domingo, 18 de octubre de 2015

REFLEXIONES DE XISCO: LA NORMALIDAD: LA GUILLOTINA DE LA EXISTENCIA (2ª parte )


"Después de todo somos juzgados, condenados , clasificados , obligados a competir , destinados a vivir de un cierto modo o a morir en función de unos discursos verdaderos que conllevan efectos específicos de poder “

( Michel Foucault )

El conocimiento y la verdad no disponen de una universalidad que abarque a todo ser humano en todos los lugares y en todos los tiempos .Cada verdad , cada conocimiento no es más que elefecto de la mirada interpretativa del lugar y de la época a la que pertenecen . Estos saberes y estas teorías enmascaradas  de verdad subjetiva han sido las que han engendrado las distintas ciencias humanas a través de los expertos en los variados campos del conocimiento ( maestr@s , filósof@s , historiadores, psicólog@s, sociólog@s, etc.), y que a fuerza de ser interesadamente repetidos , o sea normalizados, se han convertido en una visión monotemática de la realidad, además,  reforzada por el apoyo oficial de las instituciones públicas y provistas de un surtido ramillete de reglas de juego que marcan las directrices a seguir para  los miembros de la sociedad . No existe aquello que denominamos “  verdad “ como  marco teórico-cognitivo para poder observar a la realidad tal cual ella es. ¿ Porqué ? Porque toda pretensión de instaurar lo verdadero , toda institucionalización de la verdad como la norma que marca la conducta a seguir está originada e impulsada por los ambiciosos mecanismos de las seductoras élites que rigen el destino de la humanidad . Ansias de  dominio  , sed de poder para someter al  mundo circundante y así poderse subir al pedestal dorado desde donde mirar a las fuerzas de la naturaleza y a las masas arrodilladas ante la poliédrica figura que quiere subyugar  a las voluntades libres y racionales bajo su férreo y adictivo control.

El término  de la “ normalidad “ es un concepto que expresa los intereses ocultos de poderosas corporaciones económicas  , políticas y religiosas para constreñir a mujeres y hombres bajo un mismo molde que da  forma a una misma manera de pensar , sentir y actuar . Y aquí , la moral ( los juicios de valor unidos a las obligaciones y al deber ser ) , al pivotar sobre lo “ bueno “ y sobre lo “ malo “, se convirtió en el vehículo ideológico de las élites privilegiadas configurando a “ la normalidad “ a fuerza de repetir  su valor como verdad insoslayable  e incuestionable.

Y lo que han conseguido los entresijos del poder al impregnar las calles con la ideología de la normalidad no ha sido otra cosa que llenar de vacío la existencia de mujeres y hombres que o bien no llegan a alcanzar un mínimo gesto normativizado en su proceso de socialización o bien directamente han sido rechazados como seres refractarios a la norma , y donde tanto los primeros como los segundos empiezan y pueden acabar siendo  convertidos en sujetos anulados ,trans-tornados en su afán de integración social y devenidos extranjer@s en su propio hogar.

Esta expansión de la normalidad  como un ideal del deber ser( que arrolla lo que es y amputa una parte de la realidad)   para ir ajustando ad infinitum una norma sacada de la manga  interesadamente por unas clases ávidas de poder provocó que el estropicio saliera muy caro , aunque fuera silenciado , al convertir en enfermo , ser marginal, enajenado, extranjero, proscrito y extraño a todo aquel o aquella que no pudiera, supiera  o quisiera incorporar el ideal de la  norma dentro de sí mismo. Y este ideal sigue señalando con el índice inquisitorial y totalitario  a todo ser humano que consciente o inconscientemente se atreve a desafiar a la norma como la única forma válida de vivir la vida , lanzando a la periferia de pueblos y de ciudades a todo aquel que permita translucir una aurora boreal de llamativos colores que conecta con lo “ raro” , lo “ monstruoso “ , lo “ irracional “ y además estigmatizando al “ diferente “ bajo la dialéctica hegeliana de “ el otro o yo”  donde la relación con la alteridad continua presentándose a vida o muerte.

