domingo, 23 de octubre de 2011

REFLEXIONES DE MÓNICA: EL COLE PERFECTO...

Hace unos años cuando en casa tuvimos que decidir a qué cole íbamos a llevar a nuestra hija, fue un dilema, sobre todo por mi parte era un tema que me preocupaba muchísimo, era muy importante escoger un buen colegio. Así que miré y remiré todos los del barrio y los que no están en el barrio, hice un estudio espectacular de los pros y los contras de cada cole. Me convertí en una fuente de información fantástica para otros papis porque con mi estudio cualquier dato que me pidieran yo se lo podía proporcionar. Además no me dejé ni un detalle, podía responder a cualquier pregunta sobre los coles de Barcelona...

En mi caso la primaria la hice en un cole de monjas muy estricto, yo tengo 39 años y ya no viví la época de Franco, pero en mi cole era como si el tiempo no hubiera pasado. Eran unas monjas muy conservadoras y muy rígidas que promocionaban al estudioso y sancionaban sin medida al que no lo era, hasta que por desespero los padres decidían cambiar al niño de colegio. Yo tuve la “suerte” o no... de ser una buena estudiante, saqué notas brillantes y mis monjitas estaban muy orgullosas de mí y yo encantada de ser alguien importante en el colegio, entraba dentro de mi normalidad aquel ambiente... era natural no ayudar al que no estudiaba porque en el fondo no era más que un vago que enlentecía el buen funcionamiento de la clase. Allí nos preparaban para ser las mejores en todo: matemáticas, física, idiomas... también nos transmitían que había que ayudar a los pobres, les llevábamos comida por Navidad... pero al mal estudiante, no había que ayudarle sino que había que eliminarlo porque era un lastre para la sociedad, ser mal estudiante te convertía en una persona 100% mala... afortunadamente los tiempos cambian...

Cuando cumplí los 14, por problemas económicos en casa hubo cambios, todos nos tuvimos que poner a trabajar, sí, sí yo también, iba los fines de semana cuando empezaba el buen tiempo a ayudar a mi tía en un restaurante que tenía en Castelldefels, yo me ocupaba de una caseta de helados en la playa que estaba al lado del restaurante, allí pasé unos cuantos veranos siendo la reina de los helados y aprendiendo a tratar con la gente!!. También mis padres me tuvieron que cambiar de colegio y apuntarme al instituto de nuestro barrio. Por aquel entonces yo vivía en Hospitalet en un barrio muy humilde.

El primer día del Instituto, casi me muero, primero el shock porque en mi clase también había niños y eso ya era un cambio muy importante, más a esas edades... y luego el darme cuenta que el mundo que había vivido con mis monjitas era un mundo diferente del real. Ya empezaba la decadencia de la heroína, pero para las personas de treinta y largos, cuarenta de aquel entonces, era la droga de elección. Pues bien, nuestro recreo lo hacíamos en un parque público y en aquel parque había una zona donde estas personas iban a pincharse cada día a la misma hora, nosotros eso lo vivíamos como algo natural. Únicamente sabíamos que en aquella zona del parque mejor no jugar al fútbol porque el suelo estaba lleno de jeringuillas.

Pues os puedo decir que mi época de instituto fue una de las mejores de mi vida, no era un instituto perfecto como podéis ver, sólo deciros que al segundo día de clase ya estábamos haciendo huelga los alumnos porque no teníamos calefacción y así nos íbamos inventando algunas excusas para no ir todos los días a clase... Yo al principio me escandalicé pero luego disfruté muchísimo de aquella etapa de mi vida en aquel sitio sin orden y sin patrón y allí conocí a personas maravillosas que hoy son grandes amigos que aún conservo. Me enseñó que en todos los niveles sociales puedes encontrar a gente fantástica. A nivel de estudios tampoco me fue tan mal, es verdad que mucha gente se quedó en el camino, pero yo llegué a la universidad, me saqué una carrera y aunque las tuve muy a mano no entré en el mundo de las drogas.

Pero cómo cambian las cosas cuando se tienen hijos..., piensas que no quieres para ellos cosas que nosotros hemos vivido... y entonces entras en una paranoia a veces con cosas muy absurdas...

Pues bien después de mi estudio sociológico sobre los coles de Barcelona y teniendo en cuenta nuestros valores y nuestras experiencias, en mi casa llegamos a la conclusión que apuntaríamos a los niños a un cole público de nuestro barrio. Cuando tomamos esa decisión y la niña entró en el cole que queríamos fue como una liberación, ya estaba el problema solucionado. La obsesión por la duda había finalizado.

