REFLEXIONES DE MÓNICA: CRÓNICA DE LA PRIMERA TERTULIA EN CÁDIZ

Hola a todos! os dejo con el resumen que ha preparado Montse, nuestra coordinadora de las tertulias en Cádiz, sobre la primera tertulia que tuvo lugar en esa hermosa ciudad!!

Gracias Mo!!!

Un beso a todos,

Mónica

RESUMEN DE LA 1ª. TERTULIA EN CÁDIZ 

La tertulia la hicimos en la Librería-Café “La Clandestina”, un lugar encantador en el que estuvimos muy a gusto gracias a la gentileza de María y Lola, las propietarias, a las que queremos de nuevo expresar nuestro agradecimiento. 

Éramos diez personas, aproximadamente la mitad de los asistentes no había leído “El arte de no amargarse la vida”, así que esta primera tertulia fue introductoria; de manera espontánea tuvo dos partes bastante diferenciadas, una inicial en la que hicimos un breve recorrido sobre el enfoque de la Psicología Cognitiva, la TREC y alguna de las ideas básicas de El arte de no amargarse la vida. 

Como era la primera tertulia y no nos conocíamos, había llevado una lista de doce frases para ir introduciéndonos en los principios de la Psicología Cognitiva; pero enseguida la gente se animó a participar con sus opiniones y sus experiencias personales, de manera que no conseguimos ir más allá del primer punto de esa lista que era la frase de Epícteto “no nos perturba lo que nos sucede, sino lo que nos decimos al respecto”; tocamos también –aunque muy de pasada- la línea de evaluación, la terribilitis, la conveniencia de tener apertura mental, la importancia de la valoración incondicional, las creencias irracionales… no seguimos un guión preestablecido sino que fuimos desgranando las ideas que surgían a partir de las aportaciones de cada uno.

Le he pedido a cada miembro del grupo sus propias conclusiones sobre esta experiencia y todos coincidimos a grandes rasgos en lo mismo:

Aunque el grupo lo componían personas muy diferentes, tanto por edad, experiencia y pensamiento, esto dio lugar a aportaciones muy enriquecedoras de las que todos aprendimos. Prácticamente desde el principio se estableció un grado de comunicación fluido, compartiendo incluso pensamientos y sentimientos muy íntimos. Quedaron evidentes las ganas de conseguir ser más serenos, aprender a mejorar nuestro diálogo interno, tener una mente más racional, entender cómo funcionamos y cómo nuestros pensamientos influyen no sólo en nosotros mismos, sino también en nuestro entorno inmediato. Quedó patente que a pesar de las singularidades de cada uno, todos tenemos inquietudes parecidas. Al final, el objetivo último es aprender a no amargarnos la vida y ser más felices! 

Muchas gracias a todos los asistentes por contribuir a que disfrutásemos de un ratito tan agradable. El tiempo nos voló como una ráfaga de Levante!

Montse