martes, 24 de septiembre de 2013

REFLEXIONES DE MÓNICA: CRÓNICA DE LA ÚLTIMA TERTULIA EN CÁDIZ

Hola a todos, os dejo con el resumen de la última tertulia que tuvo lugar en Cádiz. El resumen nos lo ha facilitado Montse que es la coordinadora de las tertulias de Cádiz y que está haciendo una labor estupenda. Muchas gracias Montse por todo!


Os dejo con su resumen, un beso a todos,


Mónica


RESUMEN DE LA 6ª. TERTULIA EN CÁDIZ


El vienes pasado los gaditanos nos fuimos a dar un paseo por el Paleolítico. En las tertulias anteriores, habíamos visto cómo nuestros pensamientos determinan la manera en que sentimos y actuamos. A través del sistema de creencias que subyace en lo que nos decimos a nosotros mismos, conformamos una manera de pensar que nos conduce al bienestar emocional si esas creencias son racionales, o por el contrario, nos arrastra al neuroticismo si se apoya en creencias irracionales.


En esta última tertulia nos asomamos a las bases neurofisiológicas que sustentan nuestros pensamientos, emociones y conducta, desde una perspectiva evolutiva. Echamos un vistazo a la evolución del cerebro humano desde sus orígenes hasta la actualidad, utilizando el modelo evolutivo del Sistema Nervioso Central desarrollado por Paul MacLean:El Cerebro Triuno. Vimos cómo el cerebro ha ido evolucionando, qué características tenía en cada etapa, qué capacidades fue adquiriendo y cómo eran las conductas resultantes.


En un intento de resumir mucho: este modelo expone que nuestro cerebro está formado por tres estructuras superpuestas que conforman lo que MacLean llamó los “tres cerebros” y que por orden cronológico de aparición y desarrollo son: el Cerebro Reptiliano, el Sistema Límbico y el Cerebro Cognitivo o Neocórtex. Explica cómo los seres humanos, a lo largo de millones de años, hemos pasado de tener un cerebro exclusivamente instintivo cuyo único objetivo era la supervivencia, a estar dotados de estructuras que permiten el pensamiento racional y que nos diferencian del resto de especies a pesar de tener un origen común.


Desde el Cerebro Reptiliano, -llamado así porque lo compartimos con los reptiles-, hasta el Neocórtex, las etapas evolutivas han ido aportando complejidad morfológica y funcional sin abandonar las estructuras primitivas. Muchas de nuestras conductas instintivas, impulsivas, automáticas, inconscientes, responden a la persistencia de esa parte ancestral de nuestro cerebro que seguimos conservando. Un ejemplo paradigmático es el estrés, que inicialmente era una respuesta adaptativa dirigida a la supervivencia, y que en la actualidad se convierte con frecuencia en todo lo contrario, cuando aparece como respuesta a amenazas que no son reales, sino imaginadas, y por lo tanto, irracionales.


En la segunda etapa evolutiva, apareció el sistema límbico, y con él la memoria y el aprendizaje. Al ser capaces de asociar vivencias con emociones y poder recordarlas, éstas se convirtieron en el comandante en jefe de nuestro cerebro: nos acordamos perfectamente de aquello que nos ha provocado un alto impacto emocional. ¿Quién no se acuerda de dónde estaba o qué hacía el 11 de Septiembre del 2001?


En nuestro devenir evolutivo, hemos pasado por periodos exclusivamente instintivos y emocionales, cuya antigüedad sobrepasa los 500 millones de años. Hace solamente de 50.000 a 100.000 años que se desarrolló el neocórtex y aunque representa cinco sextos del total de la masa cerebral, no siempre sabemos utilizar sus extraordinarias capacidades. A menudo permitimos que las antiguas estructuras mantengan la vigencia que tuvieron, aunque ya no vivamos en la sabana africana y resulte ineficaz comportarnos de forma reactiva, en lugar de racional.


Esta aproximación a la neuropsicología, suscitó durante la tertulia preguntas muy interesantes acerca de nuestra magnitud cognitiva, y nos hizo más conscientes del enorme potencial que tenemos a nuestra disposición. La TREC nos enseña a utilizar las capacidades que tenemos como seres cognitivos, a poner las emociones a nuestro favor, a responder racionalmente en lugar de reaccionar impulsivamente. A ejercer de lo que somos, Homo Sapiens: hombres que piensan.


Muchísimas gracias a los asistentes y una cordial bienvenida a todos los que nos acompañasteis por primera vez. Volveremos a reunirnos el viernes 18 de octubre. Os deseo un feliz inicio de otoño!


Montse

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