martes, 7 de abril de 2015

REFLEXIONES DE MÓNICA: RECUPERAR LA COMUNICACIÓN


Hoy os quiero explicar una experiencia que he tenido esta semana y que me ha servido para aprender un poquito más... y es que amigos de todo, absolutamente de todo podemos aprender!!!

El caso es que esta semana tuve un pequeño conflicto con una compañera de trabajo, coincidimos las dos en un proyecto de trabajo y hemos tenido unas pequeñas diferencias. Es brutal como del mismo acontecimiento podemos tener visiones e interpretaciones bien distintas!!!  La historia es que de unas reuniones que tuvimos de nuestro proyecto ella sacó unas conclusiones y yo otras bien contrarias, las dos chocamos y se dio el enfrentamiento. Ella empezó a elevar el tono de voz y yo también y aquello sinceramente no fue muy elegante por parte de ninguna. Yo me sentí atacada y mi parte irracional se disparó con lo cual empecé a disparar también. Aysss qué poco nos gustan las críticas... y cómo exigimos que los demás deberían comportarse cómo a nosotros nos gustaría,  los demás deberían tener nuestros valores y nuestra manera de funcionar porque evidentemente es la buena y no puede haber otra!!!

Yo sinceramente me quedé muy mal después de esa discusión, me empezó a asaltar la culpa de cómo había sido capaz de ponerme así, cómo no había sido capaz de resolver nuestras diferencias... aquí ya la estoy liando puesto que al acontecimiento inicial sumo mi a,b,c secundario, se tambalea mi autoaceptación incondicional y aparece la culpa...

Lo primero a trabajar es esa culpa, es muy absurdo exigirnos pensar de manera racional el 100% de nuestro tiempo, además ¿de qué me sirve sentirme culpable? de hecho no cambia para nada mi situación es más la empeora !!, total que sí que es verdad que no actué de la manera más racional posible pero es lo que hay!!, no somos perfectos!!

A partir de aquí lo siguiente a trabajar es mi rabia debida a mi exigencia de que los demás se deberían comportar como yo, según mis valores!!!, mi compañera tiene una manera de funcionar que va a seguir teniendo, la solución no es por tanto exigir su cambio sino aceptarla tal y como es. Además no es todo o nada, de lo que nos ha pasado yo sigo sin estar de acuerdo en muchas de las interpretaciones de mi compañera pero en algunos aspectos sí que tiene razón por lo tanto me voy a quedar con eso y lo demás lo dejo ir, no me interesa, además ella es humana y por tanto tampoco va a estar todo el 100% de su tiempo durante toda su vida pensando de manera racional.

Conclusión, cuando abandonamos el tener la razón y abrimos la puerta al amor empezamos a ver cosas que antes no veíamos y entonces de repente entendí a mi compañera y fui capaz de decirle desde el amor y no desde la rabia lo que pensaba ...  y fui capaz de responsabilizarme de mis errores, también de ver sus errores pero no calificarlos de terribles y de agradecer todo su esfuerzo  en el proyecto. La reacción de mi compañera fue la de abrir sus brazos y agradecer todo lo que le estaba diciendo, volvimos a establecer una buena comunicación.

 No hay mayor fuerza que la del amor, la de la autoaceptación incondicional de los demás sin olvidar la autoaceptación incondicional de uno mismo.

Un beso a todos,

Mónica

7 comentarios:

  1. Gracias,Mônica,por validar la vida por el filtro del amor incondicional.LO necesitaba hoy.

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  2. si me permites Mónica la aceptación incondicional también supondría que el otro no nos abra los brazos que generalmente es lo normal. No hay que esperar que el otro nos entienda ; que entienda nuestra comunicación; de hecho hay muchas personas que no están preparadas para aceptar nuestra explicación que no es la suya.y aún así también poder sentirnos bien que es de lo que se trata. de todos modos enhorabuena por haber sido capaz de comunicarse sin duda y alcanzar su propia reflexión me ha gustado eso de al fin y al cabo no somos perfectos pues claro. Gracias por compartirlo.!

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  3. Si Carmen tienes toda la razón!!! no siempre nos van a abrir los brazos.

    Un beso Carmen!!!

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  4. Buenas noches :
    Estas situaciones nos ponen a prueba , no porque sean conflictivas , sino más bien porque reflejan nuestro nivel de crecimiento emocional . Está muy bien tu acción tras la re-acción que tuviste con tu compañeta de trabajo , pues cortaste la ira con un golpe de sable y la transformaste en cariño , en amor . Y a la soberbia le metiste una patada y te quedaste con la humildad de preferir a una compañera versus tener la razón . Son las paradojas de la persona humana , pues cuando defendemos nuestra razón a toda costa ... va y la perdemos . Y ahí hiciste el trabajo... ignoraste al enano egocéntrico y te hiciste fuerte emocionalmente . Y con ello diste el doble salto vital cuando pusiste en movimiento pragmático a la teoría de la TREC.
    Un abrazo.
    Xisco

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  5. Mónica, siempre me encantan los casos reales de tus vivencias que nos compartes. Me resulta más fácil entender la teoría de la TREC y es agradable ver cómo todos caemos en la "terribilitis" pero somos capaces de rectificar y aprender cada día.

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  6. Gracias María!!! y tanto que caemos en la terribilitis... y muchas veces, pero de todo podemos aprender...

    Un besazo!

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  7. Encantado con esta página web. Creo que tuve de suerte cuando hace unos días me llamó la atención eso de "Las gafas de la felicidad" en un supermercado. Me parece que, buscando la felicidad por fuera, me pasaba lo que al hombre que trataba de encontrar los anteojos en la calle, cuando los tenía en sus mismas narices. Gracias. Saludos.

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