lunes, 25 de mayo de 2015

REFLEXIONES DE DAVID: CONFERENCIA MIEDO ESCÉNICO Y MOTIVACIÓN


Hola chic@s:

Os paso un resumen de una charla que les di a estudiantes de música, que es mi profesión, que tienen ahora los exámenes, para que los disfrutaran.

Pues nada, salió una conferencia muy divertida.

Al principio les dije a los chicos en plan broma que me había ido de fiesta todas las noches, que me perdonaran que no había preparado nada para hoy y que si querían que la hiciéramos entre todos. Bueno, pues fue una conferencia súper participativa y entramos en una dinámica de muy buen rollo. Después, a la media hora, les dije que sí que me la había preparado, y que les iría explicando el por qué había hecho esta broma.

Hablamos sobre todo del tema del miedo escénico porque los chicos tienen ahora exámenes y pensé que era lo más útil.

Hablamos de que para estar tranquilos realizando nuestra actividad tan querida, lo mejor es evitar exagerar la importancia de las posibles adversidades (fallar notas, hacer una mala audición, suspender una asignatura, suspender el curso, ser mal músico, ser torpe, perder la aprobación de los demás, que te critiquen, lesionarte, no encontrar trabajo, etc) De esta forma ya podemos relajarnos y disfrutar. Para ello utilizamos muchos argumentos:
-Posibilidades: ¿En qué medida esta adversidad me impide hacer cosas valiosas por mí y por los demás?
-Comparación: ¿hay personas con esa adversidad y felices?¿qué me dirían ellos?¿hay personas con adversidades mucho más grandes y felices?¿qué me dirían ellos?
-Existencial: ¿qué será de esa adversidad dentro de 100 años? el hecho de que todos nos vamos a morir hace que nada sea demasiado importante y además nos permite apreciar la maravilla de la vida
-Valores prioritarios: fijarnos que cuando mis amigos suspenden asignaturas, los quiero igual, pues a mí lo que me importa es que sean buenos chicos (y tampoco todo el tiempo porque todos somos imperfectos). Por otro lado, nuestra armonía está por encima de la eficacia.
-Etc.

También salió el miedo de que si pensamos así, si le quitamos a todo importancia, podemos convertirnos en pasotas, y es justo al contrario, de hecho, lo mejor es ocuparse de las cosas (porque es verdad que la única manera de conseguir objetivos es trabajar; no existen atajos mágicos) pero sin preocuparse. Si nos preocupamos, nos bloqueamos y por miedo, no intentamos cosas, mientras que desde la fuerza del disfrute, rendiremos mucho más y sin coste emocional.

Por otro lado, existe la paradoja de la eficacia: es decir, por un lado, le quitamos a todo importancia, pero por otro, ya que hacemos esta maravillosa actividad como es la música, lo intentamos hacer súper bien, con amor, atención, poniéndonos retos diarios, haciéndolo divertido, planificándonos muy bien, dándolo todo, intentando convertirnos en muy buenos músicos, etc. Fijémonos que esto lo hacemos de manera natural con nuestro hobbies, por ej., con el deporte. Con el deporte nos podemos tirar practicándolo 3 horas seguidas que ni nos damos cuenta de lo apasionados que estamos, lo damos todo, estamos súper atentos, ..., y sin embargo, tan sólo es un juego para nosotros. Si no lo hiciéramos así, nos bloquearíamos.

Además, también salió un tema capital en psicología: el exagerar el haber exagerado. Esto pasa cuando por ejemplo tenemos miedo escénico (el cuál se ha producido por ver como tremenda una adversidad, en este caso, relacionada con la música, cuando aunque evidentemente es una adversidad, es tan sólo pequeña) y a su vez vemos como tremendo el hecho de tener ansiedad e incluso nos decimos que somos unos desgraciados por ello. Aquí tenemos que comprender que la ansiedad no es tal mala, tan sólo incómoda, que la comodidad no es tan importante, que es como hacer deporte, que el corazón te va más rápido pero que cuando hacemos deporte incluso disfrutamos, que valemos igual tanto si estamos felices como infelices, y que todo el mundo tiene momento malos, incluso etapas, pues el ser humano es falible, pero aún estando mal, podemos hacer muchas cosas valiosas por nosotros mismos y por los demás. Paradógicamente, para ser feliz, hay que permitirse con tranquilidad ser infelices de vez en cuando.

Por otro lado, una forma muy buena de perder nuestra hipersensibilidad a nuestras emociones negativas sería traspasarlas, es decir, que aunque no estemos al 100 %, ir hacia donde dijimos que íbamos a ir. Esto en el estudio es muy útil, ya que "el estudiante que sólo estudia cuando está al 100 % las suspenderá todas". Hoy estamos al 30 %, mañana al 40 %, pasado al 90 (guau), ...60, ...30, ...70, ...80, ...20, ... 60. Y la suma de estos pequeños esfuercitos hará que te vaya muy bien en general. En las audiciones también viene esto muy bien, pues al principio puede ser normal tener un poco de nervios y tener pensamientos asociados tipo, "lo estás haciendo muy mal", "hoy no estás inspirado", "párate inmediatamente", etc, pero si no les hacemos caso y seguimos, esa niebla mental se va disipando y al final podemos acabar disfrutando un montón.

Para terminar, creo que ya ha quedado muy claro el por qué les hice la broma del principio, pues la conferencia tan poco era tan importante (aunque por otro lado lo dimos todo), sino el buen rollo que se creó y lo bien que lo pasamos!!!

Un fuerte abrazo!!!

David M.

2 comentarios:

  1. Me encanta tu reflexión, lo mejor es quitarle importancia a las cosas, que en realidad no son tan importantes.

    Saludos

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  2. Hola Noelia:

    Muchas gracias!

    Un beso!

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