gracias, me encanto esto que escribes en tu comentario: Hacer las cosas bien, higiene personal... pocas personas hablan de ello. Saludos!

    ResponderEliminar
  19. Eso me gusta más: la puntualidad es bella... Yo soy bastante puntual, es mejor, pero no esencial...
    Por otro lado, se puede enseñar a la gente a ser puntual: te lo agradecerán...
    Una pequeña corrección: lo de la "flexibilidad no está mal"... a mi parecer no... es esencial!... Porque mucho más importante que la puntualidad, el dinero, los estudios, la seguridad, etc., etc es la flexibilidad.
    Porque si no alcanzaremos la puntualidad y el éxito pero perderemos la chaveta.

    Dicho esto, una vez lo ves así, con traquilidad, puedes implementarlo mejor...
    Mónica intentaba ser puntual demasiado rígidamente y no le salía bien... si se lo toma con calma, lo aprenderá mucho mejor. Sé que puede parecer paradójico pero los fenómenos mentales son así.
    Abrazo!
    Rafael

    ResponderEliminar
  20. Muchas gracias Teresa por tu comentario!!! Qué interesante!!!
    Un beso muy fuerte!!

    ResponderEliminar
  21. Hola Gonzalo, como dice Rafa puedes repasar los posts que van sobre los ataques de pánico. En resumen se trata de entender que esas sensaciones que tú tienes no te van a matar, son sensaciones simplemente incómodas, puedes llevar una vida normal con esas sensaciones incómodas. Aunque te parezca que no puedes respirar o que te mareas... no es verdad, en realidad es imposible morirse de eso. También es interesante que a la vez hagas la reflexión siguiente: Y si me muero que pasaría?, pues nada Gonzalo, un día tendremos que morir.

    De esta manera irás perdiendo el miedo a esas sensaciones y tu ansiedad desaparecerá. Es interesante también que no evites situaciones en las que creas que te puede dar un ataquito de ansiedad y que tampoco busques ayuda. Como si vas a la guerra, adelante con esas sensaciones!!!, no son tan malas, tú estás perfectamente capacitado para soportar la incomodidad!!!. Así poco a poco irás perdiendo el miedo a esa ansiedad que es incómoda pero no terrible. Es mucho mejor tener ansiedad que cualquier otra cosa. Además con la ansiedad se nos reactiva el corazón!!!. Siéntete orgulloso de tu ansiedad, como al que le duele la cabeza y tiene migrañas, pues tú tienes ansiedad. Eso no es nada grave Gonzalo.
    Te está esperando una vida maravillosa ahí fuera, si trabajas en este sentido, con estas reflexiones poco a poco la ansiedad te irá bajando.
    Besos

    ResponderEliminar
  22. Pues mira Alberto un día escribiré un post sobre mi moto porque yo me moría de miedo solo de pensar en montarme en una moto y ahora me lo paso pipa. A ver si tengo tiempo y escribo un post sobre eso.

    Besos

    ResponderEliminar
  23. Claro que sí, déjale que se levante solo y si llega tarde es su problema, seguro que si se tiene que espabilar solo sin su mami lo hará estupendamente. Aunque nos cueste Margarita (yo te entiendo perfectamente porque a mí me pasa con mis niños), no tenemos que estar tan encima de ellos porque les hacemos más débiles.

    Un beso

    ResponderEliminar
  24. Muy buena reflexión, los amigos impuntuales tenemos ese defecto, la buena amistad es aceptar a los amigos con sus virtudes y con sus defectos.

    ResponderEliminar
  25. Ya lo decía Rafael en su primer libro. Contaba la historia de un jefe samoano y decía que el hombre blanco no había entendido el tiempo porque el tiempo es paz y tranquilidad...

    ResponderEliminar
  26. Muchas gracias Roberto por tu comentario. Tienes razón que es mucho mejor ser puntual, claro que sí!!!, se hace la asociación que llegar tarde es faltar el respeto a los demás. Te aseguro que en mi caso eso no es así, yo respeto muchísimo a todo el mundo, pero Roberto, no hay manera que consiga llegar puntual. Es un defecto mío que estaría bien que hiciera todo lo posible por corregir.