El otro día hubo reunión del colegio, ya están en P5 y en la reunión vi cosas que no me gustaron mucho, me dio la impresión que los profesores no se implicaban como a mí me gustaría y eso hizo que me asaltaran otra vez dudas sobre nuestra decisión. Mi hija es una niña tímida y me transmitieron que ni se habían dado cuenta de ello, que eso era la selva y que los niños se tenían que espabilar porque los profes tampoco iban a estar para muchas historias... y eso me entristeció. Además en las reuniones del cole es muy curioso porque hay ciertas madres y padres que sienten la necesidad de manifestar que sus hijos son los mejores. El otro día tenía a mi lado algunas mamis de este estilo y ya sé que no está bien decirlo pero experimenté un deseo brutal de cerrarles la boca con una cremallera... je, je... una me decía: “Pero, cómo, no puede ser!!, ¿pero tu hija no te ha explicado que están estudiando el cuerpo humano?, uy pues la mía cada día me explica lo que han hecho en clase y las novedades de los niños, escribe muy bien y ya ha empezado a leer, el otro día sin ir más lejos...”, total que le tuve que decir que si me hablaba no escuchaba lo que estaba diciendo la tutora. Por dentro os aseguro que me tuve que controlar para no decirle cuatro cosas, entre otras que no me interesaba lo que hacía su hija...

Bueno salí de la reunión muy decepcionada, y luego ya en casa reflexioné sobre el tema. He llegado a la conclusión que lo que yo busco, en realidad, es un cole perfecto, unos profesores perfectos y aislar a mi hija de los posibles peligros externos que se le pueden presentar en la vida para evitar así que le ocurra nada malo... Pues bien, eso no lo voy a conseguir y lo más importante es que eso que busco en el caso imaginario que lo consiguiera sería muy nocivo para mi hija, muy nocivo para conseguir que sea una persona emocionalmente fuerte, le estaría ofreciendo un mundo irreal y flaco favor le haría...

Sé que es difícil con mi cabecita cuadriculada el aceptar según qué cosas del colegio o de los profesores, pero amigos, la vida es imperfecta, los profesores son imperfectos y yo también lo soy. Así que a relajarnos todos porque es lo que hay. En realidad si lo pienso en profundidad que el cole no sea perfecto en el fondo es bueno para mi niña porque será un aprendizaje. No busco, ni quiero que mis hijos sean los mejores, quiero que sean normales pero felices y fuertes emocionalmente ahí creo que está la clave de todo.

Un gran amigo me decía que en las escuelas sean públicas o privadas no se inculcan más valores que los que se comparten en casa, la escuela está en casa y lo importante es ver al niño feliz, ese es el indicador que nos dirá si hemos acertado o no con el cole. Qué reflexión más sabia y qué gran verdad....

Un beso a todos,

Mónica


4 comentarios:

  1. Mónica, uy... a nosotros también nos costó muchísimo decidirnos por un colegio. Una vez has decidido algo, piensa SIEMPRE que ha sido la mejor decisición, nunca se puede controlar todo, seguro que si hubieras optado por otro colegio también saldría algún que otro problemilla. Y como dices tu si pudiéramos solucionar a nuestros hijos los problemas de toda su vida sería perfecto, pero no es así, y llegará un día que se tendrán que sacar las castañas del fuego ellos mismos.
    Lo importante es que la veas contenta, feliz, que se divierta, que la veas reir, que te explique cosas, (y si no con palabras con el lenguaje no verbal), también es muy importante las amistades. El colegio es una parte del aprendizaje.
    Y como dice tu amigo ... teniendo una maestra como tu en casa, seguro que le irá muy bien en la vida.
    Un beso

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  2. Manuel Cuello

    soy de Chile, tenemos tres hijos, y aunque estamos hablando de realidades muy distintas en educación formal, entre otras, creo que es transversal lo que los padres debemos ser capaces de entregar a nuestros hijos: AMOR, expresado a través de la buena lectura de sus errores, para que la conclusión sea aprendizaje, buena experiencia. Potenciar el buen clima familiar bajándole el perfil a las dificultades que son parte de nuestra realidad. Podría enumerar mas formas de expresar amor, pero lo fundamental para esto es estar bien con uno mismo la mayor parte del tiempo, mejorar día a día mi diálogo interno como lo plantea Rafael. Es fundamental estar bien para poder entregar lo mejor. A partir de esto el que nuestros hijos quieran o no estudiar y donde estudiar pasa a un segundo plano. La buena experiencia de vida, en el amplio sentido de la palabra, nos hace ver la educación formal como algo que puedo tomar pero que no es lo imprescindible.

