domingo, 1 de marzo de 2015

REFLEXIONES DE PILAR G: EL GENIO INSATISFECHO


Hace ya un año que el mejor guitarrista flamenco de todos los tiempos, Paco de Lucía, nos dejó. El maestro confesó en una ocasión que estaba muy descontento con su vida porque siempre veía lo malo y jamás lo bueno. Según él, si una cosita de uno de sus discos no estaba bien, el disco entero no valía nada, él no sabía tocar y ni siquiera merecía la pena tocar.

Alguna vez le he escuchado contar una anécdota que refleja muy bien el alto nivel de autoexigencia que tenía. Al parecer, un día viajando en su coche, de repente oyó a alguien tocando la guitarra por alegrías, en ese momento pensó: "¡Qué bien toca ese tío!", al instante reconoció que era él quien tocaba y automáticamente dejó de gustarle tanto.

El artista aseguraba que en lugar de haber grabado veintitantos discos, hubiese preferido grabar uno solo a lo largo de toda su vida para ir mejorándolo poco a poco y que al final estuviese perfecto.

Él mismo reconocía que su ansia de perfección era enfermiza y que sufría muchísimo por ello. La necesidad de que cada uno de sus trabajos fuese perfecto le provocaba un permanente estado de ansiedad e insatisfacción; como muy bien afirmaba: "Es fácil tocar para saciar el hambre, pero cuando se trata de saciar el espíritu es muy difícil porque es insaciable".

Si esta figura del flamenco se hubiese liberado de la necesidad de perfección, habría disfrutado muchísimo más de su trabajo y se hubiera ahorrado un sufrimiento innecesario.

Empeñarnos en realizar las cosas de manera perfecta es una meta imposible que nos genera ansiedad y depresión. Es mucho más saludable y realista tratar de hacerlas de la mejor manera posible y disfrutar del proceso, pero sin obsesionarnos con el resultado. Además, paradójicamente, cuanto más disfrutamos haciendo las cosas y menos nos centramos en obtener buenos resultados, mejores son éstos.

https://tuespacioemocional.wordpress.com/

1 comentario:

  1. Pilar muchas gracias por el ejemplo que has puesto de Paco de Lucia.me ha hecho ver muy claro lo super exigente que he sido conmigo mismo.hace muchos años aprendi de un maestro indio unas tecnicas para sentir la paz interior.hasta hace poco creia que esas tecnicas y escuchar de forma continuada a este maestro serian la fuente casi unica para ser feliz.Asi que cuando escuche a Rafael decir que todos podemos ser felices con la bebida y la comida del dia,y pensando de la forma correcta senti un alivio por dentro,por que hasta el momento siempre pense que se trataba de algo mucho mas mistico o espiritual,y esa superexigencia conmigo mismo de sentir de una manera perfecta la iluminacion o la paz interior atraves de estas tecnicas creo que me ha bloqueado durante años de experimentar algo tan sencillo como sentirse feliz.muchisimas gracias Pilar por ayudarnos a comprender con estos ejemplos que todos podemos ser felices.

    ResponderEliminar