    Un amigo mío me dice: Mónica, eres puntualmente impuntual!!!, tiene toda la razón... Lo que ocurre que si yo me fijo que "debo ser puntual o sí o sí", lo que voy a conseguir es meterme mogollón de presión que me va a crear ansiedad y me voy a bloquear. Es mejor que mis reflexiones para conseguir llegar puntual vayan en el sentido de "estaría bien que llegaras puntual pero si no lo consigues no será el fin del mundo". No me tengo que castigar por no ser puntual. Yo tengo ese defecto y es que no soy perfecta y así me tengo que aceptar.

    Pero estoy contigo que es mucho mejor llegar puntual a los sitios.

    Besos

    ResponderEliminar
  27. Ostras Ana, pues me explicaron la anécdota de que Ellis no soportaba que sus alumnos o colaboradores llegaran tarde!!. Cuando me lo explicaron, pensé: Ostras este hombre tan evolucionado en sus pensamientos y fíjate también tenía sus exigencias por ahí metiditas... je, je....

    Esto nos corrobora Ana que ni el propio Ellis, que era un tío estupendo, era perfecto.

    Un beso

    ResponderEliminar
  28. Como dice Rafa, el tema de la flexibilidad es muy importante. Si descartas a un trabajador porque tiene el defecto de llegar tarde y sólo te fijas en eso, quizás te estés perdiendo a un colaborador estupendo.

    ResponderEliminar
  29. Buenos días, es muy interesante este post.

    Me ha hecho reflexionar y creo que cuando la impuntualidad se convierte en un hábito, algo ocurre. Hasta es posible que el impuntual sea "puntualmente impuntual", es decir que se retrase 20 minutos o media hora de forma fija en la mayoría de citas. Curioso ¿no?.

    Si fuera así quizás la propuesta no sería centrarse en la puntualidad horaria como en los valores del individuo. Es decir, si uno está dispuesto a respetar ciertas normas sociales muy facilitas para mejorar la convivencia con los demás se resolverán los problemas de puntualidad, cordialidad, amabilidad, etc... No es cuestión de poner en marcha despertadores o alarmas, etc... para tapar el síntoma de la puntualidad, faltaría más.

    Pero si para un individuo facilitar las relaciones sociales no es un valor, pues tampoco es tan terrible. Nos aceptamos a nosotros mismos tal como somos, asumimos las posibles consecuencias o incomodidades con la responsabilidad que se derive y aquí no pasa nada.

    Muchas gracias !!

    ResponderEliminar
  30. Muchas gracias Mónica!!! Tu me entiendes…y de verdad que necesitaba que alguien me escuchara (leyera), y me diera su opinión…Es el apego tan grande que tengo a mi hijo lo que tengo que ir soltando…que ya es hora!!!! Gracias de nuevo!!! Ah!! Yo soy superpuntual!!

    ResponderEliminar
  31. Puede ser que este trabajador o colaborador acabe por tener el rasgo de la impuntualidad. Pero si un comportamiento produce inadaptación, no sé si es bueno mantener además la exigencia de que los demás te traten bien o como tú quisieras. Sería ingenuo y poco realista mantener la expectativa de que en el trabajo te acepten tal como eres de la misma manera que lo haría tu mejor amigo.
    Si dos personas son impuntuales seguramente no se quejarán el uno del otro, incluso pueden interpretarlo como una afinidad. Pero si no es así la pequeña dificultad puede convertirse en un problema.

    ResponderEliminar
  32. Es cierto Margarita, yo, por ejemplo, puedo aceptar que mi hijo sea impuntual, o que no se presente a clase, él verá lo que hace... Pero, existen unos horarios, unos plazos, y unas estructuras que, si te las saltas, te quedas fuera...eso me preocupa en cuanto a mi hijo...no creo que haya muchos jefes, en el futuro, que estén dispuestos a entender o aceptar su conducta.

    ResponderEliminar
  33. Pero es que sin exigir es como mejor salen las cosas: es paradójico, pero real.

