viernes, 12 de febrero de 2010

GRABACIÓN PROGRAMA DE SÁNCHEZ DRAGÓ

Este lunes, 8 de febrero estuve en Madrid para acudir al programa de Fernando Sánchez Dragó, Las noches blancas. Fue una experiencia muy estimulante; Además de culto, Dragó es un tipo entrañable, muy afectuoso aunque apenas te conozca. Ah, y es muy rápido de mente, ¡entiende y relaciona lo que le digas a la primera!

También estaba allí un reputado yogui llamado Ramiro Calle, el autor español más prolífico en esto del yoga. Ramiro me cayó de coña: atento, humilde, inteligente y sincero. En el programa hicimos una tertulia sobre la felicidad y coincidimos casi completamente en nuestra visión del asunto.

Pero lo más destacable de mi viaje a Madrid fue poder pasar unos días con mi amigo Fernando and family y pasar un rato con mi amiga Esther, ambos residentes en Madrid. Fernando es un gran colega mío desde hace milenios y cada vez que lo veo, pienso que tengo mucha suerte de tenerlo como amigo. No se lo digo porque entre "hombres" no nos decimos esas cosas fácilmente, pero lo pienso. Fernando es ese tipo de personas que no hacen filosofía, no son especialmente creyentes (o nada), no van al psicólogo ni hacen trabajos de crecimiento personal y todo eso, pero en su sistema de valores la amistad ocupa un lugar súper importante y eso hace que se mantengan cuerdos, optimistas y entusiastas de la vida, prácticamente, pase lo que pase.

A Esther no la he visto en muchos años, pero no sé qué pasa con esta chica, que cada vez que la veo, me siento tan cercano como si la viese cada día. Me recuerda a la película Lost in translation en la que Bill Murray conoce a Scarlett Johanson en Tokio y en unos días se crea entre ellos una química súper especial, mágica, y no se sabe bien por qué.

En resumen, estos días he confirmado una vez más que la amistad es una de las cosas más valiosas de la vida. No es absolutamente imprescindible para estar bien, pero sí es una fuente fantástica de bienestar interior. ¡Vale la pena cultivarla!

Hasta luego!

Rafael

1 comentario:

  1. ¿Qué tal Raffa?:
    Soy Myriam, la mamá de Beatriz, amiga tuya e hija mía. Recién entré a tu página, me ha parecido muy bien, el poema es muy motivador a llevar una vida relajada y feliz. Francesc me regaló tu libro por Navidad. Lo leí, me gustó mucho; aunque te parezca extraño quien menos me gustó de los entrevistados es el chileno. He practicado las relajaciones, un día en la cordillera al hacer las respiraciones profundas me quedé dormida en un asiento al aire libre; creo que mi organismo reaccionó al aire limpio y bien oxigenado.
    Un beso grande desde este Chile terremoteado.

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