jueves, 22 de noviembre de 2012

NUEVO PROGRAMA DE tve: LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

Hola, amigos

Un nuevo programa de TVE: La tolerencia a la frustración.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-entrevista-rafael-santandreu-vida-carrera-obstaculos/1587089/

7 comentarios:

  1. Hola a tod@she visto la entrevista y me ha parecida muy buena, creo que la tolerancia es la manera de aprender a respetarnos a nosotros mismos y como consecuencia respetar a los demás, además la tolerancia en los niños es muy importante porque si no les enseñamos desde pequeños se vuelven en pequeños chantajistas, estoy de auerdo con Rafael en que es un trabajo diario y poco a poco aprenderán que la vida no es todo fantástico, si no que si no respetan (toleran) cualquier minima cosa nunca podrán afrontar la vida con tranquilidad y se hundirán por cualquier pequeña cosa que pase y no sepan canalizarla
    un abrazo
    tere

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  2. Sí, Es cierto es que trabajar la tolerancia a la frustración es básico en el intento de ser un poquito más felices. Más aún en nuestra sociedad , donde el tener es más importante que el ser y donde se nos crean día a día necesidades superfluas que integramos y al poco consideramos imprescindibles. A veces pienso que, en este sentido, estamos involucionando en lugar de evolucionar!!!

    En la labor educativa de los padres, es fundamental decir NO para empezar desde el principio a trabajar la tolerancia a la frustración.

    "No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea más bien que se produzcan tal como se producen, y serás más feliz" (Epícteto de Frígia, 50-135 d.c.) ¿Esa es la idea, Rafael?

    Gracias!!!

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  3. He visto la entrevista y me ha gustado muchísimo. Te seguiré.

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  4. El vídeo me ha parecido muy bueno y muy de acuerdo, pero a veces me parece que puede, en la práctica, llevar a una excesiva pasividad y a no luchar por mejorar las cosas, es decir, las situaciones: la A del ABCDE de las terapias cognitivas. Me parece que la A (situación) se trivializa demasiado.

    Por ejemplo, si comparamos a los profesores de diferentes colegios y vemos que los que están en determinadas zonas tienen mayor problemática psicológica, bajas laborales, etc. podemos pensar que son psicológicamente más débiles, pero quizás su fortaleza o debilidad sea la misma. Puede que la explicación más simple es que las situaciones (A) a que se enfrentan son más conflictivas.

    Desde una filosofía cognitiva podemos proporcionarles ayuda psicológica, trivializar sus problemas con la sugerencia de que “no se lo deberían tomar tan a pecho”, etc. Así quizás aumentaríamos su tolerancia a la frustración; pero me parece que proporcionar medios materiales para cambiar la conflictividad ambiental (A) sería más ético.

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  5. Estoy de acuerdo pero el tema es si no podemos cambiar la A, entonces sólo nos queda aceptarla y lo podemos conseguir y llegar a estar bastante bien en situaciones fastidiadas. Pero si en nuestras manos está el cambiar la A pues adelante, claro que sí!

    Gracias Alberto por tus aportaciones, siempre dan un giro más al asunto.

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  6. Gracias a ti, Mónica.

    Creo que la clave está en esforzarse por cambiar las cosas desde la serenidad. Rafael lo comenta en el vídeo.

    A mí me parece que el problema no es quejarse o protestar, sino el hacerlo desde la crispación. Si te quejas o protestas desde la serenidad, no veo que esté mal. Quizás es una cuestión de énfasis. Quejarse forma más inteligente y efectiva, es decir, desde una espacio de serenidad.

    Por supuesto, no siempre es posible cambiar las cosas. Si estamos en un contexto de esclavitud o de miseria y represión brutal, seguramente la filosofía de vida más racional es "aguantarse" estoicamente.

    La oración de la serenidad, independientemente de las creencias de cada uno, es una síntesis de los conceptos de tolerancia a la frustración y aceptación incondicional:

    “Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente. Amen.”

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