No somos conscientes de lo que nuestro cuerpo es capaz de soportar. No somos conscientes de lo privilegiados que somos en mil ocasiones.
La queja insistente y caprichosa no para de revolotear cerca de nosotros en cada momento. No se equivoca , enseguida nos hacemos presa de ella. Y empezamos a terribilizar .
Últimamente escucho muy a menudo que para que surja un cambio positivo en nosotros debe de ocurrir una de éstas dos cosas. Por un lado, que trabajes los pensamientos irracionales con un buen guía o por otro lado que la vida te de una bofetada para que te des cuenta de que la vida iba en “serio”. No sea tonto, no esperes a que ocurra esto último, o sí… Hoy más que nunca, creo, que no somos conscientes de que estamos de paso. Hoy más que nunca, creo, que la mayoría pensamos de manera irracional, que nunca nos iremos o mejor dicho, creemos que sí, que nos marcharemos, pero cuando nosotros lo decidamos, cuando a nosotros nos venga bien. Por lo tanto nunca será buen momento….Efectivamente hay veces que pensamos que siempre vamos a ser jóvenes y que nunca vamos a enfermar. Y es por ello que no saboreamos cada minuto de nuestros días.
No somos conscientes de lo importante que es pedir perdón a tiempo,. Pedir ayuda en el momento adecuado y decir te quiero sin necesidad de que sea el último grito.
Perdonemos. Es una gran medicina, no esperes a mañana. Abraza, confía, dedica tiempo a lo que te gusta. Ilusiónate con algo que algún día te ilusionó.
Busca tus sueños y mientras los encuentras no olvides ser feliz….
Imagina tus mejores aventuras y permítete dibujarlas en el papel de tu vida
Ofrece tu mejor sonrisa.
Hoy mas que nunca debemos ser consciente de que cuando las cosas no marchan como deseamos, cuando todo parece ser inútil. Cuando los problemas nos dan la bienvenida. No te preocupes demasiado por todo ello. En cambio te recomiendo que te OCUPES
Hoy más que nunca he aprendido que hasta en las cosas tristes, hay algo bello.
Un abrazo,
Pilar
Qué bonito artículo Pilar! Por mi parte prometo perdonar más y preocuparme menos, la vida es muy corta para pasársela preocupado!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
¡Que guay! Bonito, bonito, bonito. Te imagino estoica y fuerte de veras. Podemos con mucho más de lo que pensamos. Y saber parar, y renunciar y ceder... (perdonar: entender y ceder), y paz y disfrutar. Un abrazo Pilar.
ResponderEliminarHola Pilar:
ResponderEliminarY una de las claves podría ser nuestra mismidad , el microcosmos que somos. Si me perdono a mí mismo , perdono al mundo . Si dejo de exigirme , no exigiré al mundo . Si me tolero , comprendo y acepto , toleraré, comprenderé y aceptaré la realidad , a los demás , al destino.
Un abrazo.
xisco
Pilar eres una crack!!!!, me encanta!!, a mi en vez de perdón me gusta la palabra aceptación. Aceptar a los demás incondicionalmente igual que aceptarnos a nosotros y a la vida incondicionalmente.
ResponderEliminarMe gusta lo que dice Rafa, cambiar la palabra perdón por aceptación y la palabra ayuda por colaboración.
Un besazo guapa!!!
Hola, chicos!.
ResponderEliminarMónica , es cierto , amor y aceptación incondicional . como dice Luis al finales , entender y ceder. Es un aprendizaje.
Xisco me quedo con : Si me tolero , comprendo y acepto , toleraré, comprenderé y aceptaré la realidad , a los demás , al destino... Kiko, te animo para que trabajes estos valores... un abrazo cariñoso
Pilar!!