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  3. Que complicado cuando llega ese momento eh??

    Cuando tenia 11 años me quedé sin padre, en ese momento nosotros vivíamos en Gerona, pero cuando mi padre murió mi madre decidió volver a Barcelona, aquí teníamos a toda la familia y seria más fácil para todos. Al igual que como Mónica explica, las cosas cambiaron mucho, incluido evidentemente el cole, no fue fácil encontrar plaza en ninguno, así que tuvimos que conformarnos con el que encontramos plaza en el barrio y evidentemente público, también yo salía al patio en un parque público, fue muy difícil el cambio, la perdida de mi padre, el cambio de ciudad, de amigos, de colegio... pero aquí estoy y también esa época fue bonita, nos costo un poco adaptarnos pero luego tuve estupendos amigos y fui feliz en esa época.

    Cuento esto porque creo que hoy en día sobre protegemos demasiado a los hijos, parece que un no a un juguete, o a cualquier cosa que nos pidan les vaya a causar un trauma. Muchos de nosotros hemos pasado momentos difíciles y no nos hemos traumatizado, nos han servido para salir adelante aún con dificultades, aprendiendo a sobreponernos y buscarnos la vida cuando hace falta. Sin embargo he de reconocer que creo que los tiempos han cambiado y hoy en día el ambiente en que se pueden encontrar nuestros hijos es diferente al que nosotros teníamos hace 20 años. Hemos de tener en cuenta que pasan muchas horas en el cole y que seguramente muchos de los que ahora son sus amigos serán parte importante de su vida y como les influyen es importante. La educación y valores que reciban en la escuela también forman parte de su desarrollo personal.

    Este verano una compañera me explicaba como había vivido horrorizada la desaparición unos minutos de su hijo de 3 años en la playa, solo se despisto un momento y ya se lo habían llevado, afortunadamente lo recuperó pero cuando hizo la denuncia la policía le comento que habían habido 5 denuncias de intento de secuestro de niños en esa misma playa. Os lo podéis creer?? en Barcelona!!
    Con este panorama, no puedo más que pensar en lo importante que es tomar la decisión de donde estudiaran los próximos 15 años nuestros hijos y en que ambiente. Que se espabilen si, pero decididamente creo que necesitan un guía alguien que les vaya enseñando cual es el buen camino, evidentemente es nuestra labor, pero todo lo que les llega de la escuela es decisivo, que en ella se fomente el dialogo, la no violencia, el respeto, el compañerismo, el NO al racismo, y muchas otras cosas. La verdad no me parece bien que alguien que dice ser "educador" diga a unos padres en una reunión que ellos no van a estar para muchas historias, y si no lo están ellos quien lo va estar?? Mónica no creo que debamos quejarnos pero tampoco conformarnos, evidentemente no hay profesores perfectos como nadie los somos, pero alguien que se dedica a eso entiendo que ha de ser por vocación, y la estima y la ayuda a cada unos de los niños que tienen en clase es lo más importante en su trabajo, no creeis?? Mi opinión es que hemos de intervenir más, mediar si hace falta con las escuelas y pedir lo que nos parece justo para la educación de nuestros hijos, da igual pública que privada.
    bueno esa es almenos mi humilde opinión.
    Un abrazo
    Silvia

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  4. Hola Silvia, tu testimonio es una auténtica lección de cómo es posible superar las adversidades, me ayuda mucho.

    Es cierto que la escuela tiene su importancia. En mi opinión la educación en la familia tiene la misma o más. Hay que ser cautelosos con los experimentos pedagógicos (hemos padecido unos cuantos) y los planes docentes en los que predominan las ideologías sobre los objetivos reales de la escolarización. Sería buenos que la educación y la sanidad se incluyeran en pactos de Estado que les protegieran de intereses partidistas.

    Yo estuve durante toda mi estapa escolar en el mismo colegio, me parecía impensable un cambio. Hoy en día la movilidad mayor y quizás no nos podamos plantear permanecer en el mismo lugar como lo hacíamos antes. En caso de que haya conflictos que no se puedan resolver en la escuela, una opción es cambiar de colegio. Muchos niños se benefician de ello a todos los niveles, he vivido esta experiencia de personas conocidas.

    Un saludo cordial

    Manuel

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