“ La patología de la normalidad debe entenderse como la creciente incapacidad del hombre de relacionarse activamente por sí mismo con la realidad , ( …) Desde este punto de vista, la salud mental es la adaptación a las formas de vida de una sociedad determinada, sin importar para nada si tal sociedad está cuerda o loca. Lo único que importa es si uno se ha adaptado.”             

‘ La patología de la normalidad ‘

( Erich Fromm)

La importancia de la voluntad de poder como juego de fuerzas que se alimentan y nutren mediante la expansión de dominio al  construir el concepto de “ normalidad “  derramando  su aroma ideológico por campos y ciudades con la puesta en acto de toda una serie de premios, castigos , miedo , culpa, mentiras o  fraudes incansablemente repetidos no se dio  solamente al establecer la distinción “ normal-raro” , sino que  también consiguió abarcar unos estereotipos que condicionan en sobremanera nuestra forma de pensar y de vivir nuestra relación con la realidad mundana al teñir de anormal una parte de la realidad ineluctablemente presente en nuestra vidacotidiana  como ocurre en los pares de opuestos: “ sano-enfermo, bueno-malo, locura –razón , útil-inútil, trabajador-vago, buen ciudadano-delincuente, paisano-emigrante , integrado-marginado , sexualidad ajustada a derecho- perversión , limpio-sucio, inofensivo-ofensivo , sagrado-profano,  lo que se dice-tabú, etc.

La capacidad filosófica y psicológica de carácter innato del ser humano nos posibilita crear  una perspectiva de lo que no solemos ver por estar demasiado apegados a nuestra mirada y así atrevernos  a dar un paso atrás para alejarnos algo y observar más y mejor lo que tenemos delante , atrás , a los lados , arriba y abajo. Y asimismo para aprender a que no nos timen los estafadores y encantadores de serpientes que habitualmente están al acecho para abordar la carne fresca de sus futuras presas en su depredadora pulsión de dominio y poder.

El discurso oficial dominante ha tenido como una de sus principales e inherentes tareas ocultas la de uniformizar, igualar, homogeneizar, limitar y reducir las legítimas pretensiones de las personas para ser libres , a pesar que esa libertad se cocine al precio de adentrarse en las desconocidas arenas del desierto de una soledad elegida por un sujet@ que , para de-sujetarse y des-ajustarse , planta cara a la ideología institucional y a su poder disfrazado de virtud , des-haciendo la patológica identidad con la normalidad que marca la norma de conformarse para  ser un animal de rebaño.

Y en todo este proceso es deseable no olvidar que nosotros somos responsables de lo que somos , pensamos, sentimos y hacemos para que nunca descarguemos en los demás nuestro malestar y nuestra parte de sufrimiento que nos pertoca por participar de la esencia humana sin buscar culpables o chivos expiatorios a los que condenar sobre aspectos vitales que son intransferibles porque sólo nos compete  a cada uno de nosotr@s responder por ellos..Y para empezar a adquirir consciencia de esta propia manera de responder ante nuestros actos es realmente ético y estético invertir la pregunta : “ ¿Qué sentido tiene la existencia en general y la mía en particular ? “por la de” ¿ Qué sentido voy a construir en una existencia que me está pidiendo a gritos que la llene con mi única , singular  e irrepetible vida  de humano ?”.  Sin esperar regalo u ofrenda alguna de los dioses , sin la propina del paraíso o del más allá  o sin el susurro embriagador de la energía cósmica . Construir un sentido a nuestra propia vida no es una cuestión económica  , de sociedad de mercado o de trueque alguno sino más bien de dignidad : aportar la creación de sentido y de responsabilidad a nuestra propia existencia para que la especie humana albergue en su seno unas migajas ( más ) de integridad.


XiscoForteza  ( octubre  2015 )

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