Hola a todos, os paso un artículo de Fabiola Cuevas sobre el perfeccionismo que me ha parecido genial. Os animo a que entréis en la página desansiedad porque hay artículos muy muy interesantes.
Un fuerte abrazo,
Mónica
Ser perfeccionista no funciona porque cuando tienes
como objetivo serlo, dejas de ser quien realmente eres, dejas de ver las cosas
como son, y emprendes una batalla campal, cansada y agotadora, hacia una
realidad difícil de alcanzar.
La perfección te puede alejar de la realidad
Cuando tu objetivo es que las cosas, tú, los demás o
la vida sea perfecta, básicamente te perderás de ver y disfrutar de la
realidad.
Por ejemplo:
- Si deseas que tu familia sea perfecta, dejarás de
ver lo maravillosa que es.
- Si deseas que tu cuerpo sea perfecto, dejarás de
ver lo hermoso que es.
- Si deseas que tu trabajo sea perfecto, dejarás de
disfrutarlo.
- Si deseas que tu vida sea perfecta, dejarás de
encontrarle sentido.
- Si deseas que tu futuro sea perfecto, dejarás de
vivir tu presente y por consecuencia, tu futuro.
- Si deseas que tu pasado hubiera sido perfecto,
dejarás de ver lo que sí recibiste en tu vida.
La mayoría de las veces, la realidad es mucho mejor
que la realidad que estás aspirando, lo que pasa es que no te das cuenta porque
no te fijas en la realidad, tu mente está en lo que no fué, no tienes o no
eres, en lugar de lo que sí hay, y es entonces que no disfrutas tu realidad, y
entras en ese círculo vicioso.
Ser perfeccionista limita tu creatividad
Supongamos que por fin ya te inspiraste, que salió esa
chispa divina de tu interior y te dieron ganas de hacer algo, e inmediatamente,
tu mente empieza a decirte las múltiples razones por las cuales eso no podría
ser posible, o que no tienes tiempo, o que no te va a salir bien, o que no eres
capaz.
Entonces, tu creatividad, esa energía divina que
habita en tu interior, dice… “mmm.. mejor me callo”. Y luego, te fuerzas
a hacer cosas que tienes que hacer, y terminas por hacer a un lado a tu
creatividad.
Por eso déjate fluir con tu creatividad, encuentra lo
que te apasiona siguiendo tu inspiración, y poco a poco, verás que lo que haces
es mucho mejor que lo que “tendrías que haber hecho”.
Ser perfeccionista te hace sentir que no eres capaz
Claro, ¿quién va a ser capaz de hacerlo como tu mente
dice que tiene que ser? pocas personas…
Pocas personas cubren esas expectativas tan altas que
en tu mente has puesto, y es por eso, que te sientes incapaz. Pero no es
porque no puedas, es porque te pones parámetros demasiados altos difíciles de
alcanzar.
Así es que confía en tus habilidades y capacidades, y
demuéstrate cómo si puedes hacer lo que te propongas, paso a
paso.
Ser perfeccionista te hace sentir que nada es suficiente
Ya hablé sobre esto, pero quisiera reforzarlo.
El que quieras que todo salga perfecto, a la primera y rápido, te va a
hacer sentir, invariablemente, que lo que haces no es suficiente, porque… ¿qué
sí lo sería?
Entonces, bájale a esa exigencia y disfruta de lo que
sí haces, de quien sí eres, de lo que sí hay.
Cuida la línea delgada entre
perfeccionismo y exigencia
Existe una línea muy delgada entre ser perfecto y ser
exigente, es muy fácil que te pases al bando de las exigencias, sobre todo a ti
mismo, cuando tienes por meta ser perfeccionista, y cuando empiezas a exigirte
a ti mismo, es como si fueras al clóset por tu látigo y te empezaras a
corretear, dándote de latigazos cuando algo no sale como “debería de salir”.
Ser exigente no funciona, porque partes del miedo, del
enojo y de la tensión para el logro de tus objetivos y de lo que sea que te
propongas, y entonces, te será muy difícil disfrutar de eso que estás haciendo
y del resultado que obtengas, pues seguramente evaluarás lo que le faltó, lo
que no fue suficiente, lo que pudo haber sido mejor.
La mejora de ti mismo se da a partir de quien eres
Este es un cambio de paradigma que te quiero
compartir.
Tu mismo, tu vida, tus relaciones y lo que haces, se
mejora a partir de lo que ya te sale bien, esto es, de quien eres por
naturaleza. Cuando te enfocas en quitar lo que sale mal o eliminarlo, tu
atención sigue puesta ahí, y hacia ahí te seguirás dirigiendo (quieras o no, tú
te mueves hacia dónde pones tu atención).
Pero si tu atención está puesta en lo que te sale
bien, en lo que sí eres, en lo que sí es, entonces el único camino es hacia
arriba, hacia la expansión de lo positivo, y esto es hasta una fórmula
matemática, ya que empezarás a sumar y multiplicar, en lugar de restar y
dividir.
Entonces, si te enfocas en quien sí eres, en lo que te
sale bien, en lo que sí hay, solamente podrás aumentarlo y seguir disfrutando
de eso, pero si te exiges, reclamas, culpas o victimizas por lo que sale mal…
no estás haciendo nada por mejorar lo positivo, solamente agregas lo negativo.
¿La solución?
- Hagas lo que hagas, disfruta del proceso de
hacerlo.
- Descubre lo bien que te sale, dejándote guiar por
tu intuición y sentimiento al hacerlo
- Valora la realidad que sí tienes
- Agradece los momentos como son, pues son
perfectos
- Pasa de la exigencia, al “hago mi mejor esfuerzo”
- Ten un día libre de planes y tareas
Observa la naturaleza
Haz esto por un momento, dime si en la naturaleza hay
algo que sea exactamente igual a algo más, una hoja igual a la otra, un animal
igual al otro… es realmente muy poco probable que así sea, serán idénticos, más
no lo mismo.
Imagínate si la naturaleza se pusiera la expectativa
de crear todo lo que crea de manera perfecta, realmente creo que pocas cosas
pasarían. Pero la naturaleza está en movimiento, está en constante
creación, se expande, evoluciona, se mueve… y eso es lo que te recomiendo que
hagas.
Muévete
Evita el parálisis por análisis, y empieza a dar el
primer paso, expándete como la naturaleza, y maravíllate de lo que vas
encontrando.
Y cuando algo te apasione, enfócate en eso, y entonces
sí… organízate para llevarlo a cabo, más no con perfección, sino con orden y
secuencia y a la vez flexibilidad.
En conclusión
Realmente te invito a que te cuestiones si te ha
funcionado el querer ser perfecto, y que por un momento intentes abandonar esa
necesidad, y que veas que detrás de eso, está el ser bien visto, para ser
querido, para sentirte bien contigo mismo.
Siéntete bien contigo mismo como eres, sé quien eres,
y estarás satisfecho con lo que hagas, sea perfecto… o no.
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