    ResponderEliminar
  34. Estoy de acuerdo contigo Rafael, lo he comprobado conmigo misma en tema de estudios y en trabajo también porque he tenido esa suerte, pero creo que la sociedad no está preparada, bueno al menos la española, en otros países quizás si. Aquí se da prioridad a horarios y plazos de entrega. !Ojalá lo que tu dices se cumpla! Ahora en algunos colegios empiezan a entender que cada niño aprende de diferente manera y con un ritmo distinto sin presiones, pero solamente unos pocos. Cuando no te exiges, rindes más, no sé porque pero lo he podido comprobar.
    Me encantaría vivir en una sociedad libre de presiones y de exigencias, sería el paraíso.

    ResponderEliminar
  35. Puedes crear tu paraíso interior. No es necesario que el mundo sea cómodo ni que la sociedad nos trate bien.

    ResponderEliminar
  36. Sobre Albert Ellis, mejor no idealizar. Era famoso por sus arrebatos de ira y conflictividad.

    Por otra parte, la relación con sus psicólogos colaboradores acabó bastante mal. Demandó al Instituto Albert Ellis y en su libro "All out" los ataca, dice que no le representan, etc. No sé si fue por la edad, pero al final parece que acabó sus días terribilizando, exigiendo y montando follones...

    Algo para reflexionar.

    ResponderEliminar
  37. No creo que terribilizase... sé que tuvo problemas con sus colaboradores: pero eso no es raro. Todos podemos tenerlos y estar bien al mismo tiempo. Por otro lado, nadie es perfecto. Pero no era famoso por sus arrebatos. Lo que pasa es que era muy directo y, a propósito, provocador.

    ResponderEliminar
  38. Bueno Mónica a estas alturas no creo que nadie crea en los seres perfectos ni en los príncipes azules ajajaja. Sólo recordaba un pasaje del último libro del Dr. Ellis que has comentado “Cómo mejorar las relaciones íntimas….” en las últimas páginas escribe una historia sobre algo de relaciones laborales en su instituto. En cualquier caso que seas impuntual en algún momento no te define como tal porque con nosotros a través del blog eres muy puntual
    Saludos y gracias.

    ResponderEliminar
  39. Algo más que un pequeño enfrentamiento. Demandó al Instituto Albert Ellis y creo que el asunto no está resuelto. Se refirió al Instituto como "falso", que NO le representaban y acuso a sus ex-colaboradores de "piratas" que saquearon el trabajo de su vida. No me parece algo trivial.

    La versión de sus "reales" seguidores aquí:

    http://www.rebtnetwork.org/updates/obituary_albert_ellis.html

    La respuesta de uno de los que tuvo más responsabilidad en el Instituto, aquí:

    http://drmichaelbroder.com/articles/albert_ellis.htm


    Mis comentarios sobre su personalidad, se basan en lo que él mismo escribe en su último libro "All out" y en "Rational Emotive Behaviour theary. It works for me. It can work for you".

    ResponderEliminar
  40. Ostras Alberto, qué eficiente eres!
    Bueno, nadie es perfecto: incluso yo, jeje
    Rafa

    ResponderEliminar
  41. La terapia racional emotiva de Ellis me gusta mucho, así como la terapia cognitiva de Beck. Por eso leo este foro. Lo que no me agrada es A. Ellis como personaje.

    De todas formas, seguramente esto dice más acerca de mí que otra cosa.

    ResponderEliminar
  42. Alberto tus aportaciones siempre son una pasada, das siempre un giro más al asunto que es genial. Está claro que idealizar a la gente es una tontería porque todos nos equivocamos y terribilizamos alguna vez.
    Es un lujazo para todos que participes en el blog!!

    ResponderEliminar
  43. Gracias, Mónica. Me sentía mal por hacer estos comentarios, pero es lo que pienso.

    Y tienes razón, mejor no idealizar a nadie. Creo que A.Ellis estaría totalmente de acuerdo. De todas formas, eso no cambia mi opinión de que las terapias cognitivas son muy potentes.

    ResponderEliminar